Fallece el clavadista olímpico Carlos Girón por una bacteria hospitalaria

* Más tarde rectificó la Conade y el IMSS reportó que lo atiende aunque su pronóstico es reservado.

/Redacción/

Cdmx., 08 enero 2020.- El medallista olímpico de Moscú 80, Carlos Girón, falleció este miércoles a los 65 años a causa de complicaciones de una neumonía informó la CONADE, sin embargo más tade rectificó ña Comisión del Deporte cuando su hija y el IMSS lo desmintieron.

El ex clavadista estaba internado en el Centro Médico de la Raza desde el pasado 20 de diciembre, sin embargo, una bacteria hospitalaria complicó su salud y, tras permanecer en coma inducido, este miércoles finalmente fue desconectado decían los reportes.

Supuestamente el ex clavadista Carlos Girón, medallista olímpico de Moscú 80, falleció debido a una infección pulmonar que lo aquejó desde diciembre y lo mantenía con pronóstico reservado.

Girón, quien estaba internado en el Centro Médico de la Raza de la capital mexicana desde antes de navidad , no respondió a los tratamientos médicos, por lo que se esperaba una reacción en las próximas horas para una intervención quirúrgica.

En el mes de febrero del 2013, en un examen de rutina que le practicaron al subcampeón olímpico de clavados Carlos Girón le detectaron un aneurisma en la aorta torácica que puso en riesgo su vida. En aquel tiempo, los médicos evaluarían las condiciones de la afección de uno de los deportistas mexicanos más exitosos en la historia olímpica.

La Revista ESTO recuerda su destacada trayectoria como atleta.

En aquel entonces, Carlos tenía 58 años y en su palmarés recordamos que llegó a ser número uno del mundo y primer ganador del Premio Nacional de Deportes, reconocimiento instituido por el gobierno en 1975. En esa ocasión, Girón Gutiérrez, originario de Mexicali, Baja California, escribió unas palabras que llegaron al alma.

“Por alguna razón tengo la inminente necesidad de decirles que agradezco infinitamente todo el cariño que siempre he recibido de ustedes en sus comentarios, afirmaciones, bromas, etcétera, pero más agradezco a Dios por permitirme disfrutar de cada momento de mi vida y ahora más que nunca sé que siempre he tenido la luz conmigo y que estará siempre aún después de mis días”, expresó Carlos, quien solía festejar su cumpleaños con un clavado en el Deportivo Chapultepec.

En su extensa carta que conservamos y hacemos pública nuevamente, dijo que “sería muy ingrato sino dijera que he sido y soy con todos mis seres queridos a quienes siempre estoy amando más cada día y también esta tierra a la que solo desgarrándome el alma me pueden deslindar de ella. Seguro estoy que los seguiré leyendo más adelante donde quiera que me encuentre”, palabras de un hombre de fe, a quien se le reconoce como parte fundamental de la historia de los clavados.

En la principal enciclopedia de los Juegos Olímpicos que tuvo su última edición para el año 2012, “El Libro Completo de los Olímpicos”, en el apéndice de clavados, durante los Juegos Olímpicos de Moscú 80, describe de una manera sintética lo que ocurrió en la especialidad de trampolín de tres metros varoniles. Retomamos, el triste episodio para nuestro deporte, ya que a Carlos se le negó la máxima gloria, no obstante que el presidente de la FINA, era mexicano, el licenciado Javier Ostos Mora.

La victoria de Aleksandr Portnov fue opacada por la controversia. Distraído por el ruido del público viendo la final de 100 metros mariposa hombres, Portnov realizó el clavado 2.5 que es dos vueltas con medio giro lo falló. Él inmediatamente protestó y le fue otorgada otra oportunidad, la cual realizó de forma excelente. Girón, Cagnotto y Hoffman reclamaron y exigieron que ellos fueron sujetos a distracciones iguales. Hoffman estuvo particularmente enojado desde que su reclamo en uno de sus clavados lo distrajo el flash de un fotógrafo y no le permitieron repetir el salto. La ceremonia de medallas fue retrasada por dos días hasta que la decisión final fue anunciada por la Federación Internacional de Natación Amateur (FINA). En la Ciudad de México hubo manifestaciones afuera de la embajada soviética para protestar por la decisión que habían tomado.