Este puente, mi espalda, obra fundacional del feminismo de color, llega íntegra al español.

*Se presentó en la FIL Guadalajara. Libros UNAM.

11.12.2025 .- La 39 Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara) fue el escenario de la presentación de Este puente, mi espalda. Escritos radicales de mujeres de color en Estados Unidos, un volumen clave en la historia del feminismo contemporáneo que, por primera vez, se publica en español en su versión completa. La coedición entre la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM y U-Tópicas Ediciones recupera un texto indispensable para entender cómo las escrituras de mujeres racializadas transformaron el pensamiento político y cultural de finales del siglo XX.

“Como siempre la presencia de la UNAM en la FIL Guadalajara toca muchos temas necesarios, urgentes y de una gran actualidad. Este título no es la excepción, en sus páginas se revela una secuencia de voces de protesta que descubren un mundo injusto, desequilibrado y violento, que desafortunadamente no sentimos tan lejano. Nos parece más importante que nunca hablar de este libro, de esas 29 mujeres de distintos orígenes étnicos y culturales que participaron en él”, señaló Socorro Venegas, directora de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, al inicio del evento.

El libro, publicado en 1981, abrió un camino radical, pues incorporó raza, clase, sexualidad y territorio en el análisis feminista. Coordinado originalmente por Cherríe Moraga y Gloria Anzaldúa, reúne las voces de autoras chicanas, latinas, indígenas, asiático-estadunidenses y afrodescendientes que escribieron desde la experiencia personal y el testimonio para denunciar una mirada feminista hegemónica que las ignoraba. Rosa Beltrán, coordinadora de CulturaUNAM, recordó que este título “se ocupó de esa mirada sesgada: de buscar, en esas otras mujeres, todo aquello que quedaba excluido del feminismo ortodoxo y que, por lo tanto, no lo contemplaba ni lo protegía ni lo defendía, y tampoco lo pensaba”.

Beltrán destacó que la obra significó una revolución conceptual: “abrió un camino a la interseccionalidad; fue una apertura a un feminismo también desde las fronteras […] porque somos seres liminales y porque nunca somos exactamente los mismos, las mismas, a lo largo de toda la vida”. Subrayó que el volumen le permitió comprender que “el cuerpo es lo político: es exactamente el lugar donde ocurre lo político”. Y añadió que la literatura testimonial puede considerarse un portavoz colectivo: “escribir en una primera persona del singular es escribir, en realidad, en una primera persona del plural: nosotras”.

La nueva edición en español reafirma ese espíritu comunitario: la traducción fue realizada en conjunto por Ariadna Molinari Tato, Jumko Ogata Aguilar, Alejandro Montelongo González y Dian Barberena Jonas, quienes optaron por un lenguaje inclusivo y situado en la experiencia latinoamericana.

Durante la presentación, Ogata Aguilar subrayó la vigencia política del texto. Recordó que las autoras entendieron que las opresiones se entrecruzan: “no es como que yo hago mi activismo como mujer por un lado y mi activismo como persona negra por otro, sino que todo eso se conjuga en mi cuerpo”. También advirtió sobre el uso distorsionado que la ultraderecha ha dado hoy a términos nacidos en movimientos radicales: “ellas lo crearon y no significa lo que dicen que significa ahora”. Insistió en que las nuevas generaciones deben acudir a las fuentes y ejercer el pensamiento crítico más allá de lo que circula en redes.

El volumen incluye prólogos, epílogos y obras visuales de creadoras como Celia Herrera Rodríguez, Ana Mendieta, Theresa Hak Kyung Cha y Liliana Wilson. Su texto de apertura, “América con acento”, fue escrito por Cherríe Moraga especialmente para esta edición.

En la FIL Guadalajara, Moraga expresó la emoción de reencontrarse con un público que reconoció como propio: “Yo creo que hemos regresado a casa […] somos pueblo, somos un pueblo juntos”. Agradeció a quienes hicieron posible la nueva versión y leyó fragmentos en inglés, acompañados por la traducción de Martha Hernández.

A más de cuatro décadas de su publicación original, Este puente, mi espalda mantiene intacta su fuerza ética y transformadora. En un contexto de retrocesos sociales y discursos de odio, el libro ofrece claves esenciales para pensar la resistencia, la comunidad y la escritura como herramientas de conciencia y cambio. “Los lectores son los que actualizan las obras y no el canon. Porque el canon generalmente es también patriarcal”, afirmó Beltrán.