**Sin tacto .
/ Por Sergio González Levet /
Ya se sabe que las corcholatas andan vendiendo muy caro por todo el país su más-de-lo-mismo y por eso no levantan ni un suspiro en sus campañas que no son campañas para crear la apariencia de que en Morena hay democracia y que no es AMLO el único que vota para cualquier tipo de decisión o de elección.
Así que la perspectiva del gabinete que tendría Claudia Sheinbaum produce bostezos por una parte y por la otra, preocupación. Vea usted (o Ve tú, según): Secretario de Gobernación, seguiría la joven María Luisa Alcalde; Relaciones Exteriores, otra vez Marcelo; Hacienda, igual Ramiro de la O; Coordinador de los senadores, seis años más para Ricardo Monreal… y así por el estilo.
Pero en el frente contrario la cosa se pone interesante, mucho más interesante, porque el bloque opositor trae en la mira a verdaderos cracks para cada uno de los temas cruciales, y serían nombrados los mejores, según está prometiendo Xóchitl, la futura Presidenta de la República. Y es una mujer con palabra.
¿Nombres? La lista parece una réplica en política de lo que era la nómina de los galácticos del Real Madrid para el futbol mundial en su época:
Secretario de Gobernación, Juan José Rodríguez Prats, que es un político hecho a la usanza de don Jesús Reyes Heroles o de Porfirio Muñoz Ledo; con lecturas, preparación y una gran sensibilidad política.
Para la Secretaria de Relaciones Exteriores no tendrían que pensar mucho porque en esa área refulge Beatriz Paredes Rangel, con una larga experiencia en el ramo diplomático.
El Secretario de Educación Pública sería Otto Granados Roldán, quien así tendría la oportunidad de consolidar en seis años todo lo bien que pudo hacer en el año en que estuvo al frente de la educación nacional.
Para Secretario de Hacienda, el doctor Carlos Urzúa Macías podría ahora sí poner en juego todas sus capacidades económicas con el fin de meter orden a las finanzas públicas y enderezar el barco de la economía.
Y junto con Urzúa Macías, para cerrar la pinza, el Presidente del Banco de México podría ser José Ángel Gurria Ordóñez, todo un Messi de las finanzas, para seguir con los ejemplos futboleros.
En el delicadísimo puesto de Fiscal General de la República, Xóchitl podría echar mano de un gran abogado y un hombre estricto para hacer cumplir la ley: Diego Fernández de Ceballos.
La Secretaría de Desarrollo Social volvería a tomar su nombre y dejaría de ser del Bienestar. Ahí es viable que regrese Rosario Robles, y esta vez sin la amenaza de una estafa maestra mandada desde arriba.
El Secretario de Turismo estaría cantado, Enrique de la Madrid, quien ya hizo un excelente papel y cumpliría la delicada función de atraer visitantes a México.
En el crucial tema de la seguridad pública no habría un nombre solo, sino un equipo de expertos mexicanos, asesorados por especialistas extranjeros, que atacarían el problema grave de la violencia y el crimen organizado con todas las armas de la inteligencia y de la experiencia.
Y así con perfiles de alta gama, muchos mexicanos geniales, para sacar del hoyo a la nación.
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