*Escrito por Rita Magaña Torres.
24.06.2024 /Cimac Noticias.com /Ciudad de México.- El feminismo radical emerge como una corriente que busca una transformación profunda de las estructuras sociales y económicas y aunque parezca que la teorías no rebasan los libros, lo cierto es que su agenda está más viva que nunca y más cerca de lo que podemos observar en el país.
A diferencia de otras corrientes feministas que buscan reformas dentro del sistema existente, las feministas radicales abogan por una transformación radical de las estructuras sociales, económicas y políticas que subordinan a las mujeres.
No perdamos de vista que no hay términos absolutos en los feminismos, por tanto, hay mujeres que puedan simpatizar con algunas posturas de esta corriente y también de otras que estarían opuestas a la misma, como es el feminismo liberal, por tanto, el propósito de este texto pretende exponer el concepto general, los matices los dejamos a disposición de las múltiples y diversas opiniones.
Para entender mejor, el feminismo radical es una rama dentro de los movimientos feministas que sostienen que la raíz de la desigualdad social es el patriarcado, definido como el sistema de opresión sobre las mujeres.
El feminismo radical sigue siendo una voz poderosa y necesaria en el movimiento feminista global. Con su enfoque en la transformación estructural y la justicia social, las feministas radicales continúan desafiando y redefiniendo las normas de género y trabajando hacia un mundo más justo y equitativo para todas las personas.
Esta corriente exige un reordenamiento radical de la sociedad en el que se elimine la supremacía masculina en todos los contextos sociales y económicos, al tiempo que se reconoce que las experiencias de las mujeres también se ven afectadas por otras divisiones sociales como la raza, la clase y la orientación sexual.
Por ejemplo, trabaja en diversas áreas de acción por el abolicionismo de la prostitución, de la pornografía, de la gestación subrogada, se distingue de otras formas de feminismo por su análisis y crítica profunda del patriarcado.
Para dar un ejemplo de esta agenda vigente en México, el pasado 6 de marzo se presentó una iniciativa de ley en este sentido. Diputadas del PRI y PAN consideran urgente legislar en materia de gestación subrogada desde la Constitución
Hay que detallar que la gestación subrogada es una forma de esclavitud moderna, donde los vientres de alquiler y la entrega de recién nacidos a cambio de remuneración económica vulnera los derechos y dignidad de mujeres, así como niñas y niños.
Diputadas preparan ley: prohibirán gestación subrogada
” gestación subrogada comercial, que se practica de forma frecuente en algunos países, equivale a la venta de niñas y niños”. La tendencia general indica que las madres suelen proceder de países en desarrollo, y los aspirantes a progenitor de países desarrollados. Esto provoca que la gestación subrogada aparezca como una salida a la pobreza o la falta de educación, que las hace más vulnerables ante la explotación.
“Esta práctica supone desequilibrios de poder y aumenta la vulnerabilidad de niñas y niños y sus madres ante las distintas formas de explotación”.
Organización de las Naciones Unidas
Otra de las mujeres feministas quienes tienen una agenda vigente en México, sin duda es Teresa Ulloa Ziáurriz, ella forma parte del movimiento parteaguas por las libertades democráticas en México de 1968, más de medio siglo defendiendo la vida libre de violencia contra las mujeres.
Es una de las primeras abogadas en defender los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres con una extensa trayectoria, hoy es directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés).
Ella convocó el pasado 9 de marzo del 2024 a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con la 2ª. Marcha Feminista Abolicionista convocada por las organizaciones feministas en la Ciudad de México.
Ahí convocaron a organizaciones de mujeres y feministas radicales, de lesbianas, bisexuales y heterosexuales, tanto separatistas, anarquistas y ecologistas, como autónomas, populares y socialistas.
«Su objetivo es reposicionar el feminismo como movimiento político de las mujeres frente a los intentos que el patriarcado, como sistema de dominación, hace para borrar al sujeto político e histórico del feminismo: las mujeres; para instalar los valores neoliberales que pervierten los deseos y fantasías como derechos. Por un feminismo que luche por la liberación de las mujeres, por un feminismo radical y abolicionista».
La escritora y experta en feminismos, Nuria Varela, fue contundente: “la igualdad de género será resultado de acabar con el patriarcado”, así lo señaló en la conferencia magistral “La Ciudadanía sustantiva de las mujeres: participación política y toma de decisiones en espacios libres de violencia”, que organizó el Instituto Nacional Electoral, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, el pasado 21 de noviembre.
Luego de hacer un repaso sobre la historia del feminismo en el mundo, la periodista y profesora, explicó qué es y porqué es importante llegar a la ciudadanía sustantiva.
Las cifras sustentan su afirmación. De acuerdo con ONU Mujeres a nivel mundial, la brecha de género en la representación política sigue siendo un reto, solo el 25.4 por ciento de las parlamentarias a nivel global, son mujeres.
Para Varela, el patriarcado ha convertido la igualdad en retórica, por eso está lejos de ser un principio sustantivo, los feminicidios, las dificultades y las brechas siguen ahí.
Detalla que el éxito del patriarcado es que no lo vemos, el relato masculino habla del sistema, liberal, neoliberal, capitalista, socialista, democrático, república, monarquía, pero no habla del patriarcado y las diferentes violencias que ejerce sobre las mujeres, una de ellas la violencia simbólica, que es otro de los mecanismos que impiden realmente los liderazgos de las mujeres.
Para exponer su idea, la autora retoma la definición del sociólogo francés Pierre Bourdieu, para quien la violencia simbólica es:
“una violencia amortiguada, insensible, invisible para sus propias víctimas, que se hace ejercer esencialmente a través de los caminos puramente simbólicos de la comunicación y de consentimiento, se impone como neutra”.
Y pone un ejemplo: es cuando nos dicen cosas como “pues ya sabes, la familia es la familia y ahí se queda”.La información completa lo puedes consultar en:https://cimacnoticias.com.mx/2023/12/02/olas-del-feminismo-y-la-igualdad-sustantiva-contra-el-patriarcado-nuria-varela/#gsc.tab=0
A pesar de las críticas, el feminismo radical ha dejado un legado duradero en la teoría feminista y en los movimientos de justicia social en todo el mundo.
Su enfoque en la transformación radical y la justicia social sigue inspirando a activistas y académicas a desafiar las normas patriarcales y a imaginar un futuro más igualitario para todas las personas.
A pesar de las críticas, sigue siendo una fuerza vital en la lucha por la igualdad de género y la justicia social. A través de su análisis profundo y su enfoque en la transformación estructural, ofrece una visión poderosa y desafiante para un futuro más equitativo.
En un mundo donde las formas de opresión son cada vez más complejas e interconectadas, el feminismo radical proporciona un marco indispensable para entender y combatir estas injusticias.
Las feministas quienes se acerca a esta perspectivas están enfocadas en desafiar las estructuras patriarcales profundamente arraigadas, ellas han sido pioneras en desarrollar teorías críticas y estrategias de activismo que buscan cambios fundamentales en la sociedad.
Es en esta oleada feminista a nivel mundial, el movimiento feminista retoma con más fuerza las banderas abolicionistas y el fortalecimiento del feminismo radical, independiente, separatista y decidido a defender sus derechos con base en el sexo y contra el borrado de las mujeres. https://cimacnoticias.com.mx/2023/11/07/nuestras-luchas-feministas-frente-al-2024/#gsc.tab=0
Surgimiento
El feminismo radical surgió en la década de 1960 y 1970 como una reacción al feminismo liberal, que se enfocó en reformas legales y políticas dentro del sistema existente.
Esta corriente sostiene que la opresión de las mujeres es la forma más antigua y básica de opresión, y que todas las demás formas de desigualdad (como el racismo, el clasismo y la heteronormatividad) están entrelazadas con la subordinación de las mujeres.
Este enfoque no solo se centra en la igualdad de género, sino que también desafía las bases mismas de la opresión patriarcal, proponiendo cambios sistémicos que beneficien a toda la sociedad.
Inspiradas por movimientos de derechos civiles y otras luchas sociales, feministas radicales como Andrea Dworkin, Catharine MacKinnon y Shulamith Firestone comenzaron a desarrollar teorías que enfatizaban la necesidad de un cambio más profundo y estructural.
Las feministas radicales argumentan que las desigualdades de género son el resultado de la estructura patriarcal misma y no pueden ser eliminadas sin una reestructuración completa de la sociedad. Este enfoque se centra en la crítica del poder masculino y la dominación de los hombres sobre las mujeres en todos los aspectos de la vida social.
También, ha tenido un impacto significativo en la teoría y la práctica feminista, aportando un análisis riguroso de la opresión de género y desarrollando estrategias de resistencia y empoderamiento. Sin embargo, también ha sido objeto de críticas, tanto desde dentro como fuera del movimiento feminista.
Algunas críticas provienen de feministas que consideran que el enfoque radical puede ser excluyente y no siempre tiene en cuenta otras formas de opresión intersectadas, como la raza y la clase. Además, algunos detractores argumentan que ciertas posturas del feminismo radical pueden ser demasiado extremas o utópicas.
Es esencial mantener un diálogo abierto y crítico dentro del feminismo, reconociendo las aportaciones del feminismo radical, pero también reflexionar sobre sus limitaciones y cómo puede evolucionar para ser más inclusivo y efectivo.
Esta rama del movimiento feminista no busca simplemente igualdad dentro del sistema actual, sino la transformación de las estructuras mismas que perpetúan la opresión.
Principales Postulados:
- Abolición del Patriarcado: El feminismo radical aboga por la eliminación del patriarcado, un sistema social en el que los hombres tienen el poder y las mujeres están subordinadas. Esto implica desmantelar instituciones y prácticas que perpetúan la desigualdad de género.
- Crítica a las Instituciones tradicionales: Esta corriente feminista cuestiona instituciones tradicionales como el matrimonio y la familia nuclear, argumentando que muchas de estas estructuras refuerzan la opresión de las mujeres.
- Sexualidad y Autonomía Corporal: El feminismo radical defiende la libertad y autonomía de las mujeres sobre sus propios cuerpos, incluyendo el derecho a decidir sobre la reproducción y la sexualidad sin coerción ni violencia.
- Trabajo y Economía: Aborda la división sexual del trabajo y critica la explotación de las mujeres en el ámbito doméstico y laboral. Propone una revaloración del trabajo de cuidados y una economía que no dependa de la explotación de género.
Influencia en movimientos feministas
Actualmente, el feminismo radical continúa influyendo en los movimientos feministas contemporáneos, al inspirar nuevas generaciones de activistas que luchan por una transformación profunda de las estructuras de poder. Las redes sociales y las plataformas digitales han permitido una mayor difusión de sus ideas, conectando a feministas radicales de todo el mundo.
Vivimos un resurgimiento del feminismo radical en respuesta a los retrocesos de los derechos de las mujeres y la creciente visibilidad de la violencia de género.
Las jóvenes feministas están tomando estas ideas y adaptándolas a los contextos actuales, luchando por un cambio sistémico y duradero.