Hoy vinieron por Nexos, ¿luego por quién vendrán?

Por Juan Bustillos – 

Hace años no hablo con Héctor Aguilar Camín, el reportero e historiador que edita la Revista Nexos fundador del periódico La Jornada, y una de las voces más inteligentes y críticas de nuestra generación que, pese a su amistad con Carlos Salinas, no guardó silencio en ocasión de la difusión de la grabación telefónica de una charla entre Adriana y Raúl Salinas que supuestamente involucraba a su hermano el ex presidente en manejo de dineros.

Hoy, Nexos denuncia en el espacio de Héctor en Milenio que la Secretaría de la Función Pública le aplicó a Nexos una sanción desproporcionada y prohibió a las dependencias del gobierno contratar con ella servicios de ningún tipo.

Todo, a causa de la revisión de un proceso burocrático de 2018, en el que Nexos ganó una licitación del IMSS y obtuvo una página de publicidad por 74 mil pesos.

Conforme a la denuncia de Héctor, el gobierno del presidente López Obrador dice haber encontrado una irregularidad en los papeles de aquel proceso y tomó la decisión unilateral de vetar a Nexos como proveedor e imponerle una multa de 940 mil pesos.

El Doctor Aguilar Camín considera que no se trata de un hecho aislado, sino una señal más de la intolerancia oficial a la crítica, al pensamiento distinto, a la diversidad de opiniones, en última instancia, a la libertad de expresión.

Héctor concluye que “asistimos a un síntoma de la deriva autoritaria de este gobierno contra los medios que no le gustan, las opiniones que no le gustan y hasta los hechos que no le gustan”.

No se requiere añadir más a lo dicho por Aguilar Camín, si acaso que quizás lo estén castigando por las palabras altisonantes, groseras, si se quiere, con que culminó su charla vía Zoom con un grupo de su generación estudiantil, en la que se habló, entre otras cosas, de cómo restar el poder casi absoluto al presidente López Obrador; todo mediante elecciones, nada más.

Es decir, Nexos estaría sufriendo el ejercicio de su libertad de expresión, su crítica y el supuesto activismo político de su editor.

Sin duda es así y es de lamentar porque se trata de un botón de muestra.

No exagero si repito aquí el poema del pastor luterano Martin Niemoller porque nos viene como anillo al dedo: “Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada, porque yo no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas,

y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío. Luego vinieron por mí y no quedó nadie para hablar por mí”.

Añado yo: Si me quedo callado ¿Por quién vendrán luego?