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Lourdes Mendoza conversó con Martín Flores, papá de July Raquel Flores, quien fue torturada y violada hasta el desmayo para hacerla “confesar” un crimen a 300 km de distancia.
/ Lourdes Mendoza /
July Raquel Flores fue encarcelada por un crimen que no cometió.
July Raquel Flores fue encarcelada por un crimen que no cometió. (Fotoarte de Oscar Castro)
“Se metió la apelación, pero todavía no nos han dado respuesta. Las abogadas del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez son quienes están llevando el caso junto con el abogado de la familia, me dicen que puede que tarden un poquito, como la apelación es la misma autoridad de Veracruz y son órdenes del gobernador, porque hicimos mediático el caso. Ya me le pegaron dos veces, en la primera le desviaron un hueso de su pierna y la dejaron en silla de ruedas”.
Así comenzó mi entrevista con Martín Flores, papá de July Raquel Flores, de quien les conté por primera vez el pasado 27 de abril que fue torturada y violada hasta el desmayo para hacerla “confesar” un crimen a 300 km de distancia.
Han pasado 698 días desde que July Raquel Flores fue encarcelada injustamente por un crimen que no cometió, así como 182 días desde que se le dictó una sentencia de 60 años de prisión, y aunque su familia apeló el caso, a la fecha siguen sin recibir respuesta. Por si no fuera suficiente, corre el riesgo de ser trasladada a otro penal.
Otra más de Cuitláhuac García.
Dándole seguimiento a su injusticia, su padre, Martín Flores, me contó que la apelación aún podría tardar debido a que –inhale y exhale– el impresentable, por decir lo menos, del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, ha intervenido en el caso ante la presión mediática.
Increíble que esto pueda suceder.
“Seguimos en la misma, pero aparte de eso, ahora mi hija está teniendo problemas adentro, en la cárcel. De hecho, estamos por meter un escrito ante el juez y las autoridades porque la han estado molestando –suspira y voltea a ver el cielo para tratar de contener las lágrimas–”.
Aunque les cueste trabajo leerlo, déjenme contarles que varias internas del Cereso de Pacho Viejo, en Veracruz, han golpeado en repetidas ocasiones a July, además de acusarla de supuestamente vender droga dentro del penal.
“Me dicen las licenciadas de la fundación que la orden viene de afuera, ya me le pegaron dos veces, en la primera le desviaron un hueso de su pierna y la dejaron en silla de ruedas”.
Silencio, se hace un silencio incómodo. No entre nosotros, sino ante el dolor de él, como padre; y mi asombro, mi rabia, ¿cómo puede estar pasando esto?
Aunque por orden de la CNDH, July permanece en una celda sola, esto no ha impedido que sufra nuevos abusos por otras mujeres dentro de la prisión y, casualmente, nadie se hace responsable y, obvio, nadie ve nada.
Hace aproximadamente 20 días le volvieron a pegar, sin que ella pueda defenderse, porque de hacerlo podrían trasladarla a otro penal.
“La están provocando, lo que ellos quieren es que ella caiga en sus provocaciones para cambiarla de penal, esto es lo que estamos suponiendo está pasando”, contó preocupado.
Le ha fallado el sistema de justicia.
Vale la pena recordar que el mismo día del crimen que le achacan a July y por el cual la sentenciaron a 60 años de prisión, su padre y ella estuvieron haciendo una chamba de jardinería en un kínder de Cuautitlán Izcalli, Edomex. Y no sólo lo dijeron, sino lo comprobaron.
El 6 de noviembre de 2020, cuatro meses después del crimen, July salió de su casa, en la alcaldía Álvaro Obregón, para atender un pedido de comida que minutos antes le habían encargado por teléfono. Lo que ella no sabía era que sus presuntos clientes en realidad eran agentes ministeriales de Veracruz, que la detuvieron con lujo de violencia frente a sus hijos, sin orden de aprehensión, y la trasladaron al penal de Pacho Viejo.
No está por demás comentarles que fue por Lía Limón, alcaldesa de Álvaro Obregón, donde vivía July, que supe de este tema y quien me puso en contacto con su familia.
Leído lo anterior, ¿se imaginan lo difícil que es para los padres de July irla a ver hasta Xalapa? Así pues, si la cambian todo se complicaría aún más, desde los traslados de su familia hasta el mismo proceso de apelación.
“La semana pasada fuimos a verla con mi esposa y hablamos con ella, le dijimos: mira, tú no caigas en provocaciones, vamos a ver qué hacemos, cómo le movemos por acá afuera para ver qué es lo que podemos hacer”.
También me adelantó que se meterán quejas ante el juez y las autoridades correspondientes por las agresiones contra su hija dentro del Cereso de Pancho Viejo.
Por su parte, con las abogadas del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), presentarán un escrito a una empresa de telecomunicaciones para demostrar que no realizó ninguna llamada desde Xalapa en el momento del crimen que se le acusa.
En un país de injusticias…
Demostrar la inocencia de una víctima se vuelve un viacrucis; pese a ello, los padres de July mantienen la búsqueda de pruebas para demostrar que su hija jamás viajó a Veracruz.
Así como la primera vez que hablé con su padre, hoy sigue pidiendo lo mismo:
“Lo único que le pedimos al señor gobernador (Cuitláhuac García) es que haga bien su trabajo con sus autoridades, porque los verdaderos responsables andan afuera gozando de su libertad y mi hija ahorita, injustamente (condenada a) 60 años”.
Regenta Sheinbaum, tras leer lo anterior, ¿seguirá sintiéndose orgullosa de su amistad con un violentador de mujeres como Cuitláhuac o nos confirmará que usted no es feminista?
¿En qué país estamos viviendo?
La justicia, las fiscalías y autoridades nos están quedando a deber… hoy es July, ayer fue Rosario Robles, Ruth Peña, Alejandra Cuevas, Claudia Sánchez Mayorga, etcétera. Mañana, ¿quién?