Feminicidas no son enfermos mentales, sino manifestación de violencia estructural: activistas increpan proyecto de Zaldívar

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/Escrito por Berenice Chavarría Tenorio /Cimac Noticias/

Ciudad de México.- En el proyecto para “erradicar la violencia feminicida” presentado recientemente por el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, se insta al Instituto de las Mujeres (Inmujeres) a elaborar perfiles psicosociales de los feminicidas en un intento por “conocer la conducta de quienes se han involucrado en la comisión de dicho delito”. Sin embargo, abogadas y académicas señalan que este tipo de medidas solo individualizan un problema que es en realidad estructural.

El artículo 60 del proyecto destaca que será Inmujeres y “los institutos correspondientes de las entidades federativas” quienes se encargaran de “identificar a los agresores, sus circunstancias psicosociales” con el fin de que la sociedad conozca cómo sucede la violencia feminicida, su incidencia y “la conducta de quienes se hayan involucrado en la comisión de dichos delitos”.

Al respecto, la directora de la organización Justicia Pro Persona, Ana Yeli Pérez Garrido, afirmó en entrevista con Cimacnoticias que la atención a la violencia feminicida “no va por ahí”, pues al hablar de perpetradores no podemos asumir que los crímenes son cometidos a raíz de una “enfermedad mental”.

En ese sentido, Pérez Garrido denunció que el proyecto de Arturo Zaldívar está pensado en los agresores y no en las víctimas.

El feminicidio “no puede estar enfocado y justificado en cuestión de salud mental, sino en la violencia estructural en que vivimos”, explicó la abogada feminista. También añadió que la alta criminalidad e impunidad son los factores que propician que estos crímenes persistan.

En lo anterior coincidió Mariana Espeleta Olivera, académica del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). La doctora en Ciudadanía y Derechos Humanos resaltó en entrevista con Cimacnoticias que hacer perfiles psicológicos de los feminicidas promueve que sean percibidos como “anómalos”, individuos que perpetraron los asesinatos violentos de mujeres debido a que tienen “ciertos traumas”.

En este contexto, Espeleta Olivera aseveró que falta reconocer que México tiene un problema sistémico, ya que “hay factores comunitarios de seguridad que favorecen que el feminicidio sea una opción viable para tantos perpetradores”.

Al concluir su análisis, las especialistas concordaron que para entender, prevenir y erradicar la violencia feminicida se requieren análisis de contexto, peritajes sociales y una adecuada profesionalización de las y los servidores públicos. Enfocar la atención en un feminicida solo contribuiría al crecimiento de una cadena de violencia e impunidad que en nada beneficiaría a las víctimas.

CIMACFoto: César Martínez López
Cabe destacar que la organización feminista EQUIS Justicia para las Mujeres también señaló que el proyecto presentado por Arturo Zaldívar “tiene una visión individualista y patologizante del feminicidio”.

La asociación indicó que: “Prima la revictimización y se centra en quién comete el delito. Omite leyes que, en efecto, se centran en los derechos de las mujeres (…), las cuales prevén medidas de rehabilitación, restitución, compensación y satisfacción, incluso, no utiliza los estándares de reparación integral del daño”.

La propuesta del ministro presidente de la SCJN se da aún cuando la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) recomendó en 2017 que los Estados parte adoptaran medidas en las esferas de la prevención, protección, la reparación, recopilación y supervisión de los datos y la cooperación internacional a fin de acelerar la eliminación de la violencia por razón de género contra la mujer.

“Todas las medidas deberían aplicarse con un enfoque centrado en la víctima o superviviente, reconociendo a las mujeres como titulares de derechos y promoviendo su capacidad para actuar y su autonomía. Además, las medidas deberían concebirse y aplicarse con la participación de la mujer, teniendo en cuenta la situación particular de las mujeres afectadas por las formas interrelacionadas de discriminación.

CEDAW

Así, el Estado mexicano tiene la obligación de priorizar a las mujeres y víctimas, lejos del sensacionalismo que supone encasillar a un hombre como “monstruo” o “caníbal”, lo cual no solo impide erradicar la violencia feminicida, sino que la normaliza e incluso la espectaculariza.