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Bogotá, Colombia.— La influenciadora digital Alejandra Esquin, conocida en redes sociales como “Baby Demoni”, falleció el pasado 15 de octubre en circunstancias que han generado conmoción y diversas versiones sobre lo ocurrido. La joven, reconocida por su estilo irreverente y presencia viral en plataformas como TikTok e Instagram, fue encontrada en estado crítico en su domicilio tras una discusión con su pareja, el rapero bogotano Samor One.
De acuerdo con testimonios difundidos por personas cercanas, el episodio comenzó con una llamada telefónica en la que Esquin expresó angustia y desesperación. El creador de contenido “La Fresa Más Nea”, amigo de la joven, relató que recibió audios en los que ella lloraba y manifestaba no saber cómo actuar. Ante la preocupación, alertó a la familia. Horas después, una vecina reportó gritos y signos de violencia en el inmueble.
El rapero Samor One publicó una declaración en video negando cualquier responsabilidad en el fallecimiento. Aseguró que fue él quien encontró a Esquin en situación de riesgo y la trasladó a urgencias. “Yo fui quien la auxilió. Tuvimos una discusión, me salí a tomar aire y cuando regresé, la encontré haciéndose daño”, explicó. También rechazó las versiones que lo señalan como agresor.
La controversia aumentó tras declaraciones de la empresaria Yina Calderón, amiga de la influenciadora, quien pidió esclarecer el caso. Según sus declaraciones, en el hospital se habrían detectado huellas de asfixia, lo que ha generado inquietud en redes sociales y entre seguidores de Esquin.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido un informe oficial sobre las causas del fallecimiento. La Fiscalía General de la Nación confirmó que se abrió una investigación para determinar si hubo violencia de género o negligencia en la atención médica. El caso ha reavivado el debate sobre la salud mental, la violencia en relaciones afectivas y la exposición pública de figuras digitales.
Alejandra Esquin tenía 26 años y contaba con miles de seguidores en redes sociales. Su estilo provocador y sus contenidos sobre cultura urbana la convirtieron en una figura influyente entre jóvenes colombianos. Su fallecimiento ha generado múltiples expresiones de duelo y exigencias de justicia en plataformas digitales.
