*DE PRIMERA MANO
*Se adjudicó el trabajo de otra persona
*Reconoce Editorial UV autoría de Aparicio
/ Por Omar Zúñiga /
Como le informamos en este espacio el pasado 19 de septiembre, la doctora Raquel Aparicio Cid, editora y coordinadora de la obra “La Formación de Sujetos Ecológicos en la Universidad”, publicada por la Editorial de la UV en mayo de 2024, fue despojada de su autoría y borrada de un plumazo.
En su lugar fue (im)puesto Edgar González Gaudiano, director de Posgrados y gente muy cercana al espurio rector Martín Aguilar Martincillo.
Pues bien, en este contexto, la doctora Aparicio Cid envió una carta dirigida a Martín Aguilar el 8 de julio de 2024, recibida esa misma fecha en Rectoría, donde entre otras cosas, hace del conocimiento de Martincillo esta fechoría:
“Me dirijo respetuosamente a usted, respaldada en lo establecido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) en esta materia, para solicitar su valiosa intervención en favor del reconocimiento y la restitución de mis derechos morales de autor ante las transgresiones cometidas por el Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) y la Cátedra Unesco Educación para la Ecociudadanía y la Sustentabilidad (México), al haber invalidado mi autoría como coordinadora y editora de los contenidos del libro “La formación de sujetos ecológicos en la universidad. Diálogos en el Seminario de Educación Ambiental para la Sustentabilidad”, y atribuirla a Edgar J. González Gaudiano”.
“Este libro fue publicado en mayo pasado en formato electrónico por la Editorial Universitaria de la Universidad Veracruzana, con registro ISBN número 978-607-8969-30-2”.
“La Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) señala que el derecho moral se considera unido al autor y es inalienable, imprescriptible, irrenunciable e inembargable (art. 19), lo que me otorga bases para la defensa ética y jurídica de mi derecho al reconocimiento de la autoría de la obra que elaboré, de lo cual se me ha despojado”.
En resumen eso es lo que se hace del conocimiento de quien se supone es la máxima autoridad universitaria.
La respuesta real no llegó sino casi dos meses después, aunque hubo una intermedia, no había realmente mayor cosa.
Hasta el oficio de fecha 30 de agosto de 2024, firmado por Agustín del Moral Tejeda, Director Editorial de la Universidad Veracruzana en el que responde que (…) “efectivamente, usted tuvo una participación sustantiva en la preparación de esta obra, (…) cuyo coordinador era el doctor González Gaudiano”.
“Al mismo tiempo, sin embargo, tenemos conocimiento de que usted no renovó su contrato de investigadora de tiempo completo interina por persona en el Instituto de Investigaciones en Educación en enero de 2023, así como de que (sic) renunció al cargo de secretaria técnica de la Cátedra Unesco varios meses antes de que se iniciara, propiamente hablando (sic), el trabajo de edición. (…).
“Ese trabajo de edición fue acompañado a lo largo de todo el tiempo que duró
(aproximadamente un año) por el dr. González Gaudiano, motivo por el cual ha sido a él a quien le hemos dado el crédito de coordinador del libro, entre otras razones (sic).”
“En tal virtud, le proponemos a usted insertar en la página legal de dicha obra una anotación en la que se reconozca su colaboración en el proceso inicial de preparación del original. Háganos saber, por favor, si está de acuerdo con esta propuesta, para proceder en tal sentido”.
“Sin más por el momento, agradezco su atención y le envío un cordial saludo”. Rúbrica
Con ese desparpajo, valemadrismo y cinismo, por un lado el entonces rector Aguilar y el director de la Editorial UV, eluden su responsabilidad y convalidan el plagio de propiedad intelectual, pero sobre todo el trabajo de una docente que propuso y realizó la coordianación y edición de toda la obra, para dársela a un sujeto que no aportó ese trabajo, pero que SÍ es amigo de quien en este momento usurpa la Rectoría.
Eso señores, es no tener ni tantita madre, y lo que es peor aún, es que en manos de esa gente se encuentra asaltada actualmente la Universidad Veracruzana.
Si está usted de acuerdo, estimado lector, lectora, ¡yo no!
¡Ya basta de convalidar ilegalidades! y de lo que es peor, ¡normalizarlas!
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com