Fernandito

  • CON SINGULAR ALEGRÍA .

/ POR GILDA MONTAÑO /

 

Un día Fernandito fue encontrado muerto. Tenía cinco añitos y mil ganas de vivir. El no decidió de sopetón y sin previo aviso vivir en ese lugar inmundo. Ni nacer de una madre con retraso mental. De ella, nadie tenía la menor idea que existía, ni qué tenía en el cerebro.

Un día, sin tener para comer, se le ocurrió ir con sus vecinas a pedirles dinero prestado, para poder pagar la renta de su casa. El dinero que pedía, eran para ella muchos pesos. Eran mil, para pagar la renta de agosto, si no, se quedarían ella y su hijo sin techo, ni donde poder pasar la noche.

Se los prestaron, y como no pudo pagar, le robaron a su hijo. Probablemente ella no entendió esto. Probablemente se fue, como su poca inteligencia le indicó, a buscar el recurso. No pensaba cómo alguien podía atacar a un pequeñito. Probablemente lo único que hizo fue llorar: de hambre y de miedo. Y de los golpes que le daban en su cabeza, que le privaron la vida.

Nadie ha hablado de su padre. ¿El dónde estaba? ¿O solo embarazó a esta mujer y se fue? Es lo más probable. Porque si hacemos estadísticas, probablemente el 50 o más por ciento de las mujeres que se quedan en cinta, no saben, o no entienden, cómo no tener un hijo, cuando solo han sido utilizadas en una noche. O mañana. O en cualquier tiempo.

Tragedia tras tragedia.

Total, que al Fernandito lo mataron. Por más que, como dice la abogada, fue esta pobre mujer a denunciar el hecho, como poco podía hablar, no la tomaron en cuenta. Y cuando lo hicieron ya no pudieron hacer nada.

No me imagino cómo les va a ir a estos delincuentes en la cárcel. Porque allí también hay un severo código de valores. Ojo por ojo y diente por diente. A quien viola, lo violan. No puedo ni imaginarme cómo les irá, cuando sepan que estos infelices mataron, entre tres, a un niño. De golpes en su cabecita. Me pregunto: ¿de verdad tuvieron que matarlo por algunos pesos? De haber sido así, ¿por qué se los prestaron a la madre? ¿Qué esta mujer no entendía que no entendía?

Y por supuesto las procuradurías cercanas, ahora fiscalías, no pudieron hacer nada pronto. De haberlo hecho, Fernandito viviría. Pero… para qué si cada quien hace en esta vida, –de crímenes, asaltos, violaciones, muertes, persecuciones y abrazos y no balazos–, lo que le viene en gana. Al cabo que con esta nueva organización política que tenemos, nunca pasa nada.

Que bueno sería que encontraran también al padre de esta criatura y lo mandaran a la cárcel. Habría que pensar cuándo y con qué ayudo a su hijito en estos largos cinco años. ¿Desde que embarazó a la madre? ¿O simplemente nunca apareció? ¿Saben quién es?

Y a la madre a un centro de salud mental, como ese que está en la carretera de Puebla, de nosotros. Digo, de nuestro sistema de salud, que era del ISEM, que espero que no sea del IMSS ya, y que la mediquen con lo que debió de haber tomado desde que nació.

Esta es la calidad de vida que viven las familias en el México moderno. No es porque sean personas de nuestro entrañable Edomex, que viven en Xico, Chalco, Chimalhuacán, Los Reyes la Paz, o del Sur. Es porque viven en la más absoluta pobreza, anegados en aguas negras; sin agua, sin luz, sin gas, sin tierra que sembrar, sin centros médicos, sin vacunas, sin que alguien les pueda dar un trocito de pan ese día.

¿Elaborar Políticas públicas de apoyo a niños?, ¿de planificación familiar? ¿de civismo?, ¿de humanismo?, ¿de valores? ¿de qué?…

 

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