*Escrito por Paola Piña.
15.03.2025/CimacNoticias.com/ Ciudad de México.– Gabriela Goldbaum denunció a su exesposo, Daniel Noboa, actual presidente de Ecuador y candidato a la reelección, por ejercer violencia vicaria en su contra. La denuncia fue presentada ante el pleno de la Asamblea Nacional, evidenciando que incluso mujeres en situaciones de poder no están exentas de ser víctimas de este tipo de violencia.
Goldbaum afirmó que ha sido víctima de violencia vicaria durante seis años. Tras separarse de Noboa, comenzó a sufrir acoso emocional, que luego se convirtió en un asedio judicial con 46 demandas injustificadas en su contra y en contra de su familia.
Además, denunció que su exesposo ha intentado, valiéndose del poder del Estado, llevarse a su hija: «Mi hija ha sido sometida a múltiples cambios en el régimen de visitas, muchas veces por decisiones irregulares de los jueces. Esto ha generado inestabilidad en su vida y desarrollo, por lo que ha requerido apoyo emocional profesional», expresó Goldbaum.
La violencia a la que ha sido sometida dijo, ha tenido graves consecuencias tanto en su vida como en la de su hija, impidiéndole reconstruir su vida. Ante esta situación, decidió hacer una denuncia pública para visibilizar casos como el suyo, en los que se ejerce violencia desde una posición de poder absoluto.
«La violencia vicaria es una forma de abuso cruel y devastador. Te quiebra por dentro, te destruye, te hace sentir culpable de ver sufrir a tus seres queridos. Es padecer una guerra» -Gabriela Goldbaum.<
Por ello, Goldbaum se ha unido a organizaciones de mujeres para impulsar una ley que sancione la violencia vicaria en Ecuador, donde aún no está tipificada. Su objetivo es proteger a mujeres en situaciones más vulnerables que ella, que carecen de recursos económicos, redes de apoyo o acompañamiento legal para enfrentar esta problemática.
Durante la sesión en la Asamblea Nacional, las abogadas defensoras de los derechos de las mujeres, Mónica Luzárraga y Nélida López, enfatizaron la importancia de tipificar la violencia vicaria en Ecuador. Advirtieron que su vacío legal deja en total desprotección a las mujeres víctimas, convirtiéndose en un obstáculo para su acceso a la justicia.
«El no reconocimiento legal de la violencia vicaria deja en vulnerabilidad a todas las mujeres que la enfrentan. Es crucial definirla y reconocerla ante la ley para poder combatirla» -Nélida López abogada defensora de los derechos de las mujeres.

El proyecto para tipificar la violencia vicaria fue presentado anteriormente en 2024 por la asambleísta Gissela Garzón y en 2022, ya se había presentado otra iniciativa; sin embargo, el tema no ha sido tratado por ninguna comisión.
¿Qué es la violencia vicaria y cómo afecta la vida de una mujer?
El término fue definido en 2012 por Sonia Vaccaro, psicóloga clínica y experta en violencia de género, como “Aquella violencia que ejerce el hombre violento contra la mujer, utilizando como objetos a las hijas/os para dañarla. A veces, es desplazada sobre personas significativas en la vida de esa mujer: hermana/o, madre/padre, etc. Su expresión extrema es el asesinato de sus hijas/os o de una persona significativa para ella”.
La violencia vicaria no solo afecta a las mujeres, sino que impacta directamente en sus hijas e hijos, quienes son utilizados como herramientas para infligir daño. Se manifiesta a través de diversas acciones, como: amenazar con causarles daño; ocultarlos, retenerlos o sustraerlos de su domicilio; utilizarlos para obtener información sobre la madre; fomentar actos de violencia física o psicológica contra la madre; descalificar la figura materna ante ellos; presentar demandas falsas para obtener la custodia; y condicionar el pago de pensión alimenticia.
Actualmente, en America Latina solo cuatro países han incorporado la violencia vicaria dentro de su sistema jurídico, ellos son Chile (2021), Argentina (2022), México (2023) y Colombia (2023), por lo que, aún es un tipo de violencia invisibilizada en muchos países, ya que tampoco se cuentan con estadísticas oficiales que permitan dimensionar el panorama que enfrentan, dificultando también crear políticas públicas para combatirla.
México ha sido pionero en América Latina en el reconocimiento de la violencia vicaria. La ha incluido en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, aunque su incorporación varía según el estado: veintitrés estados la reconocen en sus leyes de acceso a la justicia, ocho la han tipificado en sus códigos civiles y once la han tipificado en sus códigos penales.
A nivel mundial, el reconocimiento de la violencia vicaria sigue siendo casi nulo, dejando en estado de vulnerabilidad a mujeres e infancias. Su nombramiento y tipificación en la ley son esenciales para prevenirla, frenar su impacto y garantizar el acceso a la justicia. Erradicar la violencia vicaria no solo implica reconocerla, sino también condenar y dejar de encubrir a quienes la ejercen, sin importar su posición de poder.
Mientras no se creen políticas públicas para combatir la violencia vicaria, los Estados están desobedeciendo el articulo 2º de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de las Naciones Unidad donde explica como violencia contra la mujer: “La violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por el Estado, dondequiera que ocurra”, lo que vulnera sus derechos humanos.
