Exigen justicia para Yerli Yartiza, hija buscadora de 18 años asesinada en Chiapas.

*Foto: Universidades para el Bienestar Benito Juárez García Sede Ocosingo, Chiapas

27.11.2025  Ciudad de México | Desinformémonos.- Organizaciones de derechos de las mujeres exigieron justicia para la defensora buscadora Yerli Yaritza, de 18 años de edad, quien fue víctima de feminicidio en Ocosingo, Chiapas, entidad en la que buscaba a su padre Hamilton Pérez Coutiño, desaparecido el 17 de abril de 2024.

«El feminicidio de Yerli Yaritza es un ataque directo contra las mujeres buscadoras y contra el derecho de las familias a encontrar a sus desaparecidos», aseguraron la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México y la IM-Defensoras, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre.

El cuerpo de Yerli Yaritza, estudiante de enfermería, fue hallado sin vida el pasado 23 de noviembre en su domicilio en el barrio Guadalupe Pashilá. En un principio «y antes de recabar las pruebas suficientes», se señaló que la causa de muerte era un posible suicidio, «sin embargo tras la obtención de datos en la escena y las diligencias correspondientes se comprobó que la defensora fue asesinada», explicaron las organizaciones.

Recordaron que las buscadoras en México «son las defensoras con el mayor riesgo de violencia letal», y que de 2020 a la fecha han documentado el feminicidio de 17 buscadoras que participaban en diferentes colectivos de búsqueda en el país, de las cuales cuatro fueron asesinadas en 2025.

«Cabe mencionar que también hemos registrado ataques contra integrantes de las familias de las defensoras buscadoras, como prácticas deliberadas con el objetivo de silenciarlas en un contexto de violencia estructural cada vez más agudo y complejo», agregaron la Red e IM-Defensoras en un comunicado.

Tras la confirmación del feminicidio, compañeras de la escuela de enfermería de Yerli Yartiza protestaron para exigir justicia y demandar un alto a la violencia contra las mujeres y las buscadoras en Chiapas. Por su parte, la Red Nacional de Defensoras y la IM-Defensoras exigieron que las autoridades reconozcan públicamente la labor de Yerli como defensora de derechos humanos y buscadora, así como garantías de protección y medidas de atención integral para su familia y la colectiva Madres Buscadoras de Chiapas.

A continuación el comunicado completo:

El pasado 23 de noviembre en Ocosingo, Chiapas, la defensora buscadora Yerli Yaritza fue hallada sin vida en su domicilio, ubicado en el barrio Guadalupe Pashilá. En un inicio y antes de haber recabar las pruebas suficientes, se hizo el señalamiento de un posible suicidio, sin embargo tras la obtención de datos en la escena y las diligencias correspondientes, se confirmó que la defensora fue asesinada.

Yerli Yaritza buscaba a su padre Hamilton Pérez Coutiño desaparecido el 17 de abril de 2024 mientras conducía un taxi y fue visto por última vez en la comunidad Lumiljá, municipio de Tila. Yerli, que tenía 18 años de edad y era estudiante de enfermería, participaba activamente junto con su madre, Angélica, en las labores de búsqueda de su padre, y asumió esta labor como un acto de resistencia y de cuidado colectivo frente a la violencia y la impunidad.

El feminicidio de Yerli Yaritza es un ataque directo contra las mujeres buscadoras y contra el derecho de las familias a encontrar a sus desaparecidos. Cabe recordar que el pasado 7 de octubre, elementos de la Policía Municipal de Tuxtla Gutiérrez Chiapas, intentaron desalojar y reprimieron con violencia a siete defensoras buscadoras integrantes de la Colectiva Madres en Resistencia Chiapas que se encontraban llevando a cabo un plantón pacífico frente a la Fiscalía General del Estado de Chiapas.

En este contexto, los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas enfrentan en el país una realidad crítica de agresiones debido a su rol y a su fuerza cada vez más organizada para exigir justicia, tal y como lo refleja nuestro informe “QUE BUSCAR VERDAD Y JUSTICIA NO NOS CUESTE LA VIDA. 10+ años de agresiones contra defensoras del derecho a la verdad, justicia y reparación en Mesoamérica (2012-junio 2025)”, en los últimos años hemos constatado un aumento de la cantidad y gravedad de las agresiones contra buscadoras de personas desaparecidas, solo entre 2020 y el primer semestre de 2025 registramos en México un total de 1495 agresiones contra defensoras del derecho a la verdad y la justicia.

En México, las buscadoras son las defensoras con el mayor riesgo de violencia letal. Incluyendo el caso de Yerli Yaritza, de 2020 a la fecha hemos documentado el feminicidio de 17 buscadoras que participaban en diferentes colectivos de búsqueda en el país; cuatro de ellas fueron asesinadas durante el 2025. Cabe mencionar que también hemos registrado ataques contra integrantes de las familias de las defensoras buscadoras, como prácticas deliberadas con el objetivo de silenciarlas en un contexto de violencia estructural cada vez más agudo y complejo.

Desde la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México y la IM-Defensoras condenamos este crimen y nos solidarizamos con la familia de la defensora Yerli y con sus compañeras de búsqueda de la colectiva Madres Buscadoras de Chiapas.

De igual manera, exigimos que se reconozca públicamente la labor de Yerli como defensora de derechos humanos y buscadora.

A las autoridades de todos los niveles de Gobierno les exigimos garantías de protección y medidas de atención integral para la familia de Yerli y la colectiva Madres Buscadoras de Chiapas; así como la realización de una investigación con debida diligencia y perspectiva de género, garantizando justicia y verdad.

Demandamos al Estado mexicano que asuma su responsabilidad de garantizar condiciones seguras para quienes ejercen la defensa de derechos humanos en contextos de desaparición.

Finalmente hacemos un llamado a la comunidad internacional para que se mantenga al pendiente de la grave situación en México respecto a las personas desaparecidas y a la violencia que enfrentan quienes, especialmente mujeres, ante la omisión de las instituciones estatales, se dedican a su búsqueda incansable, acuerpándolas a ellas y a sus colectivos.