Giorgia Meloni: cuando la representación de género no basta .

**ARCÓN DE HIPATIA

/ Sarai Aguilar Arriozola /

La representación feminista en la esfera política no se da siempre por el género de quien representa. Esta afirmación pone en jaque el sistema de cuotas y aunque da para el debate, parece cumplirse en Giorgia Meloni.

En México puede no decirnos mucho su nombre. Pero después de la renuncia de Mario Draghi, quien renunció en medio de una gran popularidad, pero un enorme desacuerdo entre los partidos Lega, Forza Italia y Cinco Estrellas, surgió el nombre de Giorgia Meloni como una de las principales contendientes a ocupar su lugar. Y esto se confirmó el pasado domingo en las urnas.

El pequeño gran detalle es que Meloni encabeza la alianza de derechas y extrema derecha integrada por Hermanos de Italia, la formación antiinmigración Liga de Matteo Salvini y los conservadores de Forza Italia de Silvio Berlusconi.

Y si bien para analistas de política internacional en Italia “cambian los nombres pero no el gobierno”, es innegable que Meloni representa una cara amigable a Kiev. Pero nada prometedora para las mujeres, inmigrantes y otras minorías.

En el contexto de su campaña, Meloni hizo observaciones que se desconoce si buscaban traquilizar al electorado o realmente las va a cumplir. Estas versaban sobre el respeto de los compromisos económicos y el posicionamiento atlántico de su futuro gobierno, aunque siguió agitando algunas posturas soberanistas: “menos Europa, pero mejor”, “no más laissez-faire”.

No obstante ser mujer, al parecer los grupos feministas italianos tienen todo menos una aliada en ella. En agosto pasado, con el fin de promover una de sus principales premisas de freno a la inmigración, decidió compartir en sus redes el video de la violación a una mujer ucraniana agredida y violada en plena calle en Piacenza por alguien a quien definió como “un solicitante de asilo”.

No le importó la revictimización, ni corroborar si la víctima estaba de acuerdo en ser expuesta o verificar su información. Lo importante era destacar, bajo la premisa de una Italia más segura, la necesidad de reducir el número de inmigrantes. Como si desconociera –o tal vez sí– que 31.5% de las mujeres ha sufrido alguna forma de violencia en su vida, la mayoría de las veces por parte de un familiar o expareja, según el Istat (Istituto Nazionale di Statistica). Pero el verdadero peligro no es ellos, sino los de afuera.

También desató controversia en uno de sus videos de campaña electoral al afirmar que invertirá “en deportes y jóvenes para luchar contra las desviaciones y formar generaciones de nuevos italianos sanos y decididos”. No aclaró qué entendía por desviaciones ni a quienes se refería, pero al parecer para Meloni la diversidad no existe.

¿De verdad podemos hablar de una representación sustantiva en Giorgia? Si bien es necesaria la presencia de mujeres en posiciones de poder, éstas no deben ser solo por género sino por género y congruencia. El populismo de género no parece estar llevándonos por un buen camino. Meloni se encargará de confirmarlo.

Por Sarai Aguilar Arriozola

@saraiarriozola

*Doctora en Educación, Máster en Artes con Especialidad en Cultura.

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