* Conocida como Violeta Barrios de Chamorro fue mandataria de 1990 y hasta 1997, periodo en el que fin a una década de guerra civil e instauró un proceso de reconciliación nacional en Nicaragua.
* La política es reconocida como la mujer que llevó la paz a Nicaragua.
14.06.2025 Violeta Barrios Torres de Chamorro, quien en 1990 se convirtió en la primera mujer presidenta en Nicaragua y en América Latina falleció en Costa Rica la madrugada del sábado a los 95 años de edad, informó su familia en comunicado.
Viuda del periodista y dirigente político Pedro Joaquín Chamorro, asesinado bajo el régimen de Anastasio Somoza en 1978, falleció después de una larga enfermedad.
Violeta Barrios había enfrentado una embolia cerebral en 2018 dejando la vida pública a causa de un tumor en la cabeza. En octubre de 2023 y bajo permanente asistencia médica fue trasladada a Costa Rica, donde residen sus tres hijos exiliados: Cristiana, Pedro Joaquín y Carlos Fernando Chamorro Barrios.
“Doña Violeta falleció en paz, rodeada del cariño y del amor de sus hijos y de las personas que le brindaron un cuido extraordinario, y ahora se encuentra en la paz del Señor”, precisa el mensaje de la familia, al tiempo que agradecen a quienes acompañaron a la ex mandataria durante sus últimos años.
La familia advirtió que se buscará regresar los restos mortales de Violeta Barrios Torre de Chamorro desde Costa Rica a su patria Nicaragua, pero hasta que su “legado patriótico pueda ser honrado en un país libre y democrático”.
¿Quién era Violeta Barrios Torres?
Nacida el 18 octubre de 1929 en el departamento nicaragüense de Rivas, se impuso en los comicios del 90′ junto al partido Unión Nacional Opositora (UNO), tras desarrollarse profesionalmente como periodista derrotando al dictador Daniel Ortega.
Luego de un periodo en los Estados Unidos, donde estudió en gran parte de su juventud, se casó con Pedro Joaquim Chamorro Cardenal, director del periódico ‘La Prensa’, desde donde se lanzaba constantemente una crítica a la dictadura de la familia Somoza, que la obligó a exiliarse en 1957 a Costa Rica.
Más tarde regresó a Nicaragua tras una amnistía declarada por Somoza. Sin embargo, su esposo fue asesinado en 1978 tras múltiples encarcelamientos por su postura política. El hecho se convirtió en una clave para desencadenar la revolución, liderada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que derrocó al gobierno de Anastasio Somoza Debayle en el 79′.
Chamorro marcó un hito en América al convertirse en la primera mujer elegida para ser presidenta en 1990 con el 55 % de los votos. Fue reconocida, además, como la mujer que llevó la paz a Nicaragua.
Barrios de Chamorro fue elegida como la candidata por el UNO en el proceso democrático y triunfó contra en ese entonces candidato Daniel Ortega Saavedra, líder del Sandinismo y actual mandatario desde 2007, para tomar posesión el 25 de abril de 1990.
En 1990, cuando asumió su mandato, recibió un país que atravesaba una guerra civil y una enorme inestabilidad económica: “Sentí una gran angustia en mi corazón al recibir un país en guerra y destruido. La patria que heredé era una sociedad desgarrada por la división”, relató en sus memorias Sueños del corazón.
Tras el triunfo de la Revolución Sandinista en 1979 y tras casi 10 años de guerra civil, Nicaragua celebró elecciones en 1990.
Encuestas publicadas en medios internacionales daban la victoria al revolucionario sandinista Daniel Ortega, para entonces presidente, pero con el 55% de los votos la presidencia la ganó Violeta Barrios de Chamorro, quien era la candidata de la Unión Nacional Opositora (UNO), conformada por 14 partidos de oposición.
Su triunfo, dijo a BBC Mundo Sofía Montenegro, socióloga e investigadora, representó “la derrota de la revolución, el fin de la guerra y la llegada de la transición democrática”.
Su victoria, afirmó el escritor Sergio Ramírez, fue “una circunstancia clave para Nicaragua, porque doña Violeta quiso llevar adelante una política de reconciliación después de una guerra tan prolongada, y al mismo tiempo sentar las bases de una democracia representativa duradera, en medio de grandes contradicciones, con la línea dura del Frente Sandinista por una parte, y con la línea dura de la UNO por otra”.
Ramírez, que para ese entonces era vicepresidente de Nicaragua por el Frente Sandinista, ha reconocido en varias entrevistas que nunca imaginó la derrota.
“Siempre he pensado que mi candidatura fue producto de las circunstancias, y que yo me entregué a ella para que Pedro y Nicaragua pudieran triunfar a través de mí”, escribió Violeta en su autobiografía.
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