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Ciudad de México.- El feminicidio de Montserrat Bendimes Roldán, perpetrado en abril de 2021 en Veracruz, continúa impune. Durante la investigación se ha hecho evidente la falta de perspectiva de género en las instancias de justicia nacionales, pero además, los medios de comunicación han dado voz al presunto feminicida, Marlon Botas Fuentes, hecho que podría provocar afectaciones al proceso jurídico, tal como señalaron especialistas en materia legal.
Montserrat Bendimes fue golpeada por Marlon Botas hace un año. Los padres del presunto feminicida trasladaron a la joven de 20 años de edad a un hospital y posteriormente ayudaron a su hijo a huir; mientras Montserrat se debatía entre la vida y la muerte, Marlon desapareció.
Días después y tras el extremo daño físico causado por Botas Fuentes, Montserrat Bendimes murió, lo que desató una ola de indignación en México. Las exigencias de justicia no cesaron y el rostro del presunto feminicida comenzó a circular en calles, redes sociales y medios de comunicación; siete meses después, sus padres fueron detenidos en la Ciudad de México.
Sin embargo, no se tenía ningún rastro de Marlon Botas hasta hace unos días. El 16 de mayo filtró un video a medios de comunicación donde, sin ninguna señal de temor, condicionó a la Fiscalía General del Estado de Veracruz para entregarse a cambio de la liberación de sus padres.
En estos casos, los medios de comunicación han jugado un papel crucial, pues la difusión de las filtraciones puede dañar jurídicamente los procesos: mostrar el rostro del presunto agresor transgrede sus derechos al debido proceso y a la presunción de inocencia.
“Este tipo de conductas puede interferir con la investigación y el seguimiento legal al caso”, destaca el “Manual urgente para la cobertura de violencia contra las mujeres y feminicidios en México” realizado por la Iniciativa Spotlight, una campaña conjunta de la Unión Europea y las Naciones Unidas.
En lo anterior coincide la activista feminista Yndira Sandoval Sánchez, quien en entrevista con Cimacnoticias destacó que los medios que exhiben información filtrada están “subestimando los casos jurídicamente”, por lo que deben ser sancionados.
La violencia feminicida como un “espectáculo” por clics.
En México, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia en su artículo 38, apartado VIII, estipula la necesidad de vigilar que los medios de comunicación “no fomenten la violencia contra las mujeres y que favorezcan la erradicación de todos los tipos de violencia, para fortalecer el respeto a los derechos humanos y la dignidad de las mujeres”, aunque en la cotidianidad esto no ocurre.
Los medios de comunicación han presentado a las audiencias la violencia feminicida espectaculizarida, en un intento por obtener más visitas en sus portales. Aunque en sus coberturas diarias no contextualizan las cifras de agresiones ni dan lugar a las voces de las víctimas, dan cuenta de detalles morbosos o revictimizan a las mujeres en tanto el caso les permita exprimirlo en su beneficio.
Brindar un espacio a presuntos feminicidas como Marlon Botas Fuentes puede generar empatía hacia ellos, también invisibiliza la problemática de violencia de género y es posible que se presenten impactos dañinos permanentes en las víctimas y sus familias.
Al respecto, la antropóloga argentina Rita Segato señala que los casos de feminicidio se repiten porque se muestran como un espectáculo:
“Los medios están con una deuda con la sociedad. Ahí comparo la mediatización del suicidio y la mediatización de los femicidios/feminicidios y de las agresiones de género; cuando se informa, se informa para atraer espectadores y por lo tanto se produce un espectáculo del crimen, y ahí ese crimen se va a promover. Aunque al agresor se lo muestre como un monstruo, es un monstruo potente y para muchos hombres la posición de mostrar potencia es una meta”.
Rita Segato
Por estas razones, varias entidades internacionales han recomendado a la prensa presentar la violencia de género como un problema estructural y no como historias aisladas; de esta forma se podría dimensionar, por ejemplo, que en México 10 mujeres son asesinadas por día y que en los primeros meses del 2022 se han registrado 857 asesinatos violentos de mujeres, de los cuales solo 229 se investigan como feminicidio, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Ante la situación actual, organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exhortan a la prensa a que se ejerza el periodismo con perspectiva de derechos humanos y de género y parar con la reproducción de la violencia machista desde los medios de comunicación.