/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Lo sucedido esta semana en el municipio de Ixhuatlán del Café, en la zona centro de la entidad, en donde instalaciones de AMSA fueron quemadas después de varios días de protestas, representa un foco rojo, tanto para el gobierno veracruzano, como para el empresariado.
El tolerar actos vandálicos a lo único que conlleva es a ahuyentar a las empresas que están asentadas en el estado, las que generan empleos y apuestan su capital. Aquellos que tienen -o tenían-, puesto el ojo en Veracruz, se la pensarán dos veces antes de instalarse aquí, pues la situación en la zona centro ya de por sí era bastante compleja.
La Asociación de Industriales del Estado de Veracruz (AIEVAC) condenó los hechos y lanzó un llamado al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, al secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, a la fiscal Verónica Hernández Giadáns, al titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Enrique Nachón Aguirre, así como al de Desarrollo Agropecuario, Evaristo Ovando Ramírez, diciendo que los industriales urgen regrese la calma y la tranquilidad a dicho punto de la entidad veracruzana.
Llama la atención que ni el encargado del orden interno ni el responsable de la economía en Veracruz han dicho nada al respecto. Ojalá por lo menos hayan buscado a los industriales para ofrecer soluciones.
Así también externaron su preocupación por el clima de inseguridad y anarquía de la región, lo cual derivó en el cierre temporal de las oficinas de AMSA División Café y demandaron un ambiente de unidad y seguridad para el desarrollo de sus actividades.
Desafortunadamente, el de Ixhuatlán no es el único problema en la zona centro. Empresarios se quejan de los constantes asaltos a sus unidades, lo que además les ha encarecido las pólizas de seguros. Hace más de año y medio se anunció la implementación de un operativo y herramientas para frenarlos, pero siguen esperando.
Esperemos no se permita mandar las señales equivocadas.
@YamiriRodriguez