Herir a los Opositores, Revancha de Claudia Sheinbaum en la CDMX

Por Nidia Marín

La justicia selectiva o la injusticia contra opositores. Enseñaron el cobre los “morenos” de la cúpula capitalina. La arbitrariedad exhibida por Claudia Sheinbaum y Martí Batres Guadarrama en el caso de la alcaldesa de oposición electa en Álvaro Obregón, Lía Limón y su acompañante el también ganador en Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, la primera golpeada con un escudo de un policía y el segundo atacado con toques eléctricos, hablan del salvajismo que reinará los próximos tres años.

Ambos resultaron heridos por órdenes de los gobernantes en turno en la Ciudad de México y eso es inocultable.

A esos hechos se les llama represión.

También se exhiben las instrucciones de Omar García Harfuch, Jefe de la Policía de Investigación en la capital del país, cuya vara tiene una medida para unos y no se observa para los verdaderos riesgos de los ciudadanos: los delincuentes.

A eso que recién sucedió, “por órdenes de arriba”, se le denomina “gobierno represor”.

Y no, no fue en contra de quienes violentan la ley y tienen asolada la Ciudad de México, sino de los opositores que osaron arrasar, en una mayoría en las 16 demarcaciones, con las alcaldías, con lo cual exhibieron el pésimo trabajo realizado por la Jefa de Gobierno y actualmente por su secretario de gobierno: “el represor Batres”, apodo que se ganó a pulso.

¿Hasta dónde llegará la iracundia de los que se dicen “gobernantes democráticos”?

Seguramente pasarán a la historia, así como en su momento ocuparon un lugar preponderante y de desprecio, aquellos represores del siglo pasado.

Ya se exhibieron como lo que realmente son. Y sí Martí espera que le pidan permiso, es decir como dicen en el pueblo que le pidan “frías” para permitir que estas personas -pertenezcan al partido que fuere- ejerzan su derecho a cruzar por una calle de la capital del país, puede sentarse a esperar.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 13 establece el derecho de toda persona a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.

Se supone que, como han señalado constantemente los especialistas en la materia, un gobierno que se considere democrático sólo recurre a la violencia física en contadas ocasiones, como excepción a la regla, cuando hay confrontaciones sociales y políticas severas y el dialogo se ha agotado. En este caso no era así y fue simplemente por las “pistolas” de don Martí, aquello de no dejarlos pasar a la calle de Donceles donde se ubica el Congreso local.

¿A que gobierno pretenderán parecerse las actuales autoridades capitalinas? Los gobiernos más represores son, entre otros, los de países como Corea del Norte, Cuba, Azerbaiyán, Arabia Saudita, Eritrea, Myanmar, Irán, Etiopía y Vietnam.

Probablemente no se parezcan a ninguno, pero sí existe ya la posibilidad de que el gobierno capitalino ingrese a la lista de los peores que han gobernado la ciudad capital mexicana. ¡Y vaya que hay competencia!

José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch (HRW) ha asegurado en diversas ocasiones que “se han visto numerosos hechos de brutalidad policial muy graves, no son aislados”, además de explicar:

“La policía no opera profesionalmente para disolver con eficacia, con el mínimo uso de la fuerza, a quienes protestan…”

Es verdad, pero, además, en el caso que nos ocupa fue un exceso seguramente ordenado para saciar revanchas, porque se trataba de opositores… ganadores.

Surge la pregunta: ¿Las alcaldías en las cuales ganó la oposición a Morena, contarán con una policía respetuosa de las normas o en venganza Sheinbaum, Harfuch y Batres actuarán como opositores y no como gobernantes?

¿Los habitantes de las alcaldías que perdió Claudia pueden tener la certeza de que contarán con una policía imparcial o ejercerán a su conveniencia la aplicación de la ley?

¿Habrá trato parejo para todos los ciudadanos, o sólo se beneficiarán con la seguridad aquellas zonas en las que ganaron los alcaldes de Morena?

De ser así y después de los sucesos del pasado lunes 30 de agosto, seguramente en las elecciones por venir, las que fueren, la pérdida de un mayor número de posiciones políticas y de gobierno será mucho mayor para el Movimiento de Regeneración Nacional.

Sólo es cuestión de esperar y de observar, porque al parecer no entendieron todavía lo que significa tener sensibilidad social.

¡Sí, más respeto para los demás!