Hijo de Kenia Hernández recorre 3 estados para exigir la libertad de la activista afroindígena

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13.04.2025 Estado de México.- Kenia Hernández tiene casi 5 años en prisión por protestar. Fue víctima del contubernio del nuevo régimen con el PRI en el Estado de México cuando Alfredo de Mazo, entregó la entidad a Morena.

Considerada perseguida política acusada de robo con violencia, fue detenida irregularmente en el Estado de México y espera que su caso pueda ser atendida con justicia por las autoridades correspondientes.

Kenia Hernández, la reconocida activista afroindígena, abogada y feminista, lleva casi cinco años privada de su libertad. Durante este tiempo, no ha podido ver crecer a sus dos hijos, de 8 y 12 años.

Su hijo Joel, un niño de 12 años, deja por un momento la escuela y los juegos de su edad para salir a las calles y llevar el mensaje a pueblos, organizaciones y toda aquella persona que se pueda sumar a su causa.

En redes y por tres estados el pequeño alega que Pese a 3 recomendaciones de la oficinas de la ONU; 52 diputadxs solicitando su libertad. 6 preguntas en la mañanera sobre el caso. 2 sexenios. Y nada. Kenia sigue presa.

Joeltuvo la oportunidad de platicar con la presidenta Claudia Sheinbaum durante su visita a Tlapa Guerrero. La mandataria se comprometió a buscar una solución al caso.

Desde el 6 de abril Joel realiza una gira que inició el domingo 6 de abril, en la comunidad de Llano Grande, y concluirá en la Mañanera del Pueblo en Palacio Nacional el 15 de abril.

Joel, en entrevista para el programa Rompeviento, pidió a la presidenta la liberación de todos los “presos políticos, encarcelados injustamente para que puedan estar de nuevo con su familia”.

Joel y Joab, sus hijos, tenían 7 y 3 años cuando ella fue privada de la libertad. Hoy tienen 12 y 8. Un día, Joel le dijo en una visita.

“Mamá, déjame hacer algo. Déjame convocar. Yo solo no puedo hacer nada. Solo soy un niño de 11 años, pero seguro si voy y les pido a tus compañeras y compañeros que me ayuden a exigirle al gobierno que te liberen me van a acompañar”. Kenia no aceptó de inmediato. Lo consensuó con sus redes de apoyo. Joel cumplió los 12 años y salió.

Se entrevistó, gracias al apoyo de las comunidades indígenas de la montaña de Guerrero acuerpadas en el Frente Popular de la Montaña, con Claudia Sheimbaum en su gira a Guerrero en enero de este año. Dijo que haría algo. Nada. Se le preguntó a la presidenta en la mañanera otra vez sobre el caso de Kenia.

“Lo está revisando la consejera jurídica”, dijo. 3 veces Ernestina Godoy ha cancelado las reuniones con los abogados y el hijo de Kenia.

Joel entonces decidió realizar la gira. Visitar comunidades, preparatorias, universidades y colonias en Puebla, Estado y Ciudad de México.

La invitación es para que lo acompañen la próxima semana: 14 al 16 de abril, principalmente el 15 de abril en la conferencia mañanera en la presidencia de la república, para entregar casi 20 mil firmas por la libertad de Kenia, y hacer presión para que por fin la presidenta haga caso del clamor social que va incrementando.

La primera detención de Kenia ocurrió el 6 de junio de 2020 en la caseta de Las Américas, en Ecatepec, acusada de robo con violencia. En esa ocasión, las autoridades le impusieron una medida cautelar de presentación periódica, pero no la encarcelaron. Sin embargo, el 18 de octubre del mismo año, fue detenida nuevamente, esta vez por el presunto ataque a las vías generales de comunicación, un hecho que, según las autoridades, ocurrió en Toluca Consigna el diario ADN Noticias.

La detención, realizada en la caseta de Puebla, en Amozoc, estuvo marcada por irregularidades: no se presentó una orden de aprehensión, los agentes no portaban uniformes ni identificación, y se ejerció violencia contra la activista. Tras ser trasladada al Estado de México, el 24 de octubre se ejecutó la orden de aprehensión. En total, se le imputaron diez causas penales por el mismo delito, impulsadas por Caminos y Puentes Federales (Capufe).

El delito por el que se le acusa no está catalogado como grave y, en teoría, podría resolverse mediante un acuerdo reparatorio sin necesidad de un juicio oral. Sin embargo, las causas están repartidas en Guerrero, Morelos y Guanajuato, lo que ha complicado el proceso y mantenido a Kenia en prisión preventiva oficiosa.

Kenia está en prisión por presuntamente levantar la pluma en la caseta la Hortaliza, en Almoloya, y permitir el paso de vehículos, que habría generado una pérdida de 7 mil pesos, lo que le costó una pena de 10 años que se acumulan al del presunto robo de un celular valuado en 2 mil pesos. Ambas casetas están concesionadas a Aleatica-OHL.

Ha sido acusada del presunto delito de ataque a las vías generales de comunicación en pandilla, un caso que las autoridades han señalado como un «escarmiento» para disuadir las protestas en las carreteras de México.

Kenia tiene carpetas de investigación en Guanajuato, Morelos y Guerrero. Cuenta con dos sentencias, en el Estado de México, que suman poco más de 20 años de prisión.

Para el abogado y defensor de derechos humanos, Antonio Lara Duque, “la prisión de Kenia nada tiene que ver con una conducta delictiva, notoria y abiertamente es una decisión política la que pretende exponerla como un castigo ejemplar para que no se proteste en las casetas”.

En total, se le imputaron diez causas penales por el mismo delito, impulsadas por Caminos y Puentes Federales (Capufe). Aunque hubo una intención de llegar a un acuerdo preparatorio, hasta el momento no ha habido reuniones.

En comunicado el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero informó que la guerrerense tiene dos opciones: el procedimiento abreviado, es decir, que Kenia acepte que delinquió y, en consecuencia, cargue con antecedentes penales; o el acuerdo reparatorio, que implica no llegar a juicio, no aceptar los hechos ni el delito, y pagar la reparación del daño para solventar el proceso. Esto último depende principalmente de la decisión política de Caminos y Puentes Federales (Capufe) reseña el diario.

Kenia ha manifestado su disposición a llegar a un acuerdo, pero sin admitir culpabilidad ni ofrecer disculpas por un delito que asegura no cometió. «Yo no puedo poner en entredicho el ejercicio de la protesta porque así podría sucederles a otros más. No quiero generar un mal precedente», declaró la activista.

La presidenta Claudia Sheinbaum, como representante del poder ejecutivo, tiene la competencia para resolver la situación de Kenia. Su defensa espera que las autoridades concreten una reunión de conciliación, la cual se ha pospuesto en múltiples ocasiones, para alcanzar un acuerdo que permita a la activista recuperar su libertad.

Más de 400 organizaciones, colectivos, sindicatos, activistas, instituciones académicas, organizaciones campesinas, legisladores y ciudadanos se sumaron al llamado a “Capufe para que se concrete el acuerdo preparatorio como una solución a las persecuciones judiciales en su contra”.