Gabriel Orozco y los 80 años de la UV

/ Juan José Barrientos /

Como parte de los festejos por los 80 años de la UV, se le otorgó un doctorados honoris causa a la ex senadora  y actriz María Rojo, que protagonizó “Maria de mi corazón”, de Jaime Humberto Hermosillo, con guion de García Márquez, y otras películas memorables; también se reconoció a Alicia de Alba, una destacada investigadora de la Unam. Desafortunadamente, se ignoró a Gabriel Orozco, a pesar de que es uno de los artistas mexicanos más destacados y apoyados por la llamada 4T, pues ha estado a cargo de la remodelación de Chapultepec.

Gabriel, por cierto, nació en Xalapa el 27 de abril de 1962, y es hijo de Mario Orozco Rivera que pintó un mural en el Palacio de justicia en Xalapa, cuando trabajaba en la UV donde obtuvo un tiempo completo en 1956 y fundó un taller de pintura; sin embargo, luego se trasladó al Distrito Federal para colaborar en el Poli fórum  con Siqueiros; por línea materna, desciende de la familia Félix Romandía, que  vivía en los altos de la esquina de Enríquez y el callejón del Diamante, donde ahora hay un restaurant.
Una de sus principales obras es Matriz móvil, el esqueleto de ballena intervenido que colgó en la biblioteca Vasconcelos, el megaproyecto de Fox, algo que yo presumo se le ocurrió al ver el de un cetáceo que se conserva en el Colegio Preparatorio.

Se trata de un artista conceptual que con sus obras cuestiona el arte y al que por eso durante el sexenio de López Obrador se le encargó la remodelación de Chapultepec.

Hace unos quince años, sugerí que se le otorgara un doctorado honoris causa, pues en ese momento Gabriel Orozco tenía una exposición en el MOMA, de Nueva York, que luego se trasladó al Centro Pompidou, en Paris, entre otros museos, a los que se envió incluso la ballena. Desafortunadamente, no me hicieron caso.

Al presentar su plan de trabajo, el actual rector declaró que “una universidad no se maneja desde arriba, sino que se teje (¿?) desde abajo  con la comunidad que la integra” (cito de memoria), y en el caso de la celebración de los 80 años de la UV, me parece que se debió emitir una convocatoria para que los integrantes de la comunidad universitaria pudieran hacer algunas propuestas, como la de otorgarle a Orozco un doctorado honoris causa.

Y así están las cosas.