Investigadores de Colombia Alemania descubren población primitiva de 6000 años.

*Las pruebas genéticas se hallaron en el municipio de Nemocón.

Notistarz-CBP- Foto tomada de PortalWeb

Por: Edelmiro Franco V

Bogotá (Notistarz/CBP).- El municipio de Nemocón, que significa en lengua indígena muisca, “Lamento o Rugido del Guerrero”, a 45 km al norte de Bogotá, fue el lugar donde investigadores colombianos y alemanes, descubrieron un linaje humano extinto hace 6.000 años.

Nemocón tiene un gran valor arqueológico, especialmente en el sitio de Checua, donde los investigadores hallaron los  restos humanos de cazadores-recolectores.

Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Tubinga, el Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente y la Universidad Nacional de Colombia encontraron pruebas genéticas de una población primitiva desconocida hasta ahora,

Estos primeros pobladores de los altiplanos que rodean Bogotá, con una antigüedad de 6000 años, “representan una población aún por describir. Desaparecieron hace 2000 años y fueron reemplazados por una segunda migración procedente de América Central”, señaló un comunicado de la Universidad de Tubinga,

El estudio fue publicado por la influyente revista científica Science Advances, en su edición de mayo 2025 y sus hallazgos son claves para entender el poblamiento temprano del altiplano de Bogotá, revelando que algunos grupos desaparecieron sin dejar descendencia genética en las poblaciones actuales.

Los estudios genéticos “sobre poblaciones indígenas americanas han transformado nuestra comprensión de la historia demográfica de América. Sin embargo, una región que hasta ahora no se ha investigado mediante la genómica antigua es Colombia, la puerta de entrada a Sudamérica”, señala el reporte científico.

El equipo de investigadores estudió el material genético de 21 individuos procedentes de cinco yacimientos arqueológicos del altiplano colombiano.

Estos cazadores-recolectores no presentan afinidad diferencial con los antiguos grupos norteamericanos ni contribuyen genéticamente a las poblaciones sudamericanas antiguas o actuales.

Hace 2000 años, la ascendencia genética local fue reemplazada por poblaciones de Centroamérica asociadas con el complejo cerámico Herrera y sobrevivió durante el período muisca a pesar de importantes cambios culturales.

El autor principal del estudio, el profesor Cosimo Posth, de la Universidad de Tubinga, afirma: «Estos son los primeros genomas humanos antiguos de Colombia que se publican».”

Las muestras genéticas “se tomaron de huesos y dientes, y abarcan un periodo de tiempo de casi 6000 años, hasta poco antes del inicio de la colonización española. Los individuos más antiguos proceden de las excavaciones de Checua, al norte de Bogotá, a unos 3.000 metros de altitud”.

Los genomas del yacimiento de Checua pertenecen a individuos de una población comparativamente pequeña de cazadores-recolectores del altiplano.

«Nuestros resultados muestran que los individuos de Checua derivan de la población más antigua que se extendió y diferenció por Sudamérica muy rápidamente», afirma la primera autora del estudio, Kim-Louise Krettek, del Centro Senckenberg para la Evolución Humana y el Paleoambiente.

Lo que sorprendió a los investigadores fue que el material genético de estos pueblos desapareció por completo y ya no puede detectarse en individuos de la región de unos 2.000 años de antigüedad.

Krettek explica: «No pudimos encontrar descendientes de estos primeros cazadores-recolectores del altiplano colombiano: los genes no se transmitieron. Eso significa que en los alrededores de Bogotá hubo un intercambio completo de la población».

Los exámenes genéticos sugieren que la cultura del Altiplano que le siguió llegó a través de gentes procedentes de regiones centroamericanas.

La coautora del estudio Andrea Casas-Vargas, de la Universidad Nacional de Colombia, explica que «además de desarrollos tecnológicos como la cerámica, los habitantes de esta segunda migración probablemente también trajeron las lenguas de los chibchas a la actual Colombia. En Centroamérica aún se hablan ramas de esta familia lingüística».

«Que las huellas genéticas de la población original desaparezcan por completo es inusual, especialmente en Sudamérica», subrayó Casas-Vargas.

Hasta ahora —dijo—, se ha observado una fuerte continuidad genética en la población de los Andes y del cono sur de Sudamérica a lo largo de largos periodos de tiempo y cambios culturales.

«Y así fue también en las poblaciones que siguieron a los cazadores-recolectores en el Altiplano de Bogotá hasta la llegada de los conquistadores europeos hace unos 500 años, aunque en esta región se produjo un cambio cultural masivo con el desarrollo de la cultura muisca», anotó Casas-Vargas.

La secuencia completa del genoma humano antiguo se realizó en Alemania, luego del proceso de recolección, preservación y gestión arqueológica liderado por el IGUN y el Laboratorio de Antropología Física de la Universidad Nacional.

Además de estos hallazgos en Nemocon, se han descubierto instrumentos musicales antiguos, como una flauta de hueso, posiblemente una de las más antiguas de América. También se han identificado vestigios de viviendas y enterramientos, lo que indica una ocupación prolongada y una rica tradición cultural

Notistarz/CBP

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