*
/Eduardo Sadot/
Manejado en redes, expuesto desde hace tiempo al juicio de la opinión pública, padres en conflicto, acusaciones recíprocas, odio despiadado, recriminaciones con consecuencias legales, para ambas partes, falsedad de declaraciones, manipulación y compra de autoridades, corrupción y tráfico de influencias, se perciben en el tema de la familia Sesma Seemans.
Ella una mujer una madre luchando por mantener la custodia de sus hijos, que también exige y merece justicia, después de sufrir atropellos por funcionarios corruptos.
El, cuestionado y luchando, dice que por lo mismo, argumentos y razones ignoradas y hasta llegar a identificar y convocar a otros hombres acusados por sus esposas. Así, agrupados los padres varones, ellos encaminados a crear una agrupación de hombres que también luchan por la custodia de sus hijos y en el camino acusaciones de violaciones a sus propios hijos y padres empeñados en encarcelar a sus mujeres a quienes en alguna etapa de sus vidas juraron amor eterno. Ellos quizá, cubriendo sus culpas y hasta sus delitos – si los cometieron – y si la autoridad así los encuentra culpables. Pero esa organización de padres propició también, la organización de mujeres, de madres lastimadas.
Dolor, daño y en medio tres niños inocentes y otros más de casos semejantes, cuál es la verdad, cómo creer al hermano de un destacado político que tiene una riqueza dispuesta a usarla para “defender” o encarcelar a la madre de sus sobrinos. En qué momento se ha llegado a tanto, porque y en qué momento caminaron por el sendero sin retorno.
Ella perseguida hasta en el extranjero, el cuestionado por violación a sus propios hijos y en el inter, un mundo judicial perverso y corrupto, las entrañas del derecho penal, acaso en sus más crudas y dañinas manifestaciones, abogadas y abogados cuestionados hasta en su ética profesional, funcionarios corruptos destituidos, funcionarias en activo desde la más alta cúpula del poder, mujeres que desde ahí utilizan su influencia contra otras mujeres, convencidas seguramente por métodos nada éticos. Y en medio de ese mar de perversión, corrupción y derecho retorcido, hoy se celebra la audiencia definitoria. Lo que exige la sociedad y en el fondo ellos mismos, ambos que un día fueron matrimonio, es que se haga justicia.
Conscientes de que clamar justicia no necesariamente pueda ser que les den la razón, que se haga justicia y se termine la pesadilla para ellos y el infierno para sus hijos.
La fuerza de políticos del verde con sus alianzas con el gobierno actual, contra las y la razón esgrimida por una mujer amenazada en su libertad, que lucha por la paz perdida, para lo que algún día fue unidad familiar, para ella y sus hijos frente a un padre acusado de violación de sus propios hijos, la más alta agresión que pueda un padre causar a sus descendientes. Y eso es criminal, es imperdonable y si es el caso y se prueba, merece un castigo ejemplar.
Una mujer que clama la unidad de otras mujeres, que igual que ella, sufren también del enfrentamiento con sus esposos, un caso histórico con consecuencias sociales porque en el fondo de todo está, la lucha de los sexos en tiempos de reivindicación de la mujer y más grave aún, la protección de los niños inocentes violados o violentados, que también es una realidad en México.
Un caso visto con lupa por juristas y juzgadores, por estudiosos del derecho e impartidores de justicia, por mujeres maltratadas y abusadas y también hombres abusivos, violadores o calumniados. Y ahí está la ley, el derecho y la justicia, con sus perversiones e imperfecciones, de entre los voluminosos expedientes, asoma la sonrisa o las lágrimas de tres niños, inocentes violentados por las circunstancias, un tema que lo único que pide, que exige es JUSTICIA, esa justicia que en el proceso, es observada por muchas personas, un tema que seguramente va a definir qué México somos, qué sociedad hemos llegado a ser, cuanto poder o razón pueden enfrentarse eso comenzará a verse y definirse. Hoy.
eduardosadotoficial
@eduardosadot
sadot16@hotmail.com
Tik tok: eduardosadotoficial
