/ Denise Dresser /
Para Elena Chávez, su libro “El Rey del Cash” resuelve una pregunta que, desde 2006, se han hecho millones de mexicanos sobre Andrés Manuel López Obrador: ¿Quién financió su aspiración presidencial durante 12 años?
Por ello, afirma, si no le creen, entonces que el Mandatario diga de dónde salió el dinero para sus giras por todo el País, fuera de los tiempos de campaña, que pagaban los partidos.
“Aquí se resuelve uno de los cuestionamientos que se han hecho los mexicanos y es: ¿Cuál ha sido el financiamiento que ha tenido el Presidente?”.
“Al menos a mí me gustaría insistir en esa situación de cómo se financiaron”.
En entrevista, la ex pareja sentimental del actual subsecretario de Gobernación, César Yáñez, asegura que una campaña no se financia con 200 pesos en la bolsa de López Obrador, como dice cuando argumenta que no es un hombre rico.
¿López Obrador hubiera podido ser candidato del PRD, crear Morena y llegar a la Presidencia sin esta vasta y sistemática red de aportaciones de dinero en efectivo?
Jamás, porque una campaña no se hace sin dinero. Era mucho, mucho, dinero. Yo no puedo decir cuánto juntaron o recaudaron, pero la respuesta está en que pudieron hacer tres campañas, teniendo el señor 200 pesos en la bolsa.
Tu libro es una crónica política, personal, financiera, de Andrés Manuel López Obrador y su círculo cercano, y de cómo desde hace años se han valido de una vasta operación de dinero en efectivo para financiarse. ¿De dónde viene esa idea, esa orden? ¿Por qué recurrir a dinero bajo la mesa?
Esto nació a raíz del famoso moche que nos hacían cuando Andrés Manuel era Jefe de Gobierno. Esa fue la prueba de cómo iban a actuar cuando él fuera candidato, les funcionó. Ya, a otra escala, eran peticiones a funcionarios que tenían que entregar dinero. Era obligatorio.
Funcionarios que aún están con él, como su secretario particular, Alejandro Esquer, que está en la punta de la pirámide; el actual director de Pemex, el actual presidente de Morena, la actual secretaria del Bienestar y Marcelo Ebrard. ¿Por qué todos se vuelven cómplices de esta operación ilegal? Describe un poco el funcionamiento. Todos se vuelven cómplices porque también tienen ambiciones políticas y personales.
Hubo gente, funcionarios públicos, que aportaron porque creían en la causa, pensaban que el candidato en ese entonces podía ser un buen Presidente y hacer de este país algo diferente, pero también hubo del otro grupo, este clan, que también lo hicieron por ambiciones personales porque querían escalar cargos, porque querían llegar a donde están actualmente.
Marcelo en la Secretaría de Relaciones Exteriores, él hubiera querido ser Presidente desde cuando, pero no lo han dejado; y Ariadna Montiel, por ejemplo, en su vida si se hubiera imaginado que iba a ser Secretaria del Bienestar, que maneja miles y millones de pesos. No demerito ni mucho menos, pero a Ariadna la conocí cuando cuidaba las vallas cuando era Jefe de Gobierno. Fue ascendiendo porque fue muy buena operadora.
¿Cómo funcionaba lo que hacía Alejandro Esquer?
Muchos funcionarios llegaban a la casona de San Luis Potosí -oficina de AMLO en la Colonia Roma-, la cita era los lunes, porque en fin de semana ellos andaban de gira. Tenían que llegar a entregar su mensualidad, su mesada como le llamaban. Llegas como funcionario y Alejandro Esquer enseñando una hoja donde ves que tiene tu estructura: cuántos empleados tienes, cuánto es tu presupuesto, y te decía ‘aquí está, a ti te corresponde entregar tanto’.
¿Quiénes lo hicieron? ¿Quiénes llegaban con los sobres?
No puedo dar nombres de personas porque también los pongo en riesgo. Yo vi directamente a Mario Delgado, que siempre fue muy acomodaticio con el señor, le gusta quedar bien con él; a Ariadna Montiel, a Alberto Anaya, dueño del PT. Mario, por instrucciones de su jefe, que en ese momento era Marcelo Ebrard, y Ariadna que era la directora general de Red de Transporte de Pasajeros del DF. Legisladores, presidentes municipales, gobernadores, por ahí pasaron todos.
¿Estas órdenes venían directamente de López Obrador?
Él mismo dijo que ‘nada se mueve sin que lo sepa el Presidente’. Lo mismo pasaba en ese entonces, nada se hacía sin la anuencia del candidato. ¿Y quién era su operador?, pues el terrible, como le decían, Alejandro Esquer, y es él el que recibía a las personas, recibía el dinero y él le daba cuentas, o ese dinero pasaba a la Asociación Civil Honestidad Valiente, que se convirtió en un lavadero de dinero, en un laboratorio, encabezado por Gabriel García.
Él era joven en ese entonces, era una persona que llevó Marcelo Ebrard, pero que supo muy bien hacer la operación de dinero, entonces lo premian (ya cuando ganaron) por todo lo que hizo del buen manejo de los recursos ilícitos, en efectivo.
Luego le echaron la culpa de que perdió la Ciudad de México.
Hablas del papel protagónico de Octavio Romero, que él institucionaliza el moche, ¿por qué? Él era el Oficial Mayor, era el responsable del pago a los trabajadores de confianza, de ahí nació la idea del moche. Durante la Jefatura de Gobierno, un día se nos avisa que teníamos que cooperar, el aporte voluntario.
A ti te pagaban tu salario y después de que te pagaban iban y decían: ‘Te toca entregar tanto’.
¿Por qué nadie denunció a Andrés Manuel?
Se junta todo, pero en el caso de los trabajadores es el miedo a perder su trabajo, porque tienes que sostener a una familia, y a los otros porque si no cooperabas, pues ‘te vas del gobierno’. Y no sólo eran aportaciones sino también rifas, el Tsuru, por ejemplo, que se lo ganó Nicolás Mollinedo, chofer de AMLO.
¿No era suficiente lo que recibían del INE (financiamiento entonces del PRD?
A mí me lo contó Guadalupe Acosta, ex líder del PRD: Decidí que el cheque, tal como se lo entregó el INE, que fueron 300 millones de pesos, se lo entregué, es el único documento que ha pasado por las manos del hoy Presidente.
¿Qué pagó el cash a lo largo de los años?
Ese financiamiento sirvió para pagar la oficina que tenían en la casona de San Luis Potosí, sirvió para la manutención del Presidente y su familia, pero principalmente para crear su movimiento, porque una campaña no se hace con cinco pesos ni con 200 pesos, como él dice que traía en la bolsa, si no es muchísimo dinero.
Giras financiadas por Marcelo Ebrard, dinero que le quitó a los trabajadores del Gobierno de la Ciudad. Marcelo tenía que pagar una deuda: la protección del Presidente por el linchamiento de policías en Tláhuac. Andrés es un hombre que futuriza mucho, cuando dice ‘Voy a ser candidato a tal persona’, viene de años atrás. Lo cubre como Secretario de Seguridad porque ya lo tenía destinado para ser Jefe de Gobierno, en esto hay pactos.
En esta red participaron también empresarios que entregaron cash, y te refieres a José María Riobóo, David Daniel y Miguel Arredondo. ¿Qué ganaron? A la vista está todo. Riobóo, el segundo piso. En el caso del señor Daniel, construyó Reforma 222, uno de los grandes constructores de la Ciudad de México, y su época dorada fue durante la etapa de Andrés Manuel y Marcelo Ebrard, incluso ahora con Claudia Sheinbaum. A su hija la meten de funcionaria a la Red de Transporte, que es una fuente muy importante de dinero. En aquellos tiempos, con Ariadna, esa red manejaba más de 2 mil millones de pesos.
¿Él (AMLO) sigue viviendo de una manera bastante modesta?
Eso dice él. Cuando él renuncia a la Jefatura para irse de candidato yo creo que no tenían los recursos suficientes como cuando Ebrard asumió la Jefatura, porque de 2006 a 2012 fue cuando se dio el peor saqueo, esa fue la peor etapa de saqueo de dinero de todos lados. Aportó más la Ciudad de México, pero también sacaron dinero de Michoacán, Guerrero, y municipios del Estado de México como Chalco, Ecatepec.
Afirmas que quienes se volvieron recaudadores y distribuidores del dinero también se sirvieron con la cuchara grande. Dame algunos ejemplos. Mario Delgado, se decía que había creado una empresa de limpieza fantasma en el Metro para él. ¡Imagínate, cuánto dinero sacó!. Vivía en el sur, ya no sabemos dónde vive ahora, pero se hizo millonario con el Metro, eso sí te lo puedo asegurar. Ariadna también estaba de directora y formó una empresa de eventos de bodas y tenía camiones de Mercedes-Benz, compró una casa, atrás de Perisur, de 18 millones de pesos.
¿Cómo ha mantenido (AMLO) la imagen de plumaje limpio ante la opinión pública? Porque comunica muy bien, es una persona que tiene una labia, te convence rápido, y todos los que están alrededor se van a culpar, pero el Presidente es intocable. Cuando una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.
Eso hizo que la gente creyera en él y creyera que fuera honesto, pero andaba cubierto por todo este grupo.
Como sucedió con René Bejarano: calla, se echa la culpa, va a prisión, pero parecía que todos están dispuestos a pagar el costo con tal de proteger al Presidente. Y también habla de una falla institucional, porque ¿dónde estaban las instituciones que tuvieron que haber indagado hasta quien dio la orden? Tienen mucha responsabilidad los anteriores Presidentes de este país, porque sabiendo que andaba haciendo campaña, que no pagaba impuestos y que no reportaba su financiamiento, ¿por qué lo dejaban pasar?
¿Por qué callaste durante años? ¿No fuiste, de alguna manera, beneficiaria indirecta por tu relación con César Yáñez?
No, de ninguna manera me beneficie de nada, yo trabajé, siempre obtuve mi salario de mi trabajo. Nunca participé en ninguna de sus acciones ilícitas. En algún momento pensé que eso se tenía que denunciar, pero tú sabes cómo es el sistema judicial. Me dio miedo, porque, además, yo iba a denunciar a quien tenía el poder.
Si en esa época pensaste ‘no me van a creer’ ¿por qué ahora crees que sí sería distinto? Yo dije ‘tengo que escribir todo lo que vi’ y además yo fui apuntando cositas que me parecieran extrañas y yo en ese momento no sabía para qué las iba ocupar.
Pero como tú dices no hay pruebas, el dinero en efectivo no deja huella. Hay una prueba latente en el capítulo que hablo de Marcelo, tras la encuesta en la que él fue ganador, retira el dinero por varios meses. No eran pláticas de alcoba, él me platicaba todo. Este es un libro testimonial, ahí hay una prueba latente.
Revelas las relaciones tan complicadas entre Marcelo y Andrés Manuel, de pleitos, reconciliaciones, amor, odio, traición. Quién sabe cómo va a repercutir este libro en el futuro político de Marcelo o en su propio comportamiento, si no le dan la candidatura presidencial. No sé, no hice el libro con esa intención, mi objetivo es decir esto es lo que pasó. Los invito a que lean el libro y que reflexionen y hagan sus propios juicios. No siento que el libro lo haya hecho con coraje contra César, la relación que tuve con el ahora subsecretario está saldada. Han pasado siete años desde que me separé de él y yo estoy tranquila.
Sobre los regalos que recibía AMLO, hablas de dos personajes: esta figura que se ha creado de Andrés Manuel y la otra de conservar lo que se le da, sólo lo lujoso. El candidato no tenía ni idea de cuántos regalos le daban.
Esquer veía lo que funcionaba y lo mejor lo mandaba a la casa del candidato; lo otro, lo humilde, iba a la venta de garaje. Si no se vendían, entre los propios empleados tenían que asumir los gastos. Esquer es realmente una fea persona.
¿Cuál crees que será la reacción del Gobierno ante tu libro? Pues de enojo. Él (AMLO) dijo que era un libro sentimental, casi de lágrimas y risas, y no, no es un libro sentimental, no es un libro de despecho, es un libro que está escrito desde el periodismo, de una persona que la vida la puso ahí en un momento. Sí van a estar molestos porque está revelando la verdad, porque lo que yo traigo en las manos es la verdad. La consigna para mí va a ser atacarme en lo personal, en mi cuestión género, de mujer, porque las mujeres sólo servimos para la cama, no tenemos la inteligencia para escribir un libro. Es un testimonio mío, que se conozca y que la gente juzgue, que digan si me creen o no.