Irán reprime protestas contra el velo y matan a más de 50 .

* En un hecho sin precedentes mujeres y hombres han generado un movimiento histórico en contra del uso obligatorio del velo, derivado del crimen contra una joven que fue detenida por no llevarlo.

* Detienen a manifestantes y periodistas.

25/09/2022/Irán.- El régimen iraní mostró su apoyo popular el viernes en Teherán, donde cientos de manifestantes se posicionaron a favor de los ayatolás y del velo obligatorio para las mujeres, mientras se da cuenta que la política represiva ha dejado más de 40 según cifras oficiales, la oposición asegura que son más de 50 victimas.

Los manifestantes pidieron que se “ejecute” a quienes se manifiesten contra el velo. A su vez, el presidente iraní Ebrahim Raisiha comparado a los manifestantes con enemigos del Estado.

“Ellos (los enemigos) quieren montar una ola y crear disturbios y revueltas. Creen que con esos movimientos pueden detener a la nación. Hemos anunciado muchas veces que si alguien tiene un comentario justo, lo escucharemos. ¿Pero la anarquía? ¿Perturbar la seguridad nacional? ¿La seguridad de la gente? Nadie sucumbirá a esto”, declaró en público el presidente.

Tras una semana de manifestaciones por la muerte de la joven Mahsa Amini, el número de muertos ha aumentado a más de 50.

Nuevas protestas estallaron el sábado y domingo en Irán por la muerte de la joven detenida por la policía de la moral, pese a la sangrienta represión de las fuerzas de seguridad.

El principal partido reformista de Irán exhortó el sábado al Estado a acabar con la obligación para las mujeres de llevar velo en público. El supuesto uso “inapropiado” del pañuelo islámico fue lo que provocó la detención de la joven fallecida, Mahsa Amini, de 22 años.

Cientos de manifestantes han sido arrestados, junto con activistas reformistas y al menos 17 periodistas, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), entre ellos Niloufar Hamedi, del diario reformista Shargh, que informó sobre la muerte de Amini.

La televisión estatal anunció que el número de muertos ascendía a 41 víctimas. También transmitió imágenes de “alborotadores” en las calles del norte y oeste de Teherán, así como en “algunas provincias”, y dijo que estos habían incendiado propiedades públicas y privadas.

El grupo Iran Human Rights elevó el número de muertos a 54, excluyendo al personal de seguridad, y afirmó que, en muchos casos, las autoridades habían condicionado la devolución de los cuerpos de los muertos a sus familias a que aceptaran entierros secretos.