* En las ultimas hora se comenta sobre la posible fuga de Maduro, sin que se confirme.
*La comunidad internacional observa con atención este giro en la crisis.
29.11.2025. EEUU.- Washington anunció un cierre total del espacio aéreo venezolano y desplegó el portaviones Millennium en aguas del Caribe, lo que marca un nuevo punto de fricción en la relación con el gobierno de Nicolás Maduro.
La decisión se suma a las acusaciones de vínculos con el narcotráfico, la declaración de narco terroristas al cartel de los Soles, que EEUU insiste lidera Maduro, y a la presión diplomática que Estados Unidos ha ejercido en la región.
El incremento de tensiones se produce tras semanas de acusaciones directas contra altos mandos venezolanos, señalados por Washington como parte del llamado Cártel de los Soles y muchas analistas adelantan posible incursión de EEUU en suelo venezolano.
El despliegue militar estadounidense incluye operaciones autorizadas en territorio de República Dominicana, lo que refuerza la presencia en el área y envía un mensaje de advertencia a Caracas.
En plena crisis por el despliegue de fuerzas estadounidenses en el Caribe y el cierre del espacio aéreo venezolano, los presidentes Donald Trump y Nicolás Maduro mantuvieron una conversación telefónica la semana pasada, confirmada por el diario venezolano *Últimas Noticias* y revelada inicialmente por *The New York Times*. El contacto abre un inesperado canal de comunicación en medio de acusaciones de narcotráfico y presiones militares.
La llamada, realizada en los últimos días de noviembre, fue confirmada por fuentes del gobierno venezolano bajo condición de anonimato y ratificada por medios internacionales. Según las versiones publicadas, el diálogo incluyó la posibilidad de un encuentro en persona y la exploración de una salida diplomática a la crisis. En la conversación también habría participado Marco Rubio, secretario de Estado norteamericano, lo que refuerza el carácter oficial del contacto.
Desde La Habana, el gobierno cubano denunció interferencias electromagnéticas en el Caribe, atribuidas a la actividad militar de Estados Unidos, y calificó la situación como parte de una “guerra psicológica”. Otros países de la región han manifestado preocupación por el riesgo de que la crisis desemboque en un conflicto armado abierto.
La confrontación entre ambos países tiene antecedentes históricos que van desde la Guerra Fría hasta los choques por intereses petroleros. Sin embargo, la actual administración estadounidense ha intensificado las medidas, transformando las sanciones económicas en un escenario de presión militar.
La comunidad internacional observa con cautela el desarrollo de los acontecimientos.
En Caracas, la noticia de la llamada entre Trump y Maduro fue recibida con cautela. Mientras el ejército venezolano mantiene preparativos de defensa en Aragua, la población continúa con sus actividades cotidianas, en un clima de tensión pero sin alteraciones masivas.
La llamada entre Trump y Maduro, en medio de despliegues militares y acusaciones de narcotráfico, plantea un escenario ambiguo: por un lado, la amenaza de una confrontación abierta; por otro, la posibilidad de un canal de negociación que evite un conflicto de mayor escala.
