*Linotipia
/ Peniley Ramírez /
Karina Villeda mira a la cámara, con los labios pintados de rojo y un semblante tranquilo. Detrás de ella hay una escultura de la justicia. Los subtítulos del video tienen una marca de agua que los hace parecer más relajados. De fondo, música suave. Villeda pregunta: “¿Has sentido que eres injusta contigo misma? Nos pasa a muchas, porque crecimos creyendo que debíamos callar, complacer y aguantar más de lo justo”. El video está grabado en una oficina de la Suprema Corte. Su oficina. Se publicó el 26 de septiembre, cuando Villeda cumplía tres semanas como directora general del Centro de Documentación y Análisis, Archivos y Compilación de Leyes de la Suprema Corte.
Villeda no es precisamente una influencer. Su cuenta tiene apenas 294 seguidores. La mayoría de sus posts no suman ni siquiera un comentario. Antes de ese video de septiembre, sus posts abordaban su campaña como jueza en Chiapas y conceptos de derecho. El 22 de septiembre, se lanzó como “coaching en liderazgo consciente”.
“Yo también he vivido injusticias internas y descubrí que transformarlas es posible”, continúa Villeda en el mismo video. La cámara hace un zoom out mientras la música relajante aumenta de volumen. Luego, Villeda levanta el puño derecho, mira con fruición a la cámara y se presenta: “Soy Karina, coach en transformación consciente, y quiero que más mujeres recuerden que ponerse en el centro no es egoísmo. Es justicia”.
El 4 de octubre subió otro video a su cuenta de Instagram. Estaba grabado desde otro ángulo en su oficina. Es fácil saber que es su oficina. Basta con haber estado alguna vez allí. Villeda está sentada frente a un envase de plástico con papaya picada. Al fondo, música instrumental. Dice a la cámara: “¿Comes por hambre o por costumbre?”. Luego se suceden imágenes de otras personas comiendo, mientras Villeda dice que “la alimentación consciente es aprender a escuchar lo que realmente necesitas”.
En otro video, desde el mismo lugar, Villeda explica que “el cuerpo también necesita pausas para sanar y renovarse”. Al fondo, la música inspiradora. Con un pequeño micrófono en la mano, añade: “El cuerpo fue creado con la sabiduría de empezar de nuevo”.
El 22 de octubre, un video revela más detalles sobre la oficina. Villeda está sentada frente a una mesa de madera, con un mueble detrás, una foto suya con otras personas en la pared y unas letras que forman la palabra “ENJOY”. Ahí, da consejos para “escuchar a tu mente”, “sentir los pies en el suelo” y “habitar el momento”.
Ayer, Villeda publicó su video más reciente. En otra esquina de la misma habitación, está parada frente a unas plantas y una mano turca. Dice que “ser líder es sostener sin dominar, inspirar sin imponer y confiar en que cada persona tiene su propio ritmo”.
Desde marzo de 2024, Villeda era jueza de distrito en Chiapas, con residencia en Tapachula. Este año, se presentó a las elecciones judiciales. Perdió. En su currículum que presentó al INE, señaló que cuenta con un doctorado. En su propia versión, Villeda afirma que cursó el doctorado en un solo año, entre 2019 y 2020, en el “Centro de Estudios de Posgrado en Derecho”, una institución de la que no hallé certificación ante la SEP. Villeda asegura que se tituló en enero de 2021. En los registros de la SEP figura que obtuvo una licenciatura en 2007 y una maestría en 2017, pero no hay rastro de que se haya graduado de ningún doctorado reconocido por la SEP, mucho menos de que haya obtenido una cédula válida.
Este año, tras perder la elección judicial, a Villeda la contrataron en la Corte para dirigir el Centro de Documentación y Análisis, encargado de administrar el archivo de la Corte, de realizar investigaciones histórico-jurídicas y de atender a los usuarios. Pero Villeda no tiene experiencia en archivos, según su currículum. Quizá por eso ha decidido usar su oficina para impulsar su carrera como “coach consciente”.
Llamé, escribí y envié correos a Villeda para preguntarle por los detalles sobre lo que hace. No tuve respuesta. También busqué a la oficina de prensa de la Corte. Valdría la pena saber quién contrató a Villeda y por qué lo hizo. Sobre todo, quisiera saber si en la Corte están enterados de que, mientras se paga su sueldo con nuestros impuestos, ella está ocupada diciéndonos que necesitamos “respirar, agradecer y conectarnos con nosotros mismos”.












