*Al menos 30 religiosos han sido asesinados en el país desde el año 2000, la mayoría en contextos de violencia criminal o impunidad local.
13.11.2025 El sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, reportado como desaparecido desde el 27 de octubre en Tultepec, Estado de México, fue hallado sin vida el 11 de noviembre en un canal de aguas negras en el municipio de Nextlalpan.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) confirmó la detención de tres personas —dos hombres y una mujer— por su presunta participación en el crimen, luego de que intentaran vender la camioneta del sacerdote tras su desaparición.
De acuerdo con la investigación, el sacerdote fue visto por última vez cuando salió de su parroquia, Santa Cruz Cantera, en Tultepec. Días después, su cuerpo fue localizado en avanzado estado de descomposición, lo que dificultó su identificación inmediata.
La causa de muerte no ha sido revelada públicamente, pero la fiscalía confirmó que se trató de un homicidio.
Los detenidos fueron identificados como María Fernanda “N”, Brandon Jonathan “N” y un tercer implicado aún no identificado oficialmente.
La clave para su captura fue la localización de la camioneta del sacerdote, que intentaron vender en el mercado negro. Las autoridades rastrearon el vehículo y lograron vincular a los sospechosos con la desaparición y posterior asesinato del religioso.
Hasta el momento, la fiscalía no ha confirmado el móvil del crimen ni ha revelado si existía una relación previa entre el sacerdote y los detenidos. Tampoco se han presentado pruebas que indiquen una planeación del homicidio, aunque los fiscales sostienen que la venta del vehículo es un indicio de aprovechamiento del delito.
El caso ha generado conmoción en la comunidad católica del Estado de México. Feligreses, vecinos y organizaciones religiosas han exigido justicia y mayor protección para los líderes religiosos, quienes en diversas regiones del país enfrentan riesgos por su labor pastoral y social. La Conferencia del Episcopado Mexicano expresó su solidaridad con la diócesis de Cuautitlán y pidió a las autoridades esclarecer el crimen con celeridad.
El asesinato de Ernesto Baltazar se suma a una preocupante lista de agresiones contra sacerdotes en México. De acuerdo con el Centro Católico Multimedial, al menos 30 religiosos han sido asesinados en el país desde el año 2000, la mayoría en contextos de violencia criminal o impunidad local.












