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04.02.2024, El Salvador.- Como si se tratase de una fiesta, miles y miles de personas han salido con alegría, libres y en paz, a elegir democráticamente al nuevo presidente de El Salvador para los próximos 5 años.
Por lo que se ve y se escucha a las afueras de los puestos de votación, se estima que Nayib bukele será reelegido masivamente. Nadie quiere regresar al pasado.
El actual presidente ha convertido a su país en el segundo más seguro de América Latina y son pocos los que salen del país para migrar a Estados Unidos de Norteamérica.
La transformación de El Salvador ha permitido que este día, sea una verdadera fiesta cívica, donde los salvadoreños pueden caminar sin temor y con esperanza y todo apunta que reelegirán a quien lo hizo posible: Nayib Bukele.
Nayib Armando Bukele Ortez nace en San Salvador un 24 de julio de 1981. Es un político y empresario salvadoreño y el presidente de la República de El Salvador número 60, desde el 1 de junio de 2019.
Bukele sucedió en la Presidencia a Salvador Sánchez Cerén.
Goza de una licencia de la función pública aprobada por la Asamblea Legislativa el 30 de noviembre de 2023 y que es vigente desde el 1 de diciembre de ese año hasta el 31 de mayo de 2024, con la que puede participar en la elección presidencial este domingo 4 de febrero de 2024. Medida que ha sido calificada de controvertida.
Nayib Bukele está casado con la bailarina Gabriela Rodríguez y tienen dos hijas.
Bukele es el mayor de los cuatro hijos que tuvieron Olga Ortez y Armando Bukele, un musulmán originario de Palestina, que impulsó la construcción de algunas de las primeras mezquitas en América Latinaby se especializan en la publicidad politica.
El mismo Nayib Bukele ha tenido experiencia en la administración pública y es un especialista en mercadotecnia politica.
Su primera administración fue en la alcaldía de Nuevo Cuscatlán el 11 de marzo de 2012 .
Muchos en El Salvador apoyan a Bukele a pesar de las críticas por sus métodos. Hay algunos que, incluso siendo víctimas directas de una política represiva que se ha extendido durante su primer mandato y que ha resultado en el arresto de 75.163 personas en 21 meses de régimen de excepción —de acuerdo con cifras oficiales hasta el pasado 3 de enero—, mantienen su fascinación con el presidente y con lo que ha hecho hasta ahora, analiza CNN.
La periodista Sofía Benavides explica que las extendidas denuncias de violaciones a los derechos humanos y el debilitamiento del Estado de derecho, documentado por distintas organizaciones, se combinan en las elecciones presidenciales de este domingo en El Salvador con encuestas que atribuyen a Nayib Bukele unos índices de popularidad que deben dar envidia a más de un mandatario de la región.
El dato no es menor debido a que, con la salvedad de los procesos electorales en Venezuela y en Nicaragua, cuestionados por la oposición en esos países y por la comunidad internacional, ningún presidente ha logrado una reelección en América Latina desde el 2018.
Muchos en El Salvador apoyan a Bukele a pesar de las críticas por sus métodos. Hay algunos que, incluso siendo víctimas directas de una política represiva que se ha extendido durante su primer mandato y que ha resultado en el arresto de 75.163 personas en 21 meses de régimen de excepción —de acuerdo con cifras oficiales hasta el pasado 3 de enero—, mantienen su fascinación con el presidente y con lo que ha hecho hasta ahora.
El presidente joven, outsider y de las redes
Antes de lanzarse a la política, Bukele trabajó durante más de una década en la agencia de publicidad de su familia, que se había encargado de las campañas electorales del Frente Farabundo Martí para la Liberación. Bukele construyó una imagen de sí mismo como outsider. Candidato joven, nuevo, que se comunicaba a través de las redes sociales, que vestía ropa cómoda y que implementaba medidas que iban desde donar su salario hasta repartir alimentos y mensajes sobre combatir la corrupción: “El dinero alcanza cuando nadie está robando”, decía por entonces. Labrador asegura que Bukele se esforzaba por parecer distinto. Y lo lograba.
“Bukele surge en un contexto de tremendo descontento por el nivel de violencia récord y por una serie de casos de corrupción de alto perfil que salpicaron a los partidos tradicionales. Los salvadoreños estaban hartos de la clase política y buscaron un outsider, joven, con una manera de vestir y de hablar totalmente distinta, que dice e insiste en que él es diferente”, opina Steven Levitsky, profesor en la Universidad de Harvard y autor de “Cómo mueren las democracias” concluye la periodista.
La popularidad de Nayib Bukele por la pacificación de El Salvador no sólo se extiende por cada rincón de su país sino en el mundo entero.
