Esto no es lo que parece, crítica a los cánones actuales de belleza.

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José Juan Reyes / Cultura UNAM  .

Foto: Pili Pala.

Una aguda crítica a los cánones actuales que definen cómo debe ser un cuerpo bello, se presenta en la puesta en escena Esto no es lo que parece, concepto original y dirección de Isabel Toledo, cuyo montaje tendrá temporada en el Teatro Santa Catarina. Su propósito es el de explorar la relación entre el cuerpo y su dislocación por la violencia estética.

Se trata del trabajo más reciente de Pentimento, compañía dedicada a crear obras interactivas y que cuenta con las actuaciones de Karen “Sawí” Basurto, Edurne Goded, Tae Solana Shimada, Michelle Menéndez y Daniela Luque, quienes crearon en conjunto con la directora el contenido del texto dramático.

En esta coproducción de Teatro UNAM y Pentimento, los diálogos surgieron de un laboratorio de creación documental realizado en 2021, experiencia que ha continuado desde entonces con la participación de las mismas intérpretes, quienes han entretejido una relación profesional y personal.

El montaje toma como referencia central la noción de “cuerpo tránsito”, propuesta por Magdalena Piñeyro, filósofa contemporánea fundadora del proyecto Stop Gordofobia, idea que utiliza para referirse a un estado de espera en el que el cuerpo ideal siempre está por llegar y, mientras tanto, se nos impide habitar la corporalidad en el presente. Según la activista, su labor se enmarca en una forma de activismo gordo, concepto que se detalla en su libro 10 gritos contra la gordofobia.

“El concepto de gordofobia me parece muy interesante, pues además considero que es trasladable no sólo a las personas con sobrepeso, sino a todos los ejes de opresión que construyen la violencia estética. En nuestra sociedad entendemos la belleza como un territorio, una isla que nos han dicho que existe y a la que intentamos llegar una y otra vez, sólo para darnos cuenta de que hemos sido desterradas de ella, lo cual nos impide vivir el presente de nuestros cuerpos”, consideró Toledo.

El montaje juega con la percepción del tiempo, el cual se puede alterar o dislocar a partir de la presencia de los espectadores, ya que el punto en común con las actrices que la interpretan es que habitan un tiempo colectivo regido por la misma consideración hegemónica de lo bello. Está compuesto por una serie de cuadros, cada uno es un ensayo sobre las formas de sentir el tiempo y las políticas impuestas a los cuerpos de las mujeres. La reflexión es generada por los diálogos de las intérpretes, los cuales se entrelazan con relatos personales.

La obra tendrá temporada del 9 de agosto al 20 de septiembre, en el Teatro Santa Catarina, con funciones los jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18.