Feminicidio y pederastia, necesario legislar

Lucy Meza

Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a septiembre de 2019, 2 mil 833 mujeres fueron asesinadas en México.

Por su parte, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), ha cuantificado que sólo 726 (25.6%) son investigados como feminicidios, mientras que los otros 2 mil 107 asesinatos se consideran homicidios dolosos.

Las estadísticas de enero son alarmantes. En esos primeros 31 días de este año se produjeron 21 feminicidios, lo que equivale a que una mujer fue asesinada cada 35 horas.

Por esto, el pasado jueves, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, presentó una iniciativa para unificar, en todo el país, la tipificación del feminicidio y las sanciones a las que sean acreedores quienes los cometan.

El número cada día creciente de feminicidios en nuestro país obliga no sólo, como señala la propuesta del Coordinador Parlamentario de Morena, que a quien cometa el delito de feminicidio se le imponga una pena de 40 a 60 años de prisión y de 750 a mil 500 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización.

Ya en una entrega anterior en diciembre del año pasado, señalé que “la violencia de género han permeado en el ánimo de una buena parte de la sociedad, pues es claro que los derechos de las mujeres son violentados de manera sistemática, sin sanción alguna en la mayoría de los casos para sus agresores”.

En este sentido, la propuesta presentada por el legislador zacatecano plantea que “el sujeto activo perderá todos los derechos con relación a la víctima y ofendidos, incluidos los de carácter familiar y sucesorio, así como aquellos relacionados con los hijos en común”. Desde luego es una medida acertada que podría sí, inhibir la violencia contra las mujeres o cualquier otra persona vulnerable.

Apuntaba la necesidad de legislar, pero también concientizar contra la violencia de género, porque seguramente la ley es un instrumento importante para ese propósito. Sin embargo es necesario igual, como ya lo señalaba, “fortalecer programas de capacitación y profesionalización en género, pero sobre todo sembrar en la sociedad, toda, mujeres y hombres, el significado, la trascendencia de lo que representa la violencia de género”.

En tanto, en la Cámara de Diputados por unanimidad de 411 votos de todas las bancadas, se aprobó hacer imprescriptible el ejercicio de la acción penal para quien cometa el delito de pederastia, para que las víctimas puedan denunciar en el momento que puedan y decidan hacerlo; es decir, podrían denunciarlo a pesar del paso de los años.

La cantante y conductora de televisión, Ana Lucía Salazar, reveló recientemente a través de sus redes sociales, el abuso sexual que sufrió cuando tenía ocho años por parte del sacerdote Fernando Martínez, miembro de los Legionarios de Cristo, y que hasta el momento vive protegido en una casa religiosa en Roma, Italia, “sin ejercer ningún Ministerio Pastoral”.

Es cierto también que el delito de pederastia no es sólo privativo de algunos religiosos, sino también se da en el seno familiar, en la escuela y otros lugares donde los mayores abusan sexualmente de los menores.

Tan sólo habría que señalar que en 23 de las 32 entidades del país no se considera delito grave la pederastia, donde los agresores pueden salir bajo fianza, pagando multas irrisorias, mientras que en Yucatán, Tlaxcala, Tabasco, Sinaloa, Quintana Roo, Querétaro, Morelos, Jalisco y la Ciudad de México tipifican este ilícito como grave y sin derecho a fianza, pero sin embargo, las penalidades no son severas, sólo en el estado de Jalisco que van entre 12 y 20 años de prisión.

La iniciativa que fue aprobada en la Cámara de Diputados llegará como minuta al Senado donde la habremos de analizar, discutir y aprobar, en su caso, como fue ratificada en sus términos allá, atendiendo “el libre desarrollo de la personalidad y garantizado el derecho de las víctimas al acceso a la justicia y fortaleciendo el derecho de niños y adolescentes a una vida libre de violencia”.

Como señalé anteriormente, “como sociedad debemos apuntar de manera destacada hacia la concientización del género masculino y que éstos asuman una verdadera actitud de respeto hacia el sexo femenino, pues en la medida que desde pequeños, en el seno familiar se inculque una cultura de respeto y valor a las mujeres, vamos a avanzar por mejores derroteros”.

El feminicidio y la pederastia son sin lugar a dudas gravísimos problemas que enfrentamos como sociedad; son dos asuntos que nos aterrorizan y avergüenzan, que debemos de enfrenar con la ley en la mano, pero también atendiendo y entendiendo que son una grave complicación social.

*Senadora de Morena

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