INICIAN LAS PRECAMPAÑAS.

*DESDE A JANELA

FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO .

“Ya solo restan diez meses y seis días para que se vaya a … su rancho”

Comienza una nueva etapa en el proceso electoral mexicano, una etapa un tanto bizarra como las anteriores, merced a la rebuscada y compleja legislación electoral promovida por López Obrador en sus tiempos de oposición y secundada por la cobardía de las demás fuerzas políticas.

Pero de eso no nos vamos a ocupar en este momento, puesto que es la legislación que hay y no hay forma de cambiarla hasta que concluya el proceso electoral.

Pues bien, aquí estamos iniciando lo que se llama precampañas y aunque no se trata de lo que debiera de ser, eso ya ocurrió el verano pasado, creo que más que echar las campanas al vuelo o intentar predecir un resultado, es un buen momento para analizar en qué punto se encuentra cada protagonista.

Como comentario previo, me parece importante hacer hincapié en que el proceso electoral mexicano es una competencia de fondo y no de velocidad y esto resulta importante, porque si entendemos que aquí cuenta más la resistencia y el saber apretar en el momento oportuno, que el dilapidar todas las energías de manera permanente, entenderemos el por qué esta historia apenas va a ser contada y de ninguna manera ya se encuentra escrita, tal y como nos lo quieren hacer creer el gobierno y su partido.

Ahora sí, comencemos con la radiografía de los protagonistas al llegar a la famosa tercera semana de noviembre y para ello, tenemos que empezar por el protagonista que no debiera de serlo y que al serlo se convierte en un delincuente electoral, aunque nadie lo sancione, y ese indebido protagonista son el presidente y su gobierno.

El presidente y su gobierno a todas luces llegan desesperados a la cita con las urnas y la muestra de su desesperación se encuentra en que, ante el fracaso de la mayoría de sus acciones durante todo el mandato, ahora recurren a tronar chinampines y en esa tónica se encuentra el discurso presidencial consistente en crear la farmacia más grande del mundo, convertir los trenes de carga en trenes de pasajeros, crear una aerolínea del gobierno y otras linduras que solamente una mente delirante y sobre todo muy desesperada, es capaz de proponer; ya que más allá de si son viables o no esas ocurrencia, lo cierto es que el tiempo no da ni siquiera para iniciarlas, en cuestión de meses se van y peor aún si tomamos en cuenta que lo que empezaron con todo el tiempo del mundo, solamente les alcanzó el periodo para hacer inauguraciones de obras inoperantes y muy costosas.

Como se puede ver, el gobierno sin resultados está desesperado y por ello recurre a la fantasía delirante.

Y en ese mismo barco va la candidata oficialista, muchos analistas dicen que solo administra una amplia ventaja que supuestamente tiene, cuando la realidad es que su aparente fortaleza no pasa de la cobertura que le pueden dar las estructuras burocráticas de la federación y de los estados que controla la coalición oficialista, tan es así que sin ellos simplemente no es nadie y por lo mismo, la señora solo puede limitarse a repetir como loro lo que dice su jefe y cuando intentó salirse del guion, inmediatamente fue corregida de manera muy vergonzosa.

Por el lado de la oposición, que solo existe una, se cuenta con una gran candidata que puede llegar muy lejos y que sus posibilidades reales de triunfo hasta el momento se encuentran intactas, pero que para mantenerlas e incluso aumentarlas necesita alejarse de la política tradicional, la cual no le ha estado funcionando mucho que digamos, y buscar a los ciudadanos tanto para conformar su equipo de campaña y en su momento un eventual gobierno, ya que en la ciudadanía están tanto los votos como los problemas a resolver; en suma, Xóchitl tiene que ser Xóchitl y en consecuencia, transmitir eso.

Por su parte, los partidos que conforman el ex Frente Amplio (todavía no me familiarizo con su nuevo nombre, prometo hacerlo en las próximas semanas) si ya tomaron el compromiso de apoyar a Xóchitl, lo lógico es que busquen candidaturas locales y legislativas que faciliten la tarea a su abanderada y no que hagan una especie de “Congreso de Berlín” en el cual se reparten estados, curules y escaños de acuerdo a sus intereses particulares, sin hacer equipo con la candidata presidencial; ya que al actuar así, solo hacen cuentas alegres como la lechera.

Por cuanto a Samuel y el ultramontano, no hay mucho que decir más que son comparsas del gobierno y para demostrarlo solo nos basta escucharlos un par de veces para darnos cuenta de que solo van en contra de la candidata opositora.

Por último, las autoridades electorales son una incógnita, ya que el gobierno y sus legisladores las han saboteado lo más que han podido, pero aún les queda una estructura civil de carrera importante, la cual muy probablemente las va a sacar a flote en este proceso electoral por venir.

Así esto apenas comienza y nos encontramos con un gobierno y partido oficial desfondados y con una candidata de oposición que, si sabe realizar los ajustes necesarios en los momentos oportunos, puede llevarse la competencia.

felfebas@gmail.com

Twitter: @FelipeFBasilio