27.12.2024. – El día 28 de diciembre se celebra el Día de los Inocentes o también conocido como el Día de los Santos Inocentes. Este día tiene dos tipos de celebraciones que son bastante antagónicas entre sí, aunque aparentemente están relacionadas.
Por un lado, el cristianismo adoptó este día para honrar la memoria de los niños que murieron durante el mandato del Rey Herodes quien, en su afán por evitar que el recién nacido Jesús de Nazaret viviera, envió a los soldados a matar a todos los niños menores de 2 años que en ese momento se encontraran en Belén.
Por otra parte, tanto en Hispanoamérica como en España, se acostumbra a gastarse bromas que tienen como fin engañar a las personas y hacerles ver que han caído en ellas por inocentes.
Es por ello que durante este día es frecuente ver a medios de comunicación publicar o decir noticias falsas o exageradas, o llamar a amigos para contarles algún suceso inexistente u otras mentiras, para, pasado un buen rato, decirles la verdad con frases como: “Caíste por inocente” o “que la inocencia te valga”, acompañadas de muchas carcajadas.
Origen del Día de los Inocentes. Herodes y la matanza
Herodes I el Grande, era rey de Judea, Samaria, Idumea y Galilea. Se caracterizó por realizar importantes y monumentales obras a nivel de infraestructura, pero también por ser inclemente con sus enemigos, a quienes eliminaba sin dudarlo.
Es importante señalar que en el Nuevo Testamento (Evangelio de Mateo) se cita al profeta Miqueas, quien para el siglo VIII a.C. habría anunciado la llegada del “rey de los judíos” que nacería en Belén.
Herodes pidió a los Magos de Oriente que le indicaran el lugar donde nacería el Mesías, sin embargo, esto no sucedió. Y al saberse que había nacido el Cristo, éste se sintió traicionado y, buscando evitar que el futuro usurpador creciera, decidió matar a todos los bebés menores de 2 años. El niño Jesús logró salvarse, pues sus padres habían huido a tiempo.
Con respecto a la veracidad de estos hechos, muchos investigadores opinan que las fechas no son las precisas, que la matanza solo se menciona en uno de los evangelios y no en el resto, que el hecho no se nombra en otros textos de la época y que para la fecha había muy pocos niños en Belén, entre otras cosas.
Es por ello, que algunos consideran que esta historia es un mito, una leyenda o una exageración y otros lo ven como una malinterpretación de otro suceso distinto.
Entre la conmemoración y la celebración.
En la iglesia se lleva a cabo la liturgia del día y muchos sacerdotes utilizan el color morado como símbolo de tristeza por los gemidos y llantos de los inocentes. Aunque no se sabe el origen exacto de esta conmemoración, es posible establecer que es bastante antigua, ya que el rezo y la fecha del Día de los Santos Inocentes se encuentra en el Sacramentario gregoriano, cuya recopilación se hizo a fines del siglo VIII.
En cuanto a la celebración con bromas y carcajadas, algunos autores afirman que esta tradición corresponde a que el Día de los Santos Inocentes se fue asociando con la Fiesta de los locos, la cual se hacía entre Navidad y Año Nuevo durante la Edad Media.
El Día de los Inocentes y la fiesta de los locos.
La llamada fiesta de los locos, era celebrada por clérigos jóvenes durante algún día entre Navidad y Reyes durante la Edad Media. Eran fiestas muy carnavalescas, burlonas e irreverentes.
Los muchachos jugaban, bebían, comían en los altares, cantaban canciones sarcásticas y obscenas, hacían castigos graciosos, se disfrazaban y parodiaban a los sacerdotes. También escogían al obispo o Papa de los locos, se colocaban las indumentarias al revés y hacían procesiones hacia atrás, entre otras cosas.
La Fiesta de los Locos fue una celebración de corte popular propia de la Edad Media y el Renacimiento europeos e inscrita entre las libertates decembricae, un conjunto de festividades de raigambre pagana que se desarrollaba entre los últimos y los primeros días del año.
Pese a las dificultades existentes para diferenciarla de otros festejos con un trasfondo similar -como el obispillo o la fiesta del asno-, todo parece indicar que la conocida como Festum Stultorum se celebraba el 1 de enero, fecha en que se conmemoraba la circuncisión del niño Jesús en cumplimiento de la ley mosaica.
Loco era el desquiciado, pero también el necio, el deforme, el lisiado, marginados cuyo inexcusable crimen consistía en no hallar encaje dentro de un esquema social caracterizado por su rigidez y verticalidad. El loco suscitaba hilaridad, suspicacia, rechazo e incluso temor, pero también era admirado como espíritu visionario, libre de las pulsiones que atenazan al resto de seres humanos y los precipita al insondable abismo del pecado.
Esta ambivalencia alcanzaba su más elevada expresión con motivo de la Festum Stultorum y su cómica exaltación de la locura.
La fiesta era una forma de expresar la inconformidad y protestar por medio de la burla, la situación que vivían dentro de las iglesias. Esta fiesta estuvo presente en muchos países como Alemania, Francia, Inglaterra y España hasta el siglo XVI. Y aún hoy se hacen algunos desfiles y pasacalles.
Hoy en día es recomendable que las bromas sean de buen gusto e inofensivas para la persona que las reciba, cuya única intención es sorprenderlas y pasar un rato divertido.
En algunas situaciones las personas pueden ser objeto de detención judicial y demandas legales por gastar bromas a las personas ¡Caíste por inocente!
Ahora sí, hablando (o escribiendo) en serio, estas son las bromas más utilizadas por las personas en el Día de los Inocentes:
Colocar una moneda o billete en el suelo para que las víctimas intenten recogerlo. El detalle está en que la moneda está pegada con pegamento y el billete se ata a un hilo transparente que se mueve al intentar tomarlo.
Enviar un mensaje de texto o de voz a una persona conocida, notificando una situación o noticia falsa, siempre y cuando no cause un daño o impacto negativo a la víctima.
En un cubículo del baño se colocan un par de zapatos y un pantalón. La persona que vaya a utilizar el baño pensará que está ocupado y creerá que hay alguien allí, debiendo esperar su turno.
Servir una bebida fría o caliente, como zumos, té o café y poner sal en vez de azúcar.
Hacer una llamada falsa a una persona conocida o desconocida, identificándonos con una identidad diferente.
Entregar un regalo vacío a una persona y que al quitar el envoltorio se va a encontrar una sorpresa: ¡nada!
Adelantar o atrasar las horas del reloj en un momento de descuido de la víctima.
Colocar un monigote o muñeco de papel en la espalda de la víctima, sin que se de cuenta.
Utilizar algún artículo de bromas que venden en tiendas comerciales, como una mano falsa, bolsas que simulan flatulencias para colocar en un asiento, excrementos de mentira, entre otros artículos graciosos.
¡Inocente!
¡Caíste por inocente!
¡Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar!