Gálvez, entre violencias machistas .

*Escrito por Rita Magaña Torres .

15.06.2024. /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- La violencia contra mujeres en la política se incrementó en el último proceso electoral y hoy sabemos por la misma Xóchitl Gálvez, quien fue candidata a la presidencia, de actos machistas y misóginos que enfrentó de integrantes en su propia alianza partidista, a lo que se suma el presidente Andrés Manuel López Obrador quien cometió violencia política en razón de género contra la senadora.

La determinación contra el presidente de México fue informada este jueves 13 de junio, por la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al resolver que López Obrador sí cometió violencia política de género en contra de la candidata presidencial de la oposición con expresiones vertidas en las conferencias matutinas, conocidas como “Mañaneras”, realizadas el 3, 5, 10, 11 y 14 de julio, así como el 3, 7 y el 18 de agosto de 2023.

Sin embargo, el presidente no puede ser sancionado por infracciones de índole electoral, únicamente se le responsabiliza, de acuerdo con criterios establecidos por la Sala Superior del TEPJF.

Por ello, tampoco le fueron dictadas medidas de reparación integral, como la inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política en Razón de Género del Instituto Nacional Electoral (INE).

El mismo Instituto Nacional Electoral (INE) nos ha precisado que no toda la violencia política tiene elementos de género, pues en una democracia, la política es un espacio de confrontación, debate y disenso, porque en ésta se hacen presentes diferentes expresiones ideológicas y partidistas, así como distintos intereses. En este sentido, los siguientes criterios auxiliarán para identificar cuando la violencia política tiene componentes de género:

De acuerdo con el Protocolo para la Atención de la Violencia Política contra las mujeres en razón de género, la violencia política contra las mujeres comprende todas aquellas acciones u omisiones de personas, servidoras o servidores públicos que se dirigen a una mujer por ser mujer (en razón de género), tienen un impacto diferenciado en ellas o les afectan desproporcionadamente, con el objeto o resultado de menoscabar o anular sus derechos político-electorales, incluyendo el ejercicio del cargo. La violencia política contra las mujeres puede incluir, entre otras, violencia física, psicológica, simbólica, sexual, patrimonial, económica o feminicida.

El decreto de reforma de diversas leyes sobre Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género (VPMRG) fue publicado el 13 de abril de 2020 en el Diario Oficial de la Federación, lo que sentó las bases para definir el concepto, la identificación de conductas; las instancias competentes para su conocimiento, y los cauces legales para su atención, así como las sanciones para quienes la ejercen.

Además, es importante señalar que la Declaración sobre la Violencia y el Acoso Político a las Mujeres aprobado en la VI Conferencia de los Estados que formaron parte de la Convención de Belém do Pará, en Lima, Perú, en 2015 indica que la mayor participación política de las mujeres ha intensificado la violencia contra ellas.

El pleno del TEPJF consideró que aquellas expresiones en las que el titular del Ejecutivo Federal afirma que la denunciante obtuvo una candidatura por decisión de un grupo de personas con poder político, sí actualizan los parámetros de la infracción.

Lo anterior, porque configuran violencia simbólica con objeto de menoscabar el reconocimiento de sus derechos políticos, con base en su carácter de mujer e indígena, al reforzar el estereotipo de inferioridad o dependencia para acceder a cargos públicos.

El Tribunal también responsabilizó la conducta a Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social y vocero de Presidencia; Jessica Ramírez González, directora general de Comunicación Digital; Pedro Daniel Ramírez Pérez, jefe de departamento (ambos, adscritos a la coordinación citada), así como a Sigfrido Barjau de la Rosa, director del Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales (Cepropie) y a Carlos Emiliano Calderón Mercado, coordinador de Estrategia Digital Nacional de la Oficina de la Presidencia de la República, pues estuvieron a cargo de la difusión del contenido infractor.

En su caso, se dio vista al Órgano Interno de Control de la Presidencia de la República para que determine lo que en derecho corresponda y se determinó su inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política en Razón de Género durante un año y medio (SRE-PSC-200/2024).

Marko Cortés, líder del PAN

Hace un año por estas fechas surgió lo que se conoció como el “fenómeno Xóchitl”, líderes de opinión e intelectuales estaban con entusiasmo y se mostraban en favor del ascenso de quien sería la candidata opositora y quien enfrentaría a la heredera de López Obrador: Claudia Sheinbaum Pardo.

Pero poco a poco se revela la situación que enfrentó y a un año de distancia, Xóchitl Gálvez hizo público los momentos en que el recibió gritos de parte Marko Cortés, su aliado partidista del PAN en la coalición de la que formaron parte.

En entrevistas radiofónicas, la senadora del PAN, quien decidió retomar sus actividades legislativas en el senado de la República, sin preciar una fecha para su retorno, mencionó que uno de los primeros conflictos con el líder panista fue cuando le gritó dos semanas después del primer debate, que se desarrolló el pasado 8 de abril.

Narró la forma en como Marko Cortés, en una reunión, le reclamó y le dijo que todos los panistas ganan los debates y que ella «había sido un desastre», pero esto comentarios lo externó a “gritos», enfrente de todos, levantó la voz para exponer que había sido un pésimo el papel que había hecho en ese primer encuentro cara a cara con sus contrincantes de Morena y Movimiento Ciudadano.

Desde su óptica, Gálvez no consideró que fue malo su desempeño en ese primer debate, pues se enfocó en el contenido, lo que sí reconoce como ciertas fallas, fue el hecho de cómo ver la cámara, lo que sí logró ya para el segundo encuentro con Claudia Sheinbaum y Jorge Álvez Máynez.

En su oportunidad y también en entrevista radiofónica, Max Cortázar, ex vicecoordinador de la campaña de Xóchitl, respaldó los dichos de la ex candidata presidencial, pues él al ser una persona cercana a ella pudo constatar cuando el dirigente panista fue grosero con la senadora, sobre todo en momentos difíciles de la campaña.

Un estudio realizado por la Unión Interparlamentaria en cinco regiones, incluyendo América, descubrió que el 82% de las mujeres parlamentarias había experimentado violencia psicológica; el 67% fue objeto de insultos; el 44% fue objeto de amenazas de muerte, violaciones, palizas o secuestros; el 20% fueron víctimas de acoso sexual; y otro 20% son objeto de violencia en la oficina.

El texto añade que los medios de comunicación son el principal canal utilizado para ejercer violencia psicológica, como amenazas de violación o de secuestros de hijos y otros familiares, y que también son frecuentes los insultos sexistas y el acoso sexual.

La noche de la elección

Otro momento tenso entre Xóchitl Gálvez y Marko Cortés se vivió el mismo 2 de junio por la noche, luego de que la consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, dio a conocer los resultados preliminares del conteo rápido que daban ventaja a la abanderada de la coalición Sigamos Haciendo Historia, y fue justo cuando Gálvez, a título personal, decidió comunicarse vía telefónica con Claudia Sheinbaum para felicitarla, sin saber que eso provocaría el enojo del dirigente panista y, por consiguiente, el reclamó por felicitar a su contrincante de Morena.

«Yo le dije: ‘hola Claudia, ¿cómo estás? Muchas felicidades. Reconozco tu triunfo, ojalá te vaya bien y ojalá puedas atender los graves problemas que tiene el país’. Marko se entera (de la llamada) por el discurso de Claudia, porque me dijo que le parecía inaceptable que yo hubiera felicitado a Claudia cuando había sido una elección de Estado», expresó Gálvez.

La legisladora del PAN relata que esta acción fue tomada de mala manera y con enojo por Marko Cortés, pues los dirigentes del PRI, Alejandro Moreno; del PRD, Jesús Zambrano, y el propio panista habían acordado fijar una postura consensuada.

Luego, en una reunión con miembros de la coalición opositora, Cortés alzó la voz literalmente para recriminar a Gálvez por esa llamada telefónica a Sheinbaum, al calificarla como un “acto indigno”.

“Marko Cortés se enoja, me reclama, con un tono alto. No sé si a los hombres les gusta gritar, pero se puede arreglar todo hablando tranquilamente. Me gritó, me dijo que era indigno de mi parte felicitar a Claudia (Sheinbaum, porque había sido una elección de Estado”, aseveró.

Ante esa situación, Xóchitl Gálvez no se quedó callada y defendió a toda costa la decisión que tomó de felicitar la noche del 2 de junio a Sheinbaum, cuando se enteró que los resultados eran irreversibles, al afirmar que en una democracia se gana y se pierde, por lo que tenemos que aprender a perder.

“Marko nunca entendió que ningún hombre me manda. Yo le dije que la decisión había sido mía en mi calidad de candidata. Uno de los asistentes le reclamó a Marko. Juan Pardinas, sí se puso feo, le dobló la apuesta”, indicó la política de Tepatepec, Hidalgo.

Gálvez Ruiz indicó que después de ese día no ha vuelto a entablar una conversación con Marko Cortés.

Ante esta situación, Marko Cortés quiso negar que le había gritado a Xóchitl Gálvez en ambas situaciones, pero su deslinde no fue tan convincente, cuando señaló que él habla de manera fuerte: “Yo no grito en ningún caso y en ninguna reunión, he tenido muchos procesos complejos y eso nunca ocurre, una cosa es hablar claro, fuerte y asertivo y otra gritar”.

También en entrevista radiofónica, el dirigente del PAN no sólo confirmó el fuerte reclamo que le hizo a Xóchitl Gálvez por llamar a Sheinbaum para felicitarla por su triunfo el pasado 2 de junio, sino que lo justificó, pues al tratarse de una elección de Estado, no se puede felicitar al contrincante, en todo caso reconocer que los resultados no le favorecieron.

Por eso, expresó que no estuvo de acuerdo con que la candidata opositora felicitara a la morenista, incluso lo calificó como “indigno” felicitar a alguien que no ganó a la buena.

La masculinidad

Mirar cómo se construye la masculinidad y cómo los estereotipos machistas siguen formando hombres, desde la niñez, es una forma de entender lo que vivió Xóchitl Gálvez Ruiz, como candidata presidencial, al enfrentar malos tratos del dirigente panista, Marko Cortés Mendoza.

Por ejemplo, la periodista Lucía Lagunes Huerta, en su columna del 19 de enero del 2023, titulada Los machistas se hacen, señala que en los años 90 la academia feminista indagó sobre la construcción del género en la niñez. Uno de los hallazgos, de este estudio, identificó que a los 7 años de edad, niñas y niños sabían qué papel tenían que jugar a partir de sexo con el que nacieron.

Las niñas identificaban que pertenecer al género femenino significa ser débil, bonita y llorar, por su parte los niños sabían que la masculinidad implica ser valientes, fuertes y poderosos y no es que lo supieran de la nada, sino que van siendo formados en su género, a través de un complejo proceso de socialización que, desde la niñez, nos marca.

Pese a lo años que han transcurrido después de ese estudio y con la evidencia en la mano, en la esencia los hombres no han hecho grandes cambios, y es el caso del propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en al menos 11 conferencias matutinas desde Palacio Nacional usó expresiones que pretendían descalificar y demeritar a Xóchitl Gálvez, a partir de reproducción de roles y estereotipos de género que históricamente le otorgan una superioridad a los hombres respecto de las mujeres.

La masculinidad violenta, es una construcción diaria desde que el mundo es patriarcal.

Un estudio realizado en 2006 en torno a los jóvenes mexicanos por la investigadora Elsa Guevara Ruizseñor, señala “que los cambios operados en la población de varones, ocurre especialmente en sectores urbanos, escolarizados y de jóvenes.

«Se trata de cambios que no obedecen a la voluntad individual o rasgos específicos de personalidad, sino que responden a complejos procesos psicosociales que involucran estructuras institucionales y condiciones personales que hacen posible la emergencia de nuevos referentes sociales de lo masculino, nuevas prácticas y formas de relación”.

El estudio plantea que la masculinidad “hace posible el acceso a diversas formas de capital derivadas del lugar que ocupan ciertos individuos por su condición de hombres y que amplía su campo de acción, su ámbito de decisión individual y sus oportunidades de poder, por tanto, no se trata de un atributo de los individuos, sino de las posibilidades de poder y los márgenes de acción que la sociedad les permite”.

En un panorama general de la violencia contra las mujeres en México, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), constituye un elemento esencial para conocer la magnitud de la violencia contra las mujeres de diversos tipos, ámbitos y etapas de la vida que, además, por la amplitud de la cobertura temática que proporciona y las prácticas internacionales a las que se apega, se ha convertido en un referente importante para otras oficinas nacionales de estadística en el mundo.

En 2021, en México vivían 128 millones de personas, 65.5 millones eran mujeres (51.2 %), de las cuales más de 50.5 millones (77.1 %) tenían 15 años y más de edad. En 2021, a nivel nacional, del total de mujeres de 15 años y más, 70.1 % han experimentado al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos un ámbito y ejercida por cualquier persona agresora a lo largo de su vida.

La violencia psicológica es la que presenta mayor prevalencia (51.6 %), seguida de la violencia sexual (49.7 %), la violencia física (34.7 %) y la violencia económica, patrimonial y/o discriminación (27.4 %).

Mientras que, de octubre 2020 a octubre 2021, 42.8 % de las de mujeres de 15 años y más experimentaron algún tipo de violencia, la violencia psicológica es la que presenta mayor prevalencia (29.4 %), seguida de la violencia sexual (23.3 %), la violencia económica, patrimonial y/o discriminación (16.2 %) y la violencia física (10.2 %).

De acuerdo con dicha encuesta70 de cada 100 mexicanas de 15 años o más han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Hace seis años, en 2016, la cifra era de 66 de cada 100.

En sus resultados generales, la ENDIREH 2021 muestra que las principales violencias a las que nos enfrentamos las mujeres mexicanas a lo largo de nuestras vidas son la violencia psicológica (con el 51.6 por ciento) y la violencia sexual (con el 49.7 por ciento). Entre las otras violencias registradas por la encuesta se encuentran la violencia física, la económica o patrimonial y también la discriminación.

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