Evidencian mujeres en prisión su estado durante la pandemia

** Presentan el fanzine elaborado por internas de Santa Martha Acatitla, expertas de la UNAM y Mujeres en Espiral.

¿Habrá lo necesario para combatir el virus? No quiero pensar más, a nadie le importa lo que pasa dentro si no puedes solucionar lo que hay afuera”, escribe Guadalupe Jiménez, mujer egresada del penal de Santa Martha Acatitla en el fanzine Cuerpos y anticuerpos: maniobras y otros contagios en tiempos de pandemia.

La publicación, que fue elaborada por mujeres privadas de la libertad en Santa Martha Acatitla, expertas de la UNAM y miembros del colectivo Mujeres en Espiral, evidencia la situación que viven en los centros penitenciarios, con carencia de derechos, vulneración reiterada y cómo son criminalizadas no una, sino doble o triplemente.

Así lo consideraron Alma Patricia Piñones Vázquez, de la Comisión Interna para la Igualdad de Género, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), Eréndira Yadira Cruz Cruz y Tania Santiago Espinosa, miembros de la organización Mujeres en Espiral, quienes participaron en el Ciclo Viernes de Cultura Feminista.

Alma Piñones destacó que por estar en la cárcel “también se vulneran otros derechos, el derecho a la salud, física y mental, cuando hablaron del agua, la comida, el derecho a la educación, se quedaron durante cuánto tiempo sin los talleres que regularmente tienen y las mantienen activas y preparándose para esta reinserción”.

El fanzine también muestra algunas de las maniobras que las mujeres en conflicto con la ley enfrentaron en una situación sumamente atípica por la pandemia y que llevó a las expertas que trabajan desde 2008 en el penal de Santa Martha a repensar y revalorar medios de comunicación con ellas.

La también investigadora recordó que la última actualización del mapa penitenciario de Covid-19 (mayo de 2021), reveló que hay 4 mil 451 contagios, 357 fallecimientos, 23 incidentes de violación debido a las medidas de la contingencia, casi 4 mil procesos de libertad y 20 mil 173 vacunas aplicadas para esta población de 209 mil personas en México.

Eréndira Cruz, del Departamento de Pedagogías Críticas y Restaurativas del CIEG, añadió que según el informe especial sobre el estado que guardan las medidas adoptadas en centros penitenciarios para la atención de la emergencia sanitaria generada ante el virus SARS-CoV (Covid-19) de la CNDH, 45.6 por ciento de esta población privada de la libertad en el ámbito nacional compartió celda con más de cinco personas.

Por ello, para la estudiante de maestría en Pedagogía y las integrantes del colectivo era necesario hacer visible que en un contexto como la cárcel eran imposibles algunas de las medidas sanitarias, como el lavado constante de manos o mantener la sana distancia.

Además, precisó: “El distanciamiento físico si bien se proponía como una medida para mitigar el contagio también traía para nosotras incertidumbre, dudas, preocupaciones sobre la situación que en prisión nuestras compañeras estaban viviendo, ya que ahora la comunicación estaba mucho más limitada y no podíamos hablar con ellas, mucho menos llamarlas o mandarles algún tipo de mensaje”.

A su vez, Tania Santiago detalló que el fanzine Cuerpos y anticuerpos… buscó dar voz a las mujeres del penal aprovechando algunos de los conceptos de la pandemia como inoculación, confinamiento forzado, anticuerpos, uso de cubrebocas, contagios, lavado de manos, la negación de contacto con otros.

Tania Santiago subrayó: “El lavado de manos lo entendemos como el distanciamiento de una problemática… No podíamos simplemente lavar nuestras manos y negar la existencia de las mujeres, sus contextos, familias, y la precariedad a la que son sometidas, así que nuestra estrategia fue ensuciarnos las manos y maniobrar para reducir las distancias entre ellas confinadas y nosotras afuera resguardadas y así seguir tocándonos y encontrándonos”.

En estas reflexiones y contexto, agregó, el cubrebocas es una suerte de trampa institucional, pues tiene al menos tres usos y sentidos, por un lado, es un elemento de protección; por otro, de camuflaje que sirve para ocultar la identidad y, por último, cubrir la boca es en momentos de máxima represión, un gesto brutal que impide el grito y suspende el habla.

Los textos de Cuerpos y anticuerpos: maniobras y otros contagios en tiempos de pandemia pueden ser consultados en: http://www.esteticas.unam.mx/sites/default/files/files/fanzine-cuerpos-Y-anticuerpos_300620.pdf.