Inédito lo sucedido en Poza Rica .

*Muy grave el ataque a la casa del alcalde electo de Coxquihui; en una escuela cercana tuvieron que refugiar a estudiantes.

/ Por Evelyn Hernández /

Ante el recuento de votos, todo parece indicar que el triunfo es para Morena y su candidata Adanely Rodríguez, por lo que la autoridad electoral tendrá que cancelar la carta de mayoría que previamente había expedido al alcalde electo Emilio Olvera. Esto significa aceptar, por parte de los órganos electorales, que no contaron bien, que cometieron omisiones o que se violentó la elección y lo que había en las urnas. Cualquiera de estas tres razones es grave.

Revertir un proceso electoral con un triunfo ya cantado incluso por la propia autoridad electoral es algo que ni Andrés Manuel López Obrador consiguió con su histórico “voto por voto, casilla por casilla”. ¿Hasta dónde llegan los intereses y el poder en Poza Rica para atreverse a tanto?

Sea cual sea el resultado legal de la elección, lo urgente es mantener la calma, privilegiar la tranquilidad y evitar un estallido social. Si Morena decidió entrar en un pleito de tal magnitud y logra arrebatar Poza Rica, tendrá que demostrar legitimidad, pero sobre todo reconstruir la confianza en las instituciones electorales.

Morena sabía que entregar el triunfo a Emilio Olvera era darle fuerza política a Manuel Huerta, siempre cercano a él. Por eso, a toda costa le arrebataron la victoria. “Palo dado, ni Dios lo quita”. Dudo mucho que Movimiento Ciudadano logre algo, pues la postura de Jorge Álvarez Máynez fue muy débil, limitándose a pronunciarse desde su cómoda oficina sobre lo ocurrido en Poza Rica.

Morena sabía que sí podía disputar Poza Rica, pero jamás se atrevió a aplicar la misma estrategia en Tihuatlán, donde también perdió ante el partido naranja. Son distintas las circunstancias políticas e intereses. Bien por Esteban Ramírez Zepeta que, de confirmarse el triunfo en Poza Rica, fortalecerá aún más su capital político.

Terrible lo ocurrido en Espinal con la muerte del ex candidato a la alcaldía de Coxquihui, Ramón Valencia, hecho que exhibe el grado de violencia e inseguridad que se vive en el estado, sobre todo en el norte, donde la delincuencia no da tregua.

En Coxquihui, el atentado contra la casa del alcalde electo Lauro Becerra provocó pánico en la población. El alcalde estaba dentro de la vivienda cuando detonaron explosivos. La casa se ubica frente a una escuela, por lo que alumnos y maestros fueron evacuados y refugiados ante las explosiones y el miedo. Muy grave: las imágenes que circulan en redes sociales son lamentables.

¿Hasta dónde será capaz la delincuencia de imponer el terror en la población y de poner en riesgo a nuestros estudiantes?