“Fantapapa” y “Name the Cardinal”: los juegos sobre el cónclave que se vuelven virales.

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/ Por Victoria Cardiel /

Mientras los cardenales electores apuran las últimas reuniones preparatorias del cónclave, miles de personas ya están apostando —virtualmente— por el perfil que encarnará el próximo Papa.

Desde el 21 de abril, el juego italiano “Fantapapa” está triunfando entre cientos de usuarios que se divierten prediciendo quién será el próximo sucesor de Pedro a partir de la creación de su propio “equipo” de cardenales. Se trata de un juego virtual muy similar a la famosa liga de fútbol Fantasy, pero en vez de jugadores hay que elegir 11 cardenales que se consideren papables.

Como si se tratara una alineación de un equipo de fútbol, en Fantapapa hay un “capitán papable” (el favorito), un “portero” (el considerado menos probable) y nueve “jugadores titulares” más. El juego también incluye divertidos vaticinios sobre el nombre del futuro pontífice, la fecha en la que será elegido, el número de escrutinios que recibirá, la orden religiosa a la que pertenece y hasta detalles más concretos, como si llevará gafas o no.

En solo una semana, cerca de 60.000 personas, en su mayoría italianos, se han inscrito a esta plataforma lúdica.

Aunque adopta el lenguaje del entretenimiento, Fantapapa tiene también un fin pedagógico. “Las dinámicas de poder en el Vaticano generan mucha curiosidad. El juego permite a la gente comprender parte de ese misterio”, explicó Pietro Pace, uno de sus creadores al periódico local Il Giorno.

La plataforma solo tiene versión en italiano, aunque ofrece una pequeña ayuda en inglés a través de “Galileo”, un asistente virtual que guía al usuario mientras juega.

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Los resultados de los cardenales más usados podrían interpretarse como una suerte de termómetro popular sobre los deseos que rodean a la elección del nuevo Papa. Según aprecian sus creadores, entre los favoritos están, por ejemplo, el cardenal arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi; el cardenal secretario de Estado durante el pontificado de Francisco, Pietro Parolin; o el cardenal filipino Luis Antonio Tagle.

Pero también hay sorpresas. Por ejemplo, el cardenal italiano Fabio Baggio se ubica en séptimo lugar, tal vez por compartir apellido con el famoso futbolista Roberto Baggio.

Otra curiosidad es que el ucraniano Mykola Bychok, de 45 años, el cardenal más joven del mundo ha sido sobre todo colocado en la posición de “portero”, es decir, como el candidato menos probable para ser el próximo Pontífice.

El pistoletazo de salida tras el que se contarán los puntos será justo después de que el Maestro de Ceremonias, Mons. Diego Ravelli, pronuncié el “Extra omnes”, con el que las puertas se cerrarán herméticamente para dar paso a la secreta elección.

Los aciertos se pondrán de manifiesto cuando efectivamente se haya elegido al Papa número 267 de la Iglesia. Entonces se otorgarán los puntos a los jugadores. Al final se elaborará un ranking con los cardenales más utilizados. Sin embargo, no hay previsto ningún premio material. “Quien gane obtendrá simplemente la gloria eterna”, bromeó Pace.

Otros juegos: Name the Cardinal

Sin embargo, Fantapapa no es el único juego que ha irrumpido en Internet ante el cónclave, lo que demuestra la expectación que genera incluso en ámbitos no religiosos.

En paralelo, ha aparecido también otro juego llamado Name the Cardinal, una suerte de trivial eclesial en el que el reto consiste en reconocer el mayor número posible de cardenales electores.

Son 135 en el juego (aunque son 133 en el cónclave real) y te reta a identificarlos uno a uno: por cada acierto, se suman 10 puntos. Pero si cometes ocho errores, el juego termina.

Su objetivo es claro: ayudar a los jugadores a memorizar los rostros y nombres de los cardenales, de cara al momento clave en que uno de ellos saldrá elegido Papa.

*Victoria Cardiel es periodista especializada en temas de información social y religiosa. Desde el 2013, ha cubierto toda la actualidad del Vaticano para diversos medios, como la agencia de noticias española Europa Press, o el semanario de la Archidiócesis de Madrid, Alfa y Omega.