Más claro…
Por Felipe Mendiola Parra.
Cuando la semana pasada 10 mandatarios que pertenecían a la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), decidieron retirarse de esa organización, el presidente Andrés Manuel López Obrador solo dijo que estaban en su derecho, porque son libres de disentir y están ejerciendo la democracia.
Eso sucedió el 8 de septiembre y las repercusiones son las que usted conoce, nada. Y nada es nada.
Fueron los gobernadores de Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Colima, Aguascalientes, Jalisco, Durango, Guanajuato y Michoacán los que tomaron esa decisión, advirtiendo que solo se comunicarían a través de la Alianza Federalista con el gobierno central.
No obstante los constantes golpes mediáticos a López Obrador, pareciera que la oposición todavía no se fortalece y, por supuesto, no representa ninguna preocupación para el fundador de MORENA.
Es muy elemental observar que el PAN anda a los tumbos, sin cabeza y muy dividido; el PRI, muy lamentable, pero de ese partido solo queda su sombra; el PRD desde las elecciones pasadas, demostró que no tiene nivel para competir y es por eso es que busca desesperado nuevas caras, porque los que conocemos ya están muy desgastados; el Verde intenta seguir respirando en el estado, con la presencia de Javier Herrera Borunda; y el partido de Dante, Movimiento Ciudadano, solo tiene como fortaleza al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, que no tuvo de otra, que ser muy amable con AMLO.
Actualmente MORENA tiene 7 gobernadores y con la fuerte corriente que mantiene, es posible que obtenga otros más en 2021, por eso la disputa por alcanzar las nominaciones a esas candidaturas y las dirigencias de ese partido.
Entonces, desde ahora se debe perfilar en Veracruz al verdadero dirigente, que dé continuidad al posicionamiento del Movimiento de Regeneración Nacional y no enturbiar el agua con esos mezquinos intereses, como lo manifiesta Gonzalo Vicencio Flores, quien se ha visto envuelto en escándalos, por lo que debiera renunciar a la secretaría general y dar paso a la nueva corriente política.
El ex candidato de Morena en Chicontepec, a la alcaldía de ese lugar, no debiera poner en riesgo la fuerza de MORENA y ser congruente con el escenario que existe a favor de ese partido. La disidencia no es mala, pero no debiera patear el pesebre. Más claro ni el agua.