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/ Eduardo Sadot /
Mi padre decía “debes aspirar siempre a ser honorable” es una categoría superior a ser “honesto” pero obviamente no lo digas de ti nunca, eso lo dice cualquier “tal por cual” de si mismo y “alabanza en boca propia es vituperio” siempre que alguien hable de sí mismo debe despertarte sospechas, porque quien obra bien, lo hará por convicción, nunca por quedar bien con los demás, de manera que quien habla bien de sí mismo siempre es sospechoso.
El sábado 20 de septiembre, nos enteramos con tristeza del fallecimiento del Licenciado Severo López Méstre, abogado egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM de la generación 1955.
Severo López Méstre fue uno de esos priístas intachables – aunque la narrativa de la oposición niega la existencia de políticos honestos – de los que hubo y hay muchos todavía, cuyo recuerdo la calumnia pretende borrar, no obstante que son muchos mexicanos, que sirvieron y aún por ahí sirven con modestia, humildad y lealtad a la Patria mexicana.
Fue oficial mayor de la SEP, trabajó también en la Secretaría del Trabajo y formó parte de la fundación de la corriente democrática, pero fiel a sus convicciones, cuando salieron los miembros de la corriente democrática del PRI, para fundar el Frente de Reconstrucción Nacional el (FERROCARRIL) antecedente del PRD, Severo decidió permanecer en la filas del PRI, pudo haber llegado a grandes puestos dentro del PRD, pues era un hombre honesto y leal, lo que le ganó el respeto y admiración de quienes le conocimos.
Severo fue secretario de Porfirio Muñoz Ledo, en la secretaría del trabajo opero por la institución y tuvo la oportunidad de conocer a toda la clase política de México y a todos los líderes sindicales. Por cierto, aunque lo respetaron, como sucede siempre, cuando más necesitó lo abandonaron, por ejemplo, él hasta su muerte siempre se expresó bien de todos, recordamos el nombre de uno de ellos, el líder Ferrocarrilero Víctor Flores Morales, quien nunca respondió a su llamado.
Severo fue priísta toda su vida, no obstante que hasta en su partido lo llegaron a desaprovechar y a ignorar, el último cargo que tuvo fue, subsecretario de la tercera edad.
En los tiempos en que fue funcionario pasaron por sus manos carretadas de dinero, que nunca tocó, que cumplió leal, cabal, honesta y patrióticamente, con una mística de servicio y oficio político que hoy es un ejemplo y que no se ve en el horizonte de los nuevos partidos ni sombra que se le parezca.
Además de leal y honesto, siempre fue un hombre agradecido, limpio y generoso. Cuando alguien le servía, aunque fuera en algo simple, siempre se manifestó agradecido y no desperdiciaba oportunidad para subrayar su reconocimiento y gratitud, hasta el extremo de apenar a su beneficiario, con sus discretas pero contundentes expresiones de gratitud.
El ejemplo de Severo López Méstre, rebasan las fronteras partidistas y llegan hasta la esfera del servicio público. Su ejemplo, debieran aprender y estudiarlo quienes, eventual y temporalmente llegan a un cargo público.
Que en Paz descanse El Licenciado Don Severo López Méstre.
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