*El asesinato de Giulia Cecchettin en 2022,lo ha propiciado.
Roma, Italia.- El Parlamento italiano aprobó por unanimidad el pasado 25 de noviembre la incorporación del feminicidio como delito autónomo en el Código Penal, sancionado con cadena perpetua. La medida fue votada en la Cámara de Diputados con 237 votos a favor y ninguno en contra, tras haber recibido el aval del Senado en julio pasado.
La reforma, impulsada por el gobierno de Giorgia Meloni y respaldada por la oposición, introduce el artículo 577-bis que establece la pena máxima para quienes asesinen a una mujer por motivos de género, discriminación, control o posesión.
El contexto que aceleró la discusión fue el asesinato de Giulia Cecchettin en 2022, caso que generó protestas masivas y presión social para reconocer la violencia feminicida.
Italia aprobó en noviembre de 2025 la tipificación del feminicidio como delito autónomo, sancionado con cadena perpetua. La decisión fue unánime en la Cámara de Diputados, con 237 votos a favor y ninguno en contra, tras el aval del Senado en julio. El impulso vino del gobierno de Giorgia Meloni y contó con el respaldo de la oposición, en un contexto marcado por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La reforma introduce el artículo 577-bis en el Código Penal, que establece la pena máxima para quienes asesinen a una mujer por motivos de género, discriminación, control o posesión, así como en casos vinculados al rechazo de relaciones afectivas o restricciones a libertades individuales. El detonante fue el asesinato de Giulia Cecchettin en 2022, cometido por su expareja, un caso que generó protestas masivas y visibilizó la necesidad de reconocer la violencia feminicida como un delito específico. La aprobación reflejó una cohesión política poco común: tanto la mayoría de centroderecha como la oposición centroizquierdista cerraron filas en torno a la iniciativa.
En cuanto a las cifras, el Instituto Nacional de Estadística (Istat) reportó que en 2024 se registraron 327 homicidios en Italia, de los cuales 116 fueron mujeres y 211 hombres. Aunque los homicidios masculinos disminuyeron respecto al año anterior, los de mujeres apenas bajaron en una unidad. En el 92,2% de los casos de mujeres asesinadas, el autor fue un hombre. Según el Ministerio del Interior, los feminicidios mostraron una reducción del 6% en 2024, pero el primer trimestre de 2025 aún reflejaba un fenómeno persistente, con señales de mejora moderada. Estos datos confirman que la violencia de género sigue siendo un problema estructural en Italia, pese a la nueva legislación.
La aprobación de la ley tiene implicaciones jurídicas y sociales. En el plano legal, Italia se suma a países de América Latina y Europa que han tipificado el feminicidio, fortaleciendo la visibilidad de la violencia de género en el ámbito penal. En el plano social, la unanimidad parlamentaria envía un mensaje de intolerancia frente a la violencia machista, aunque organizaciones feministas advierten que la sanción penal debe complementarse con políticas de prevención, educación y apoyo a las víctimas. De lo contrario, la cadena perpetua corre el riesgo de convertirse en un símbolo sin impacto real en la reducción de los feminicidios.
En síntesis, Italia reconoció el feminicidio como delito autónomo en noviembre de 2025, lo aprobó con unanimidad parlamentaria y lo sancionó con cadena perpetua. El proceso fue impulsado por el gobierno de Meloni, respaldado por la oposición y motivado por casos emblemáticos como el de Giulia Cecchettin. Las estadísticas muestran que, aunque hay una ligera tendencia a la baja, los feminicidios siguen siendo una tragedia persistente en el país.
Con esta decisión, Italia se suma a países de América Latina y Europa que han tipificado el feminicidio, buscando visibilizar la violencia de género y endurecer las sanciones. Organizaciones feministas celebraron la aprobación, aunque advirtieron que la sanción penal debe complementarse con políticas de prevención y apoyo a las víctimas para lograr un impacto real en la reducción de la violencia.
Aquí tienes un comparativo de cómo distintos países han tipificado el feminicidio en sus legislaciones, incluyendo el caso reciente de Italia.
Italia
– Aprobación: 25 de noviembre de 2025.
– Cámara de Diputados (237 votos a favor, ninguno en contra), tras aval del Senado en julio.
– Se incorporó el artículo 577-bis al Código Penal.
– Pena: Cadena perpetua automática para asesinatos de mujeres por odio, discriminación, control, posesión o represalia afectiva.
– Contexto: Impulsada por el gobierno de Giorgia Meloni, detonada por el caso de Giulia Cecchettin en 2022.
– Aprobación: Reforma al Código Penal Federal en 2012; última actualización en 2023.
– Quién: Congreso de la Unión.
– Cómo: Artículos 325–328 del Código Penal Federal tipifican feminicidio como homicidio por razones de género.
– Pena: De 40 a 60 años de prisión.
– Circunstancias: Violencia sexual, mutilaciones, antecedentes de violencia familiar/laboral, amenazas previas, incomunicación de la víctima, exposición del cuerpo en lugar público.
España
– Aprobación: No existe tipificación autónoma de feminicidio.
– Quién: Legislación penal mantiene homicidio y asesinato, con agravantes por violencia de género.
– Cómo: Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género y reformas posteriores.
– Pena: Agravantes en homicidio/asesinato cuando hay violencia de género, pero sin figura autónoma.
Argentina
– Aprobación: Ley 26.791, sancionada el 14 de noviembre de 2012.
– Quién: Congreso Nacional.
– Cómo: Reforma al artículo 80 del Código Penal, inciso 11.
– Pena: Prisión perpetua para homicidios mediando violencia de género.
– Particularidad: Incluye “homicidio vincular” (cuando la víctima es pareja, expareja o persona con relación afectiva).
Francia
– Aprobación: No existe tipificación autónoma.
– Quién: Parlamento francés ha debatido la figura, sin aprobarla.
– Cómo: Se reconoce como circunstancia agravante en homicidios y violencia de género (Ley 2017-86).
– Pena: Agravantes según contexto de violencia sexista, pero sin delito autónomo de feminicidio.
Este comparativo muestra que Italia y Argentina optaron por la cadena perpetua, México por penas largas pero no perpetuas, mientras que España y Francia aún no reconocen el feminicidio como delito autónomo, limitándose a agravantes.
