Falta estudiar la crítica de arte en medios impresos

*Coloquio organizado por el Posgrado en Historia del Arte, el Instituto de Investigaciones Bibliográficas y el Munal.

/ Laura Lucía Romero Mireles / Foto Francisco Parra /

De manera cronológica y con ayuda de una buena nómina de especialistas, durante tres días, del 27 al 29 de abril, se llevó a cabo el coloquio La crítica de arte en México. Dinámicas de producción, circulación y consumo, en el que se hizo un recorrido del tema desde la época novohispana hasta el arte digital. 

En la inauguración realizada en el Museo Nacional de Arte (Munal), Pablo Mora Pérez-Tejada, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM, recalcó que el tema de la historia de la crítica de arte muchas veces ha estado descuidado.

Sin duda, sostuvo, ésta constituye desde hace mucho tiempo “un espacio en la tradición impresa que tiene una función clara en las propias producciones editoriales”. Podemos hablar de sus orígenes desde el siglo XVIII y cómo, de forma paulatina, se fue abriendo un sitio.

En el siglo XIX esta práctica se fortaleció acompañada de otras actividades artísticas, como la literatura y la propia cultura editorial, de una sociedad burguesa que se estableció bajo la idea del progreso. Su auge se consolidó en la segunda mitad del periodo decimonónico, particularmente en Europa; pero también en México comenzó a fortalecerse con revistas en las que se le incorporaba. La crítica de arte en México se desarrolla de manera más evidente con la publicación de revistas literarias y suplementos que aparecieron en la primera parte del siglo XX, entre ellas, México ModernoEl Universal Ilustrado y Revista de Revistas.

En el caso de la Biblioteca Nacional de México (BNM) y la Hemeroteca Nacional de México (HNM) “nos interesa destacar este aspecto de la historia de la edición, de los periódicos y las revistas, porque se trata de un área de trabajo poco explorada y que tiene mucho de qué hablar en los terrenos de la historia del arte y de la crítica”, reiteró.

Ambas instancias resguardan colecciones que en muchos casos permanecen poco consultadas y estudiadas, aunque cada vez se despierta más interés por esa enorme riqueza. Falta estudiar la crítica de arte a partir de la tradición impresa que tenemos en México, recalcó Pablo Mora.

En la primera sesión, Carmen Gaitán Rojo, directora del Munal, recordó que en el pasado había suplementos culturales y los críticos de arte. Con la pluma, realizaban sugerencias; había polémicas y debates muy interesantes, aguerridos muchos de ellos; y el producto de eso eran críticas a veces impertinentes y, en otras, alentadoras.

Hoy eso ocurre en las redes sociales y la crítica de arte impresa ya no tiene el peso de antes; también quedan pocos suplementos culturales. “Por eso este coloquio es tan importante, no sólo para los interesados, sino para nosotros que aterrizamos las teorías que se discuten, quienes estamos encargados de presentar actos artísticos, como exposiciones”.

Erik Velásquez García, coordinador del Posgrado en Historia del Arte de la UNAM, rememoró que antes de la pandemia llegó una iniciativa a esa instancia universitaria “para realizar este coloquio; pero vino la emergencia sanitaria, y se decidió que el encuentro no se realizara en línea. Luego de la espera, ahora celebramos lo que nos gusta hacer en compañía de nuestros colegas”. Dicho posgrado es el semillero, no solamente de los historiadores de arte, sino de los críticos de arte, y en él participaron tanto egresados como tesistas activos y tutores.

María Andrea Giovine Yáñez, del IIB y coordinadora académica del coloquio, añadió que “en nuestros impresos resguardamos una cantidad invaluable de imágenes que son también parte de la historia del arte, que circularon de manera muy intensa en manos de los lectores de revistas y periódicos. Nuestro interés era, sobre todo, poner el foco en eso: en cómo ha circulado la crítica de arte, cómo han ido evolucionando sus estrategias, cómo se ha ido construyendo a lo largo del tiempo la figura del crítico de arte, sobre todo circunscrito a sus canales de distribución”, etcétera.

La universitaria agradeció a las instancias que posibilitaron la realización del coloquio, como el Munal, el Posgrado en Historia del Arte y el IIB.

Fernando Ibarra Chávez, de la Facultad de Filosofía y Letras y también coordinador académico del encuentro, destacó la importancia de mantener comunicación y que haya relaciones más estrechas entre las distintas instituciones que se dedican al arte. “Poner en relieve las redes de investigación que se han construido y la necesidad de establecer relaciones cercanas entre investigadores experimentados y los que apenas están egresando de licenciaturas y posgrados en historia del arte, la prensa o la crítica.