IGNORANTES, INEPTOS Y CORRUPTOS, FORTALECEN LAS CRISIS.

Mutatis mutandis

Por Rafael Arias Hernández.

Crece tamaño del daño. La problemática en aumento y más compleja. Notorios rechazo e  inconformidad social, sobre todo, de víctimas y sacrificados.

Venga de quien venga; del partido, color y sabor que sea. No son suficientes   justificaciones,  verdaderas o falsas; ni explicaciones,  fantasiosas o reales.

No más pretextos recurrentes  y  distractores abundantes.

Ante  muertos por homicidio y pandemia, en aumento; el hambre y pobreza crecientes, por incapacidad y falta de previsión; la crisis de las finanzas públicas, por bajos ingresos y gasto inapropiado; el aplastante desempleo y falta de ingresos y prestaciones; los insuficientes y cuestionados servicios públicos básicos.

Inútil repetir  discursos optimistas, inundados de buenas intenciones; no más repetidas promesas y afirmaciones de “vamos bien, ya tocamos fondo, estamos saliendo, y viene lo mejor”.

Quienes mandan y están a cargo, saben de su obligación y compromiso; y también, que deben exigir a sus colaboradores y equipo, buenos resultados, ni más ni menos.

Si no pueden que renuncien o los despidan; si son ignorantes, ineptos y corruptos, que se les denuncie y corra, y hasta procese y sancione. Nada de consultas distractivas y evasivas, simplemente que se aplique la ley.

Ante miles y miles de muertos, y otros daños, que se siguen acumulando,  la población en general, reclama y exige respuestas inmediatas y efectivas. Hoy por hoy, urge mejor trabajo oficial y mayor previsión institucional.

Por lo pronto, tanto las áreas  oficiales, como sus funcionarios  y gobernantes a cargo, están identificados y señalados; tarde o temprano, de acuerdo con las evidencias, se les hará responsables, culpables y castigados. “Los carniceros de hoy, serán las reses de mañana”. A menos que las hordas en el poder, adelanten el canibalismo; o la extinción entre tribus.

En todo caso, es vital, si hay logros o avances,  se deben reconocer, apoyar y  estimular; justo y merecido valorar  el esfuerzo y trabajo realizado. Importante identificar a los que cumplen y dan buenos resultados.

CONOCER LOS PROBLEMAS, PARA RESOLVERLOS BIEN Y A TIEMPO.

Sigue el deterioro, en 2020. Pobre México, casi 1 de cada 2 en la pobreza, esto es, más de 62 millones; y, 1 de cada 5  en pobreza extrema,   casi 21 millones.

Peor el desastre de Veracruz, casi 2 de cada 3, en la pobreza, esto es, aproximadamente, 6 millones; y, de ellos, también peor, casi 1 de cada 4 en pobreza extrema,  más de 2 millones.

Se habla de 2 millones de veracruzanos que reciben algún apoyo, subsidio, beca o crédito, de algún programa social federal.  Para el país se habla, de hasta 33 millones de beneficiados. (Adultos mayores, discapacitados, jefas de familia, madres soleteras,  jóvenes, etc),

Tema que, por cierto, no está claro en sus alcances, localización e identificación de beneficiarios, tamaño y vigencia de padrones, cumplimiento de reglas de operación. La opacidad y falta de transparencia afecta a parte de esos programas y debe corregirse.

Sin duda, es inédito el cambio de política gubernamental, y debe asegurarse que, en verdad, esté más orientada a apoyar las mayorías y disminuir desigualdad, pobreza y hambre; además de asegurar, su sustentabilidad económica y financiera. No se puede repartir lo que no se tiene; ni se debe permitir que solo  unos cuantos, se favorezcan de las políticas públicas.

Inocultables debilidades y errores cometidos. Uno de ellos es no entender que la realidad es otra, y que nuevos y viejos problemas deben  identificarse para actualizarse o incorporarse, para analizarse y definirse, Entender bien, para atender mejor y a tiempo. Evitar fracasos, pérdidas y retrocesos.

Antes que todo hay que centrar la atención de qué se quiere hacer y por qué; qué necesidades atender; qué se necesita y de que se dispone; y a qué y quienes está destinado el esfuerzo.

Hacer por hacer, puede resultar  muy costoso y contraproducente, particularmente cuando  ya mucho ha cambiado.

Desde luego que el proceso no es fácil, superficial o parcial.

Hay que pensar lo que se hace, y hacer lo que se piensa y decide. Todo un esfuerzo, que incluye diversos momentos, recursos  y tipos de trabajo.

Atender y prever, organizar y movilizar, dar seguimiento y control para alcanzar objetivos y metas, fiscalizar y evaluar, implica información, conocimientos, habilidades y capacidades.

Recomendable empezar por el principio y definir los problemas que se quieren atender y resolver. Al respecto abundan bibliografía y numerosas fuentes, a las que se puede recurrir.

De entre ellas, por su brevedad y sencillez, vale la pena citar el resumen de metodología,  elaborado por la CEPAL.

https://www.cepal.org/ilpes/noticias/paginas/7/35117/03_arbol_1.pdf

En este breve documento, se presentan importantes aspectos y principios para abordar el importante tema.

“Metodología para análisis y solución de problemas Características.  Es uno de variados métodos aplicables. Es un procedimiento flexible. Su eficiencia y efectividad depende de los participantes. Genera un consenso de opiniones en el proceso de planificación. Requiere una aplicación realista…”

“Principales pasos del método:

  1. Identificar el problema.
  2. Examinar los efectos del problema.
  3. Identificar las posibles causas del problema.
  4. Definir los objetivos para la solución.
  5. Formular acciones para solucionar el problema.
  6. Configurar alternativas viables y pertinentes…”

Además del desarrollo de estos puntos, vale la pena citar sus:

“Reflexiones Finales El proceso de análisis es interactivo y retroalimentado: siempre es posible incorporar nuevas alternativas o integrar aquellas complementarias. El resultado de esta etapa es un buen conocimiento del problema y el planteamiento de alternativas consideradas factibles. Si aparecen causas (alternativas) fuera del ámbito de acción se comunican a los responsables. El siguiente paso consistirá en dimensionar y especificar todos los aspectos de cada alternativa…”

En fin, ante otra realidad,  insistir en lo que se  considera, como uno de los primeros pasos, antes de aplicar por aplicar, alguna conocida solución; o incluso una estrategia o serie de acciones, pensadas y diseñadas para otra situación y condiciones.

El reto de resolver problemas, para obtener logros, mejoras  y avances, es empezar por lo más apropiado y oportuno, viable y pertinente. Y, desde luego, valorar buenos resultados, si los hay.

 

Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH