Impidieron lectura de resolutivos del Foro Feminista Alterno abolicionista en Conferencia Regional CDMX

*No solo implicó “apagar el audio, sino la voz de mujeres feministas abolicionistas”: Yndira Sandoval

/Escrito por Paola Piña /

18.08.2025 /CimacNoticias.com / Ciudad de México.- Entre abucheos y con el micrófono cerrado la feminista Yndira Sandoval fue interrumpida cuando comenzó a leer los resolutivos del Foro Feminista Alterno, impidiéndole continuar con su discurso. Ante el hecho, Citlalli Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres, negó que se tratara de un intento de censura y argumentó que la participación no estaba contemplada en el programa.

El incidente ocurrió durante el primer día de actividades de la Conferencia Regional de la Mujer, en la mesa de diálogo titulada “Contribuciones de múltiples actores”, un espacio destinado a presentar las conclusiones de los foros realizados en días previos. No obstante, el Foro Feminista Alterno no fue convocado, por ello, tras la intervención del Foro Feminista transincluyente, Sandoval subió al podio junto con sus compañeras para exponer sus conclusiones.

En entrevista con Cimacnoticias, Sandoval afirmó que la situación no solo implicó “apagar el audio, sino la voz de mujeres feministas abolicionistas”, quienes han luchado contra el borrado de mujeres, los vientres de alquiler y el trabajo sexual. Señaló que estas prácticas inciden directamente en la construcción de la sociedad de cuidados y que, en espacios como este, se replican acciones contrarias al abolicionismo.

“Nos parece no solo excluyente la visión del foro feminista oficial, sino arbitrario y violatorio de derechos humanos que se nos apague el audio. La invitación la recibimos directamente de la Secretaría de las Mujeres para presentarnos el día de hoy, y nos parece muy delicado que, a la hora de hacerlo, se nos niegue la voz”, expresó.

Por su parte, Citlali Hernández explicó que la decisión de silenciar a Sandoval obedeció a que su participación no estaba prevista, ya que el programa, el orden del día, el guion y la lista de participantes con acceso al micrófono habían sido definidos previamente y requerían un registro formal.

Añadió que la Secretaría de las Mujeres no tiene injerencia en la organización, la inclusión ni la declaratoria del Foro Feminista, por lo que insistió en que no se trató de un acto de censura, sino de que “no era el momento para dar dicha declaración”.

Finalmente, Hernández dijo que buscará, en acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), un espacio para que el planteamiento y la declaración de las feministas abolicionistas, presentados como una propuesta alternativa junto con otras integrantes de la sociedad civil, puedan ser escuchados y eventualmente, entregado el resolutivo. No obstante, reiteró que este no era el espacio formal para ello.

Ante la reacción de las y los integrantes de la Conferencia Regional, las feministas abolicionistas se manifestaron fuera de la sede del encuentro. Entre pancartas e insignias, leyeron su pronunciamiento, en el que subrayaron que buscan una vida digna para las mujeres y, por tanto, la abolición de toda forma de explotación contra ellas. “Las mujeres no somos mercancía”, señalaron, y dentro del marco de la construcción de los cuidados exigieron poner fin a la impunidad de quienes atentan contra la dignidad de mujeres y niñas.

No es la primera vez que se intenta excluir a las mujeres abolicionistas de la conversación, pues una semana antes de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, Cimacnoticias documentó que distintas colectivas feministas y organizaciones denunciaron “censura ideológica” y su exclusión del Foro Feminista, espacio en el que tampoco fueron contempladas para participar, pues, según afirmaron, para ello era necesario estar a favor del trabajo sexual, algo que consideran equivalente a apoyar la explotación sexual.

Ante esta situación, se decidió crear el Foro Feminista Alterno, desde el cual señalaron que aceptar un feminismo que respalde el trabajo sexual va en contra de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), que en su artículo 6 establece: “Los Estados partes tomarán todas las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para suprimir todas las formas de trata de mujeres y explotación de la prostitución de la mujer”.

Sin embargo, pese a la constante lucha por abrir espacios de diálogo en torno a un feminismo abolicionista, al cierre del primer día de la Conferencia Regional no se anunció la apertura de un espacio próximo para la lectura del pronunciamiento del Foro Feminista Alterno.

¿Cuáles fueron las conclusiones de los foros?

Mientras Sandoval era retirada de la tribuna, la participación y el pronunciamiento de los siguientes foros no se hicieron esperar. Por un lado, Ana María Tepichin, directora del Centro de Estudios de Género del Colegio de México, y Nidia Moisés, secretaria ejecutiva del Caribe, presentaron las conclusiones del Foro Académico.

Estas se expusieron en forma de una serie de recomendaciones. La primera: reconocer los cuidados como un derecho humano y un bien público, promoviendo la corresponsabilidad de género y erradicando la desigual carga que profundiza la inequidad y limita el acceso a un trabajo decente. La segunda: impulsar el trabajo decente y la economía del cuidado mediante empleos justos y salarios dignos, instando a cambios en las políticas públicas para que esta labor sea respetada y reconocida.

Asimismo, se destacó la necesidad de atender la intersección entre cambio climático y cuidado, especialmente en zonas como el Caribe, donde los riesgos derivados de la degradación ambiental profundizan las desigualdades que enfrentan las mujeres y aumentan su carga de cuidados ante amenazas crecientes a la salud. “El cambio climático demanda estrategias resilientes en género para abordar las vulnerabilidades particulares de las mujeres”, señalaron.

También se planteó la urgencia de descolonizar el cuidado, integrando las perspectivas de mujeres indígenas y afrodescendientes mediante políticas que reconozcan las distintas realidades. En el Caribe, advirtieron, el legado colonial puede perpetuar la desigualdad de poder y de derechos hacia las mujeres, por lo que exigieron propuestas y políticas interseccionales que rompan con esas estructuras.

“El futuro del cuidado en la región depende de proyectos colaborativos, basados en soluciones entre el gobierno, la sociedad civil, la academia y los movimientos sociales, mediante iniciativas concretas que fortalezcan a las comunidades”, afirmó Nidia Moisés .

Posteriormente, tomó la palabra Martha Lucía Mícher, en representación del Foro Parlamentario, cuyas conclusiones coincidieron en gran medida con las de los foros previos. Entre ellas, destacó la creación de marcos normativos que garanticen el derecho al cuidado, el impulso de leyes que respondan a las necesidades en esta materia para universalizar el acceso y la calidad de los servicios, así como la participación activa de la sociedad.

También propusieron desarrollar iniciativas que permitan cuantificar el trabajo de cuidados y aprobar licencias de cuidados de larga duración que contemplen no solo a hijas e hijos, sino también a otras personas dependientes. Todo ello, subrayaron, requiere un presupuesto suficiente, el cual reconocieron que aún no se ha alcanzado.

Finalmente, intervino Daphtne Cuevas, integrante de la Secretaría de las Mujeres, en representación del foro gubernamental, cuyas conclusiones coincidieron, en buena medida, con las ya expuestas. Entre ellas, destacaron nuevamente el reconocimiento del cuidado como un derecho humano y su garantía mediante políticas públicas universales, accesibles y de calidad, integradas en todas las áreas de la vida urbana y social.

Plantearon la necesidad de infraestructura y servicios cercanos, empleo formal en el sector, financiamiento sostenible, datos para medir el impacto del cuidado y su incorporación en políticas climáticas y comunitarias. También propusieron fortalecer redes y prácticas comunitarias, articular gobiernos y organizaciones, crear una red latinoamericana de ciudades cuidadoras y colocar el cuidado como eje central del desarrollo local, el derecho a la ciudad y la vida colectiva.