/Yamiri Rodríguez Madrid /
Tras varios días de estar operando sin agua y sin aires acondicionados, finalmente ese martes el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, se pronunció en torno a la situación que priva en el hospital de Alta Especialidad de Veracruz.
A casi una semana de que exhibieran el estado de los baños y como intentan preservar la higiene en todas las instalaciones, el mandatario morenista sacó un tweet diciendo que si grupo MAS -que opera por cierto en el corredor panista-, no atiende las demandas de agua de la ciudadanía y de los hospitales, procederá con las demandas correspondientes, por varias vías, “por las respuestas tan irresponsables dadas a los nosocomios que tienen servicios de alta prioridad que dependen del vital líquido”.
Ojalá esa firmeza hubiese aflorado desde el primer instante en que el hospital se quedó sin agua y que esa determinación también la aplique dentro del gabinete, pues los hospitales veracruzanos un día sí, y otro también, son noticia por problemas en las instalaciones.
Ahí están como muestra los elevadores de la Torre Pediátrica que fallan y se caen tiro por viaje; la inundación en el Hospital del Perote a unas horas de haber sido inaugurado, el recicle de agujas en ese mismo nosocomio, y así nos podemos seguir con una larga lista.
Sacando de la bolsa el tema de la inseguridad, salud es uno de los peores dolores de cabeza de esta administración morenista; sin embargo, hablando en esos términos, la gripa la dejaron correr y hoy se les ha tornado en una neumonía que intentan curar con aspirinas.
Cualquier sistema de salud, aquí y en China, es complejo no solo por el tamaño que tiene, sino porque son vidas las que están de por medio, pero pareciera que aquí en Veracruz se trata con ligereza; los problemas no se atienden, sino se esconden.
Bien por el manotazo al Grupo Mas, pero ojalá que en lo que interponen las denuncias, den solución pronta a lo que pasa en el hospital pues, de lo contario, la insalubridad tendrá un costo mortal.
@YamiriRodriguez
