Guardia Nacional, institución con espíritu patriarcal y señalamientos de violaciones a Derechos Humanos de las mujeres

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09/08/2022/ México.- La militarización en México no ha dejado más que estragos de violencia y un espíritu patriarcal debido a que las fuerzas armadas del país tienen en su historia acumulación de señalamientos y acusaciones contra los Derechos Humanos, además de corrupción y menos preocupación por la vida y bienestar público, señala el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).

En su informe Poder Militar, la Guardia Nacional y los riesgos del renovado protagonismo castrense, el Centro Prodh destaca que las fuerzas armadas no han logrado que la violencia en México disminuya, pero sí han protagonizado severas violaciones a Derechos Humanos, las cuales no son investigadas exhaustivamente por instancias civiles externas.

Y es que, aunque se dotó a las fuerzas armadas del marco jurídico que solicitaron durante varios sexenios, “todas las referencias al carácter civil se han vuelto letra muerta y el espíritu fundante de la reforma constitucional se ha desdibujado por completo”, destaca el Centro Prodh.

En ese sentido, el Centro afirma que la implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública “terminó por replicar la visión de seguridad interior y por fortalecer el papel castrense en esta”.

Del Caso Atenco a la actualidad

En 2006, durante un operativo policial que buscaba frenar una protesta, en San Salvador Atenco, Estado de México, agentes de la Policía Federal y otros cuerpos policiacos del Edomex, perpetraron severas violaciones de Derechos Humanos en contra de más de 200 personas, entre las que se encontraban mujeres, quienes fueron golpeadas, torturadas y agredidas sexualmente.

Por este caso, años más tarde, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), determinó que no se investigó, juzgó y sancionó a todas las personas responsables del operativo, tanto a nivel material como intelectual. Por ello, ordenó al Estado realizar una investigación exhaustiva de los hechos con perspectiva de género y que incluyera a todas las formas de responsabilidad en ambos niveles de gobierno.

Sin embargo, para el Centro Prodh, el uso excesivo de la fuerza sigue siendo una problemática de preocupación, por lo que se requiere con urgencia de mejoras sustanciales para generar confianza pública en su actuar y mejorar la seguridad ciudadana en el país.

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CIMACFoto: César Martínez López

En ese sentido, el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) -en su más reciente examen periódico de México en 2019- expresó preocupación sobre las denuncias de uso excesivo de la fuerza y de las armas de fuego por parte de las fuerzas públicas, por lo que argumentaron la necesidad de mecanismos adecuados de transparencia y rendición de cuentas para el uso de la fuerza.

“Por ello, la medida de reparación establecida por la Corte Interamericana en el punto resolutivo 13 y párrafo 356 del Caso Atenco, relativa a la creación del observatorio, es más que pertinente”, explica el Centro Prodh.

Tras la creación de la Guardia Nacional, los derechos y obligaciones de la Policía Federal pasaron a esta, por lo que tendría que ser dicha institución la encargada de implementar la medida de reparación establecida en el Caso Atenco.

Fuerzas armadas continúan siendo un espacio de hombres

El Centro Prodh realizó un análisis entre castrenses y civiles que conforman la Guardia Nacional, en ese sentido -de acuerdo con cifras al cierre de marzo de 2021- se tiene que la institución está conformada por:

Secretaría de Marina: 14 mil 752 hombres y mil 598 mujeres

Policía Federal: 20 mil 968 hombres y cuatro mil 425 mujeres

Secretaría de la Defensa Nacional: 51 mil 113 hombres y ocho mil 326 mujeres

En ese sentido es importante recordar que en el año 2000, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Mujeres, Paz y Seguridad emitió la recomendación 1325, con el objetivo de que los Estados promovieran la participación plena, sustantiva e igualitaria de las mujeres en todos los niveles y ámbitos, incluyendo el sector de la seguridad, al abordar temas como violencia de género y discriminación.

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CIMACFoto

Sin embargo, esto no se ha logrado en México e incluso las acusaciones por parte de mujeres integrantes de las fuerzas armadas en sus propias filas, no han cesado. Tal es el caso de la sargenta A.F.J., originaria de Morelos, quien forma parte de un cuartel de Sedena, donde fue violentada de diversas formas por parte de sus superiores, situación que la ha llevado a temer por su propia vida tras exponer a su agresor.

Lo anterior pone en evidencia que las autoridades tienen deudas cruciales con las mujeres de la sociedad civil que deberían proteger, e incluso con aquellas que se encuentran al interior de sus filas.

 

 

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