/ Eduardo Sadot /
Abunda la literatura de ignorantes que la riegan y dejan un daño irreversible, es el caso de la ignorancia histórica de Palacio. Otro mito inventado con otros datos, la mentira de que “ya saben quién” es “estudioso de la historia”, lo más probable es que como los niños, antes de dormir le guste que su mujer “la historiadora” le cuente cuentos de historia para las mañaneras, se levanta con una nueva ocurrencia adosada “según” de “datos históricos.” Pero el daño causado quedará para la historia de manera irreversible.
En su afán protagónico, se le ocurrió reclamar a España, en una carta dirigida al rey Felipe IV de España para que ¡pidiera perdón! a los mexicanos por los hechos de la conquista, su estolidez le llevó al extremo de exigirle al Rey, que pidiera perdón públicamente por la conquista, lo que desencadenó la burla ibérica, exhibiéndonos por tener un representante de ese tamaño de ocurrente e ignorante, entonces ante la burla declaró que iba a “pausar” – otra ocurrencia surgida de la ignorancia – la relación con España, término que no existe en el lenguaje diplomático, peor aún, ignoraba que nuestra relación comercial con España es abundante y fructífera y todo por los “cuentitos” históricos para dormirlo que le arrullan antes de conciliar el sueño.
En su afán protagónico la corcholata preferida, siguiéndole el juego de ignorancia promovió la desaparición de la estatua de Colón. Impulsada por ignorantes también – dicho sea de paso – que Don Cristóbal tampoco fue un personaje presentable, menos, como el caso que nos ocupa, en el ocaso de su gloria. Y ahí está, que igual que la esposa de Epimeteo, abrió la caja que le regalaron los dioses griegos y que su esposa Pandora abrió y con ello trajo al mundo todas las desgracias.
Pues resulta que YSQ después de hacer la alaraca de pedir perdón, nos llegó la respuesta por diversas vías, de la famosa “Leyenda Negra” a diferencia de la “Leyenda Dorada” de Bartolomé de las Casas que convenientemente creemos.
Ello provocó primero la difusión de aquella anécdota de una española, que en Europa se encuentra con un mexicano – seguramente de MORENA – quien al preguntarle de donde era, ella le contesta que de España, el tipo asombrado y envalentonado – faltaba más – si aprendió historia en las mañaneras y entonces le dijo, ah así que eres española, sabes que tus ancestros fueron a América a conquistarnos y cometieron terribles actos, fueron unos asesinos, cometieron contra los mexicanos terribles asesinatos de lesa humanidad, esclavizaron, le causaron terribles daños a la cultura precolonial. Y la española contesta modestamente: los míos no, fueron los tuyos, porque los míos se quedaron en España.
Así YSQ haciendo alarde de sus “conocimientos” e ignorando a sus antepasados de Ampuero en Cantabria y más atrás de Santander, de los que tanto presume en privado y en público lo oculta y niega.
El daño causado al despertar esa parte de la historia que autores propios, por vergüenza han ocultado y, autores españoles por cortesía no habían mencionado y menos difundido, pero ello provocó que nos encueraran.
La profundización de la historia ha evidenciado, nuestro pasado caníbal, porque los famosos platillos precoloniales como el pozole, la barbacoa, los tamales, antes de que llegaran los españoles y trajeran el ganado vacuno, caprino, porcino, bobino, apoco deveras creen que comíamos solo escuincles, así se llamaban a los perros xoloitzcuintles. Y el término escuincle que se refiere a los niños, la real academia de la lengua fue muy cuidadosa en justificar la similitud, pero eran en el hábito alimenticio de los mexicas, el equivalente a los lechones, los corderos, terneras y los cabritos, animales sin destetar como los escuincles. Aquí vale la pena preguntarse por qué no se habla de panteones precoloniales, pues porque nos los comíamos, las fiestas de los calpulli o calpolli eran el pretexto para los sacrificios humanos en honor de Huitzilopochtli, para sacarles el corazón, ¿y luego? qué acaso había una ceremonia para bajar los cadáveres de los sacrificados, ¡claro que no! los aventaban desde lo alto de la pirámide, que estaba llena de piedras para destrozar o ablandar los cuerpos y abajo estaban los sacerdotes cortándolos y distribuyéndolos al “pueblo bueno y sabio” para que hicieran pozole, barbacoa, tamales y carnitas, así los alimentaban para que no se sublevaran. Eso justifica que los españoles pudieran mantenerse en el poder siendo minoría y con pocos militares, porque las mujeres les apoyaron, porque así ya no tenían que sacrificar a sus hijos para comida. Y eso de que era a los prisioneros a quienes se sacrificaba, sí pero no eran suficientes. Y la leyenda de la llorona, lloraba por sus hijos sacrificados, desde antes de la llegada de los españoles.
No nos espanta el canibalismo precolonial, otros pueblos como los nórdicos también lo practicaban, abunda en diversas culturas, pero la remoción de nuestra historia por la histeria de YSQ, nos colocó en la realidad.
Si hay que poner una escultura de una mujer en lugar de Colón, quizá deba ser la imagen de la llorona, tiene mucho sentido y tradición. Pero cuál será el lugar del actual gobernante en la historia, diferente al que el piensa.
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