*Retrovisor.
/Ivonne Melgar/
Convocados miércoles y jueves para concretar la reforma de simplificación orgánica, diputados de Morena y sus aliados celebraron el fin del Inai, Cofece, IFT, CRE, CNH, Coneval y Mejoredu.
Se dice fácil y de corridito, pero estamos hablando de instituciones del Estado mexicano construidas en las últimas tres décadas y que, pronto, estarán fuera de la Constitución, exterminadas de la vida pública. Así que por respeto a las personas que ahí todavía laboran, a sus arquitectos, creadores, exintegrantes, defensores y beneficiarios, vamos a desglosar las siglas de cada uno de estos siete organismos autónomos constitucionales:
Instituto Nacional de Acceso a la Información (Inai), Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Comisión de Regulación de Energía (CRE), Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y Comisión de la Mejora Educativa (Mejoredu).
Y es preciso nombrarlos de manera singular, aun cuando sus enterradores ni siquiera se detienen en sus siglas, pues prefieren etiquetarlos de manera genérica como unos reumáticos elefantes blancos que, dicen, sólo servían a oscuros intereses neoliberales.
“Eran autónomos para los lujos, los despilfarros, la corrupción. Y decimos ya basta y al diablo sus instituciones, las instituciones serviles”, planteó desde la tribuna de San Lázaro la diputada Montserrat Ruiz Páez (Morena). Y cuando se hizo referencia concreta a algunos de estos organismos, fue para descalificar a sus comisionados como destinatarios de sueldos ostentosos.
La oposición buscó contrarrestar la narrativa oficialista de que, desde sus orígenes a la fecha, esas siete siglas habían costado al erario arriba de 32 mil millones de pesos.
“Se les olvida que, en un solo año, para 2025, le están dando 40 mil millones de pesos más a una obra que, según ustedes, ya concluyó, como es el Tren Maya. Ridículos, porque el gasto de los organismos constitucionales autónomos no representa ni el 1% de los gastos que han de ejercerse”, reviró la coordinadora de la diputación panista, Noemí Luna. Pero, más que cotejo de cifras, los diputados del PAN, PRI y MC –que recordaron representar a 46% de los votantes– hablaron de la regresión democrática que esta reforma implica. Van algunos ejemplos: