/ Por Ma. Patricia Herrera Gamboa /
Hoy en día escuchamos por todos lados sobre la inteligencia artificial, en redes sociales, la prensa escrita, la radio, la televisión, internet, en la política, la educación o en la vida en común y, muchos nos preguntamos: ¿qué es exactamente la inteligencia artificial?
Según los expertos, su interpretación tiene varias definiciones, podría manifestarse como un campo de la investigación que evoluciona de manera constante, a través de sistemas computacionales para la resolución de diversos problemas, ya que cuenta con acceso ilimitado a la información.
Influye en el aprendizaje al permitir respuestas precisas en tiempo real, es decir, es un modelo que puede razonar, aprender y actuar de una manera que normalmente requeriría inteligencia humana, o que, incluso, presenta datos, cuya escala excede lo que los humanos pueden analizar.
En la actualidad sus usos y aplicaciones son muy variados y útiles, por ejemplo, en la medicina es muy requerida para la realización de diagnósticos médicos y el análisis de datos o porque gracias a ella se ha generado el uso de la robótica en algunos procedimientos quirúrgicos.
También la encontramos en el campo de la ética, así como en los ámbitos educativo, financiero y recreativo, como lo hemos constatado últimamente con los avances en la música.
En cuanto a las mujeres, su papel en la ciencia ha ido cambiando poco a poco y en la historia existen varios referentes femeninos que han sido pioneras de la inteligencia artificial, entre ellas se podría mencionar a expertas investigadoras en ingeniería, física y ciencias, quienes han logrado importantes contribuciones en informática, robótica y algoritmos.
Y gracias a los esfuerzos de estas mujeres en el mundo, se continúa avanzando para lograr oportunidades, optando varias por carreras científicas, logrando éxitos notables en este importante campo, aunque por el momento, sólo aproximadamente 22% de los profesionales son mujeres, aun así, existen importantes científicas liderando esta rama y participando en su investigación y desarrollo, por lo que es muy importante visibilizar su labor, como ejemplo para despertar la vocación de las niñas y adolescentes por su estudio.
Y es que es urgente que las mujeres se involucren en el campo de la inteligencia artificial, ya que está en riesgo no sólo la falta de empleo, sino que también algunos icónicos puestos podrían desaparecer como secretarias, asistentes ejecutivas o cajeras, por mencionar algunos, por la brecha de género que se puede producir por la falta de programadoras mujeres en este campo, lo cual significaría que lo que se produzca en el futuro podría tener tintes machistas, que tanto estamos luchando por desaparecer.
Por otro lado, la inteligencia artificial en la vida cotidiana de mujeres y hombres, si la analizamos desde el punto de vista no científico, es decir, el de los mortales comunes, la escuchamos y nos sorprendemos cómo se va desarrollando día tras día, tratando de entender que hace tiempo abandonó el espectro de la ciencia ficción, colándose irremediablemente en nuestras vidas, porque sin saberlo o porque aún no tomamos conciencia de ello, la inteligencia artificial está literalmente en nuestras manos, en un teléfono, un televisor, una computadora o en una pequeña bocina que nos “obedece”. Se infiltra y controla todo desde ya, porque hoy, ninguno de nosotros concebimos nuestra vida si nos falta alguno de estos instrumentos.
Sin duda, la inteligencia artificial llegó para quedarse y revolucionar al mundo, quizá como en su momento lo hizo la televisión o el propio internet, siendo una realidad tangible. Y lo cierto es que nadie sabe hasta dónde llegará, ni lo que será capaz de hacer en el futuro y serán las nuevas generaciones de mujeres y hombres quienes lo constaten.
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