DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Cinco o dos años, los que gobierne Jaime Bonilla Valdez, muestran la decisión de los bajacalifornianos de dar un golpe de timón a sus expectativas, ya que apostaron por un cambio en el modelo de gobierno, después de 30 años de administraciones panistas.
Lo del tiempo que dure el gobierno de Bonilla Valdez, corresponde a la Corte y no inquieta a la población que está conforme con que el nuevo mandatario lo haga por cinco años, tal y como protestó en el Congreso del estado.
Para los bajacalifornianos todo debe ser distinto a partir del pasado viernes, ya que se termina con la hegemonía del partido blanquiazul, que fue visto como una gran posibilidad de desarrollo para el estado y de bienestar para la población y terminó con un gobierno corrupto, desastroso y arbitrario.
La diferencia se marcó desde la forma en que fueron electos Francisco (Kiko) Vega y Jaime Bonilla. El primero en unos comicios polémicos, sin claridad y con protestas de fraude por parte de un priismo que no quedó convencido con el resultado, el que fue calificado como moneda de trueque por el apoyo panista en el Congreso de la Unión a las reformas del Presidente peña Nieto. El de Bonilla fue convincente y con una mayoría absoluta, donde su partido triunfó en los cinco ayuntamientos y el total de las 17 diputaciones locales.
La lucha contra la corrupción y la creación de un instituto para regresar al pueblo lo robado, son algunas de las acciones que respaldan lo declarado desde la campaña electoral por el actual gobernador, revisar las cuentas de la anterior administración, debido a que dejaron las arcas vacías y la deuda en grado superlativo,
Desde su toma de posesión, Bonilla Valdez anunció un eje rector de su gobierno, compendiado en un decálogo, en el que se destacan la paz social, impulsando acciones conjuntas e inteligentes que deriven en seguridad, orden y paz para toda la población.
No más fraudes, ni corrupción en los asuntos públicos. Daremos cárcel a los corruptos de antes y a los futuros, advirtió.
Finanzas responsables y no más derroches, con políticas públicas para la equidad, inclusión y alto a la violencia de género.
Un gobierno dedicado al pueblo, con manejo responsable de los recursos naturales del estado.
También se destaca desarrollo urbano, con una mejor infraestructura, dando certeza jurídica de la tierra, con la rehabilitación de vías y espacios públicos.
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La tercera es la vencida y después de dos votaciones para elegir al nuevo presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en las que no se logró la mayoría requerida, los senadores realizarán una nueva hoy, donde de no llegar a las dos terceras partes de votos requeridos, se optará por una nueva terna.
Los nombres son los mismos que ya fueron votados la semana pasada con Rosario Piedra, Arturo Peimbert y José de Jesús Orozco.
Rosario fue la que más alta votación obtuvo en las pasadas rondas, aunque fue impugnada por haber sido candidata a diputada por MORENA, mientras que Orozco mantiene dudas por venir, como los anteriores, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, cuyo modelo ven obsoleto.de ahí surge la posibilidad de que Peimbert sea electo, por su labor en la defensoría de Derechos Humanos en Oaxaca.
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