Claudia Rodríguez.
El asilo político ofrecido por México a Evo Morales luego de las amenazas para dejar la Presidencia de Bolivia de quienes llevaron adelante el golpe de Estado en aquella nación, está refrendado en el artículo 11 de nuestra Carta Magna, en la que se lee en su segundo párrafo que “en caso de persecución, por motivos de orden público, toda persona tiene derecho de solicitar asilo, por causas de carácter humanitario se recibirá refugio. La Ley regulará sus procedencias y excepciones”.
Señala la jurista María Elena Mansilla y Mejía experta en derecho internacional, que la institución del asilo lleva a que el Estado que lo ofrece, es el mismo que tiene que dar protección a determinados individuos que no poseen su nacionalidad y cuya vida, libertad o derechos fundamentales se encuentran gravemente amenazados o en peligro por actos de persecución o violencia derivados del comportamiento activo u omisivo de terceros Estados.
Del concepto anterior, se desprende que, al otorgarse el asilo, hay siempre un elemento político, ya que naciones o Estados terceros, desde el que lo pide hasta el que lo otorga, realizan actos de persecución o violencia contra sus nacionales.
El derecho a ofrecer asilo
Nadie puede negar que las condiciones de Evo Morales para permanecer en su país eran realmente peligrosas, y la medida del asilo político en México, permitió que la situación lamentable que hoy viven los bolivianos por el choque de fuerzas políticas no llevara incluso a tener un mártir para el movimiento no disidente en la persona del presidente de Bolivia votado en las urnas.
No han faltado las voces que disienten con el arribo de Evo Morales a México por la mano que le extendió el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y muchos más se preguntan si ante la situación que se vive en Bolivia, el presidente tenía la obligación de protegerlo o el derecho de hacerlo, cual lo permite nuestra propia Constitución.
El hecho es que en el asilo hay una relación jurídica en la que intervienen quien lo solicita como el que lo otorga, por lo que la respuesta a sí el jefe del Ejecutivo tenía el derecho o la obligación de albergar a Morales, con las connotaciones políticas, ideológicas y hasta económicas que le acompañan, la respuesta es que es tanto un derecho como una obligación.
El Estado por un lado tiene la facultad a su discreción de otorgar el asilo político, lo que constituye un derecho, pero este mismo siempre conlleva una obligación y en esta, se enmarca en la protección que debe proporcionarse al asilado.
El continuo de la convulsión
La anterior disertación teórica, sólo nos muestra que en el concierto internacional que compete a América Latina, existe un riesgo inminente de desestabilización, en el que, sobre todo, quienes estamos en condiciones de mayor vulnerabilidad, nos debe tener en alerta. No es sólo lo que sucede en Bolivia, Venezuela, Brasil, Argentina… México también está en trance.
Desde hace casi cuatro décadas, la América Latina ha experimentado la transición desde la ultraderecha hasta el polo de la izquierda, pasando por el centro de piel populista pero alma derechista; con lo que se han producido grandes cambios y en donde se habla de una democracia a base de la libertad del voto con comicios o más transparentes o menos amañados; pero quedan las sombras de las reelecciones y de las acciones del capital desplazado.
Las venas de América Latina siguen abiertas. Siglos de sojuzgamiento no se cambian con hacernos creer que tenemos Estados democráticos por tener la “libertad” de votar, cuando la pobreza y todos sus males, es la mejor arma para mantenernos lejos de nuestra voz.
Quien no quiera ver que el asilo político a Evo Morales tiene implicaciones de transcendencia en América y el mundo, no conoce la historia de una región lastimada hasta el tuétano.
Acta Divina…Bolivia presentará un reclamo diplomático ante México por la actuación política del expresidente Evo Morales, asilado en ese país, anunció la presidenta interina Jeanine Áñez. “Tenemos una canciller (Karen Longari) que hará la representación que corresponda ante esa ruptura de ese protocolo” de asilo político, afirmó Áñez.
Para advertir… No podemos traicionarnos.
Aviso. Nos reencontramos el próximo jueves. Linda semana.
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