Lo que yo pienso.
/ Juan Javier Gómez Cazarín /
Nos amanecimos con la noticia de que murió el Papa Francisco, un hombre adulto que luchó hasta el final contra sus problemas de salud sin dejar de cumplir con su deber. Casi podemos decir que murió trabajando, haciendo lo que amaba y diciendo lo que pensaba.
Yo tengo amigos de todas las religiones (cuando menos de las que hay en Veracruz, que no son todas las del mundo). Por eso creo que no necesitamos ser católicos para reconocer que ha muerto un hombre de bien, que rompió esquemas y que se atrevió a decir cosas que iban en contra de la tradición de su iglesia.
Francisco habló de la necesidad de tolerar la diversidad sexual, de ser humanitarios con los más pobres, de evitar la adoración al dinero, de rechazar el consumismo de lujos frívolos, de ser solidarios con quienes atraviesan una situación difícil en la vida, de dejar de ver como enemigos a quienes piensan distinto a nosotros.
Habló de reconciliarnos y de ver al prójimo como lo que es: un ser humano como nosotros, con defectos -como los podemos tener nosotros-, pero al que no vale la pena odiar.
Incluso, hasta se llegó a pronunciar contra el maltrato animal.
La presidenta Claudia Sheinbaum lo dijo con mucha claridad esta mañana en su conferencia de prensa, antes de viajar a Veracruz: “el Papa Francisco fue un humanista, un hombre que estuvo cerca, siempre, del más humilde, de los pobres.”
Descanse en paz el hombre que no se cansó de abogar, precisamente, por la paz.
Y hablando del viaje a Veracruz de la presidenta Claudia Sheinbaum, conviene subrayar a lo que vino: a recordar que hace 111 años, como en muchas ocasiones antes y muchas después, nuestra tierra dio muestra de la fuerza de su carácter patriótico.
La invasión de tropas de Estados Unidos encontró el rechazo, no sólo de las fuerzas armadas, sino del pueblo, entre ellos el policía municipal Aurelio Monfort, quien, sin tomar en cuenta su clara desventaja en capacidad de fuego, no dudó en disparar contra los soldados.
Hoy México vive presiones del exterior que nos demandan sacar el carácter de aquellas y aquellos veracruzanos de hace 111 años. Ya la cosa no es a balazos, sino con inteligencia y con unidad nacional, por lo que debemos cerrar filas con nuestra presidenta Sheinbaum.
Con la gobernadora Rocío Nahle a la cabeza, la Presidenta de la República cuenta con la lealtad y el respaldo de todas y todos en Veracruz.
Por cierto: ¿qué hicieron en Semana Santa? Yo me les fui a dormir al monte, a las faldas del volcán La Malinche, en Tlaxcala, en un centro vacacional del IMSS, a donde llevé mi casa de campaña y toda la cosa. Toda la noche me tocó un frío marca ACME, pero eso no me quitó las ganas de echarme una carrerita de 14 kilómetros en el aire puro del bosque.
Fue una experiencia increíble, que les recomiendo mucho. A los que nos gusta correr, también nos gusta ir probando diferentes ambientes, porque no se corre igual en la CDMX, que en el Malecón de Veracruz, en un bosque templado o en un bosque con mucho frío como La Malinche. Cuando puedan, aventúrense a conocerlo y probarse a ustedes mismos sus nuevos límites.