INE avala criterios de Paridad de Género en próxima elección judicial.

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13.02.2025 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó los Criterios para garantizar el Principio Constitucional de Paridad de Género en el Proceso Electoral Extraordinario para la elección de diversos cargos del Poder Judicial de la Federación (PEEPJF) 2024-2025.

El primero de estos criterios establece el procedimiento para la asignación de cargos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y el Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), mediante la creación de dos listas, una para mujeres y otra para hombres, ordenadas según el número de votos obtenidos, conforme a lo siguiente:

● Cinco Ministras y cuatro Ministros de la SCJN

● Una Magistrada y un Magistrado de Sala Superior del TEPJF

● Tres mujeres y dos hombres del TDJ

Recordemos que la paridad es un principio que fue incorporado en la Constitución mexicana en el año 2014, aplicable para las candidaturas a la Cámara de Diputados, Senado y Congresos Estatales. La primera vez que fue implementada esta reglamentación fue en el Proceso Electoral de 2014-2015.

Más tarde, en 2019, se realizaron reformas a este principio para de esta forma garantizar “la paridad en todo”, lo que permitiría la participación progresiva de las mujeres en los tres Poderes de la Unión y en los tres niveles de gobierno, así como, en los organismos autónomos, pueblos y comunidades indígenas; lo cual, consolida el avance de un Estado cada vez más incluyente y plural.

La reforma sostiene que se incorporará la perspectiva de género de manera transversal y progresiva durante todas las atribuciones, programas y acciones para garantizar la igualdad de condiciones, sin embargo, la escueta interseccionalidad se contrapone con los compromisos de género que reza la reforma en su documento oficial de iniciativa.

Las mujeres aspirantes a candidaturas hoy, resisten en la subrepresentación que les ha otorgado esta reforma que pretende someter a elección popular una serie de cargos de personas juzgadoras y que en su andar de tirones y vaivenes políticos queden fuera del visor del poder judicial.

La elección judicial

Como es bien sabido, la elección judicial contiene diferentes etapas, una de ellas, consiste concretamente en decidir cuáles plazas serán sometidas a votación y cuales no, pues no se elegirá toda la reestructuración del Poder Judicial de un sólo golpe.

Habrá dos momentos para elegir esto, el primero, en 2025 y otro en 2027, sin embargo, la especulación sobre cómo se decidiría qué plazas irían la elección este año y cuáles hasta dentro de 2 años comenzó a producir movimiento. En respuesta, el senado dio a conocer que se elegiría a través de una tómbola.

Para este momento, había 474 mujeres en el Poder Judicial; es decir, 287 juezas y 187 magistradas quienes, esencialmente, representan la minoría al interior del poder, pero ¿por qué si las mujeres han vivido un repunte en su adición al mercado laboral continúan tan fuera del Poder Judicial? En México, el 78.6% de los juzgadores y magistraturas son hombres; 21.4% juezas y magistradas mujeres.

La magistrada Adriana Ortega refirió durante conferencia que las mujeres enfrentan mayores dificultades para alcanzar estos cargos de decisión pues están atravesadas por una serie de factores como por ejemplo, la sobrecarga del trabajo de cuidado y doméstico, las limitaciones y prejuicios de la sociedad sobre ser incapaces de alcanzar esos cargos, la dificultad de acceder a capacitaciones a causa de la pobreza del tiempo y la extensa carga de no poder sostener ritmos de trabajo tan extenuantes.

Cimacnoticias documentó esto último a través de su conversación con la jueza y directora de la Judicatura Federal Juana Fuentes quien denunció una serie de irregularidades en su carrera judicial; rechazo de permiso para cuidar de su hijo con discapacidad y acoso.

«Viene una mujer presidenta y dice que va a priorizar la agenda de las mujeres, ¿y qué? Nos va a quitar a las pocas que estamos para traer a nuevas, ¿o qué? De por sí somos muy poquitas y luego nos van a quitar con un liderazgo machista». Las mujeres deseamos realizar nuestros sueños profesionales, como la presidenta de la Corte que, nos alimenta para seguir en esta vida profesional y que ha sido objeto de violencia, como Zaldívar que la ataca cada que tiene la oportunidad»<

Durante la primera tómbola para determinar qué cargos irían a votación este 2025 salieron un total de 224 mujeres (de 474), es decir, prácticamente la mitad de ellas fueron eliminadas en tan sólo un día:

«Fueron 224 mujeres juzgadoras que están profesionalizadas que llegaron a esos espacios con todo el trabajo que cuesta llegar, ahora, la mitad se va a su casa, ¿en dónde está el llegamos todas? porque aquí, nos fuimos la mitad», dijo la magistrada Ortega.

Asimismo, la juzgadora denunció que estas dos centenas de mujeres perdieron su carrera judicial completa gracias a una tómbola ciega donde no se hicieron distinciones que sí debieron contemplarse; distinciones con perspectiva de género que bien podían resarcir el daño que estaban por cometer.

Como por ejemplo, denunció Ortega, reconocer a las mujeres que cuidan a sus hijas e hijos, que están a cargo de adolescencias, que cuidan a sus padres, mujeres con enfermedades como el cáncer de mama o diagnósticos terminales, mujeres que cuidan a sus hijas o hijos con discapacidad, por ejemplo. Ninguna de estas características fue considerada a la hora de hacer la tómbola.

Entre las soluciones que expuso la magistrada Ortega era que, si el gobierno está comprometido con la igualdad sustantiva, entonces, hubieran postergado las votaciones de las plazas de las mujeres para la segunda vuelta -en 2027- y así, se le daría a las trabajadoras sólo 2 años más para reajustar sus planes de vida, permitirles desarrollar un plan para desempeñar su trabajo de cuidado con hijas, hijos, familiares, padres, hermanas, personas con discapacidad -o discapacidad adquirida-.

Esos dos años, bien podrían ser una pieza clave para que las mujeres juzgadoras en nuestro país pudiesen buscar alternativas para sostenerse -y sostener a los suyos-.

Hay que recordar que el 5 de noviembre la Sala Superior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dio paso a la Reforma Judicial propuesta por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, con lo cual, se desmantela la lucha de trabajadoras quienes exigían respeto a su carrera judicial la cual han desarrollado a lo largo de décadas y como ellas advirtieron, se revierten derechos ganados por las mujeres.

El ex presidente, días antes de abandonar su cargo, el 15 de septiembre del 2024, firmó el decreto para la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) de la Reforma Judicial y lo hizo junto con la actual presidenta de México, Sheinbaum Pardo.

Con ese hecho, la Reforma Judicial se convirtió en una norma oficial del país. Ahora, se espera elegir juezas, jueces, magistradas, magistrados, ministras y ministros; sustituir al Consejo de la Judicatura Federal por un Tribunal de Disciplina Judicial y el Órgano de Administración; la modificación en la integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; y nuevas reglas procesales.

¿Y qué tiene qué ver conmigo la Reforma al Poder Judicial?

Asignación de cargos

Por consiguiente, la asignación de los cargos se realizará de manera alternada, comenzando por las mujeres, hasta completar todos los puestos vacantes. En el caso de las Salas Regionales del TEPJF, se aplicará el mismo procedimiento para asignar los cargos, por circunscripción plurinominal, iniciando por una mujer, hasta integrar la totalidad de los espacios vacantes por cada una de las Salas Regionales.

En el segundo criterio se señala la asignación de cargos de magistraturas de circuito y juzgados de distrito en circuitos judiciales, cuyo marco geográfico se conforma por dos o más distritos judiciales electorales.

Asimismo, el tercer criterio determina el procedimiento para la designación de cargos de magistraturas de circuito y juzgados de distrito en circuitos judiciales, conformados por un solo Distrito Judicial Electoral (DJE) con un número par de cargos y dos especialidades con una sola vacante.

De igual forma, el cuarto criterio define la asignación de cargos de magistraturas de circuito y juzgados de distrito en circuitos judiciales cuyo marco geográfico se conforma por un solo DJE y tres especialidades con una sola vacante.

En todos los casos, tratándose de magistraturas de circuito y jueces de distrito, los criterios plantean una asignación paritaria a partir del distrito, la especialidad y el número de vacantes y en un segundo momento una revisión del principio de paridad por circuito. Con esto se garantiza la paridad en su vertiente horizontal y vertical.

Eso sí, se debe recordar que el Senado acordó mantener a ocho mujeres juzgadoras en el cargo por estar embarazadas, sin embargo, desde la perspectiva de la magistrada Adriana Ortega, estos actos no son suficientes para hacer, verdaderamente, garantes a las mujeres de sus derechos-.

«Se hizo un listado de mujeres embarazadas y lactantes, que quién sabe de dónde viene, ¿bastaba con eso? Pues dada la escasa representación de las mujeres, la mejor medida para que esto no se perpetuara era llevarse todas las plazas de mujeres a 2027, entonces, no estamos alcanzando la igualdad sustantiva.
Se nos ha dicho consistentemente que la reforma pretende alcanzar paridad, es decir, llegaríamos 20 mil y otros 20 mil hombres, podríamos decir que parece acertado, la pregunta es, ¿de verdad tenían que irse la mitad de las mujeres juzgadoras a sus casas para encaminarnos a la paridad? A mí no me parece, esas plazas pudieron conservarse»